Selección Oficial del 41 Festival
Gaizka Urresti encontró semillas. De productor a realizador hubo un trance donde la humanidad puso rostro a la sed por documentar. Su modus operandi convierte los planos en radiografías. Quiere hacer cine con las esencias.
Aute Retrato, el más reciente documental de Urresti busca recordar y entonces vivir, en la piel de Luis Eduardo Aute, el cantautor que en sus más de cincuenta años de trayectoria profesional es uno de los autores más particulares, un universo que permea la avidez de un artista.
Noventa y ocho minutos de metraje registran la obra del referente musical español con capítulos dedicados a las facetas creativas, a través de sus testimonios y de los amigos, de colaboradores y de autores que participaron en el concierto homenaje «Ánimo Animal», celebrado en 2018. Aute Retrato también hizo escala como parte de la muestra de cine español del Festival de Cine de La Habana.
“Esta es la primera vez que se ve la película fuera de España, que es el país natural para el documental. Aute ha sido un referente de la música durante 50 años en España y América Latina, sobre todo México, Argentina, Ecuador pero Cuba tiene una importancia capital para él por la relación que ha tenido con Pablo Milanés y Silvio Rodríguez.
“Los documentales en salas tienen una barrera y es que dependen de la disposición del público para verlos. Siempre asecha la incertidumbre sobre qué podría interesar emocionalmente y atraer también a un público que muchas veces no conoce a este artista. En La Habana fue muy gratificante comprobar que los que asistieron salían conmovidos. Lo que me está pasando con este filme es que la gente no me felicita a mí sino a la obra en sí, por haberles impactado durante hora y media.
“Por un lado, había hablado anteriormente con Eduardo. Me documenté, leí lo poco de libros y documentos sobre él y tuve contacto con personas importantes de su vida, componentes de ese conciertazo llamado Ánimo Animal que el año pasado se le dedicó en Madrid. Ahí se vieron representados amigos suyos como Silvio, Serrat, Sabina, Ana Belén y otras generaciones como Jorge Drexler, Ismael Serrano, Pedro guerra y a Marwan, que antes no lo conocía como por ser de otra generación y lo descubrí ahí.
¿Qué lo llevó a construir este documental?
Me gusta construir la vida de las personas y la gente a su alrededor, esencias que también admiro. La humanidad de mis protagonistas merece dedicarle tiempo de mi vida a documentarlos. A Aute le he tratado durante años y es muy grande tanto como artista como persona. Cuando hago una biografía o en este caso una autebiografía tomo de la vida de la gente de la que admiro aspectos con los que me puedo sentir identificado, encuentro rasgos a los que me gustaría aspirar.
En Aute Retrato me focalizo en aspectos de su vida y obra que me interesan y luego centro la secuencia en un viaje hacia la muerte, a la despedida, al paso del tiempo, el legado que deja él como persona y como creador.
¿Qué piensa de las jóvenes generaciones españolas con respecto al consumo musical?
Luis Eduardo Aute, por su propio compromiso con la creación, nunca ha hecho concesiones a la industria y a finales de los 90 dejó por una temporada su andadura para colaborar con Almodóvar, eso tal vez llevó a que lo desconectaran de otras generaciones, que quizás conocen más a Sabina y Serrat.
El público natural del documental es de 45-50 años en adelante para los que Aute ha sido importante, pero yo quería llegar la gente joven también, dejar un rastro para un público de 30 y 20 años que no lo conoce. Busco descubrir una voz poética que es eterna y que sigue cantando al amor, a la vida y por eso el papel que juegan en la película Marwan, Rozalén, Dani Martin, Miguel Poveda porque sus voces poéticas son un cúmulo de perspectivas y distintas épocas que juegan con la historia de este cantautor.
Desde Cuba y otros países, muchos supieron por vía redes sociales de la trayectoria de este documental. ¿Cómo se ha manejado este tema en la promoción del documental?
Me tomo muy en serio las redes sociales. Creamos varios perfiles y hemos visto una comunidad activa. Los comentarios han sido gratificantes, muy en la línea de agradecimientos. El reto es llegar al público en las salas de cine, y las redes sociales han jugado un papel muy importante para que la película haya sido el documental con más espectadores del año en España. No necesariamente todas las películas tienen que llegar a todos los públicos. Uno segmenta los públicos: hay que hacer que ese gremio de seguidores se entere de lo que pase con dinámicas propias que muchas veces resultan más que hacer campañas de publicidad, en eso se desperdicia mucho tiempo y recursos adicionales.
Tomada: Rtve
¿Cuál es la mirada social de Aute retrato?
Mostrar un artista en mayúsculas, definirle al público lo que es el compromiso con la creación, como se describe que es un lago de juegos, de intentar buscar respuesta a esas preguntas y por otro lado la libertad como proceso creativo, retrato de un artista en mayúscula de alguien con públicos, cómo es el compromiso con la creación. Los temas de los que habla Aute son eternos: el amor como elemento que da sentido a la existencia, respuestas al sinsentido de la vida, por qué estamos en ese planeta y para qué. La respuesta a eso es el amor como una forma de crear.
¿Cómo enfrenta un documentalista los desafíos de la publicidad y lo comercial?
Mi raíz es de productor. Por un lado me obliga a trabajar mucho más que un director en facetas que son a priori más desagradables, justificar todo eso y también lograr que la gente lo vea, y me esfuerzo mucho por llegar a todas las generaciones. A veces cuando decido hacer una película lo hago desde una intuición, la miro desde afuera: qué quiero contar, focalizar, qué puede interesar al público. Lo aprecio como un ejercicio de marketing sin llegar a ser consumista, un briefing de por qué lo hago y para qué, quién es mi público, cómo puedo llegar a él.
¿Qué obras son las que más ha disfrutado hacer durante su carrera? ¿Qué rastro deja Aute Retrato luego de haberlo concebido?
Me gustan todas las películas que hago y a la última es la que más cariño le tengo. Nunca estoy haciendo solo un proyecto. Aute ha costado cuatro años y mientras lo hacía compartía el tiempo rodando un documental de Menderrieta en el país Vasco.
¿Cuál aspecto define en sí el tema adecuado para comenzar a rodar un documental?
Me atraen los procesos de investigación, cómo plantear el guion, la sensación de riesgo, la falta tiempo para la financiación. A veces siento que sigo pensando de la misma forma que el personaje que he reflejado. Me pasó con Buñuel hace 11 años y durante meses usaba frases suyas como citas personales en ámbitos familiares. Lo mismo pasa con las estrofas de Aute.
A su juicio ¿Podría decirse que el acto de ser cineasta tiene una raíz personal y luego muta a una perspectiva macro?
El cine es una forma de conocimiento. Pero es personal egoísta y también según se mire. Porque está el ser humano inmerso en su mundo de necesidades. Conocer a Aute a nivel personal y entrar en sus espacios permeó la trayectoria del documental. Como ser humano antes de actuar como realizador, en un punto de partida, quiero transmitir, reflexionar y hacerme las preguntas, eso es un acto egoísta. El cine en sí te permite acceder a temas, dedicarle tiempo y luego como director todo eso que has condensado puedes transmitirlo al público. Parto de disfrutar e imbuirme de todo lo que me interesa. El primer impulso es individual, un yo implicado.
Luego de las rutinas de trabajo de un cineasta. Después de las corazas del ser ubicado en su oficio ¿Qué es lo que queda?
Después de acabar un documental queda algo sembrado en uno. Hace 11 años cuando terminé de rodar las secuencias sobre Buñuel no había un día que no me preguntara qué pensaría él en tal situación y cómo actuaría. Yo busco personajes ejemplificantes. Lo que resta de cada obra es la libertad creativa o la coherencia, los referentes tanto personales como en sociedad, esas cosas abren caminos. Aute me acompañará bastante tiempo.
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