Carlos González: Títeres, historia y tradición


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Considerado una de las figuras cumbres de la manipulación de títeres de hilo en Cuba, Carlos González Sardiñas y su Grupo de Teatro Hilos Mágicos asumen la construcción, manipulación y el rescate de marionetas. Este narrador, ha convertido su hacer en el medio ideal y síntesis para contar desde la escena, historias y en una manera otra de expresarse.

Con sede en el Teatro la Edad de Oro, sito en Santa Catalina y Juan Delgado, Santos Suárez, municipio 10 de Octubre; Carlos nos guía hacia las prácticas artísticas de una compañía, que con poéticas que hacen coincidir de manera didáctica recursos escénicos, dramaturgia y saberes artesanales, el trabajo marca el ritmo de la agrupación. Proponiendo un espacio orientado al conocimiento y al pensamiento.

¿Quién fue y qué representa para usted, María Antonia Fariñas?

Ella fue como mi segunda madre y en el plano personal la quise mucho. Fue mi maestra, la que me enseñó el arte de las marionetas, a manipular y construir muñecos junto a su esposo.

La conocí en un taller en la escuela del Parque Lenin, en donde ella y Eurípides daban clases. Luego, tuve la oportunidad de hablarle en el parque Almendares, único anfiteatro de marionetas de Cuba.

Ya yo era titiritero, cuando María Antonia llegó a mi vida. Me había graduado de la 1ra Escuela Nacional de Teatro para Niños, perteneciente al Ministerio de Cultura. Allí hacíamos funciones y a su vez dábamos clases como instructores de arte, atendiendo el plan Cultura-Mined y el Teatro. Cuando ocurrió nuestro encuentro, María Antonia pertenecía al grupo El Galpón, fundado el 3 de noviembre 1969. Ella me había visto en otros espectáculos, a mí  me gustaron tanto las marionetas desde el curso que pase, que me le acerque y desde entonces nuestras vidas se entrelazaron junto a la Eurípides Lamata.

Una vez graduado, ¿qué le hizo decidirse por crear una compañía de títeres de marionetas?

En 1990 o finales del 89, surgió la historia de los famosos “proyectos teatrales”. Por un lado, cada cual podría crear nuevos proyectos y, por otro, fue algo desastroso, porque se desintegraron numerosos grupos con mucha historia, entre ellos: El Galpón, Ismaelillo, Anaquillé, El Guiñol de Plaza y otros. Los actores comenzaron a crear proyectos de dos o tres integrantes y emergieron nuevos grupos, con ideas revolucionadoras para aquel momento.

Cuando se desintegró El Galpón, grupo al que yo pertenecía, hice una propuesta escrita; fundar el grupo de marionetas “Hilos Mágicos”. Ya había empezado con María Antonia y habíamos montado las obras “El negrito rumbero” y “Pancho el rítmico”, números que se hicieron para la revista musical y “Busca buscando” dirigida por Fernando Arenal; obras que se acompañaban del teatro musical de la Habana con su orquesta. Para este espectáculo hacía falta hacer una estampa, un número que tuviera que ver con lo latino e hice “Lindito merenguito” con marionetas. La propuesta la presenté al Consejo de las Artes Escénicas, que en aquel momento lo dirigía Raquel Revuelta. El mismo fue aprobado por los especialistas de teatro para niños, y empiezo a trabajar con actores prestados de otras compañías en el cine Pionero y en teatro La Edad de Oro. Iniciamos los números de marionetas con  las obras que habían quedado del grupo El Galpón. Luego de mis primeros trabajos, es que me doy cuenta que el camino, eran las marionetas.

Cuenta usted con una compañía de amplio repertorio teatral, ¿cómo elije el repertorio que se lleva a la escena?

Hay guiones escritos por mí, espectáculos de variedades y adaptaciones, pero trabajamos muchos autores. He montado obras de René Fernández, “Una historia de burros”; Fidel Galván, “Agüita de todos”, de Jesús Barreiros teatro para adultos, “De la gran escena” y para niños “La nana de Renecita”.

En la mayoría de los espectáculos; como la línea que trabajamos son las marionetas; hay que adaptar los libretos, pues muchos de ellos están escritos para técnica de títeres de guante o actuación en vivo.

La marioneta es el títere más complicado dentro de todas las técnicas del teatro de títeres que existe en el mundo entero. Es el títere menos visto, y el que menos actores y especialistas se dedican a trabajar, porque es una labor bien compleja. Hay que tener total dominio del muñeco, en tanto cada hilo representa un movimiento.

Su compañía no solo realiza funciones en las que la herencia cultural es visible, sino también que asume la parte formativa o educativa de públicos y actores ¿cómo recrea tantas cosas a la vez?

Buscamos libretos que lleven un mensaje educativo. Impartimos talleres de construcción y manipulación de muñecos a los actores de esta y otras compañías y a instructores de teatro de las diferentes escuelas de arte, dentro y fuera del país. Sin embargo, aquí en Cuba siempre es muy difícil impartir un taller.

Es muy bueno que me hayas preguntado. Desde hace mucho me está preocupando ¿dónde está la continuidad?  Es importante porque no somos muchos los continuadores de este arte. Este es un arte que no se aprende en un día. Un buen titiritero tiene que saber construir su muñeco y una marioneta no es fácil de hacer, lleva hilo, madera, un diseño mecánico, entre otras cosas. Puede que la realidad sea aún más dura, comparada con lo que les estoy contando.

En lo que se refiere a los actores; ellos rehúyen un poco este hacer, pues el esfuerzo es mayor, requiere de mucho tiempo y dedicación. Por otra parte, están los dirigen el programa de enseñanza de las escuelas de arte, donde se imparten los conocimientos básicos del teatro. Ahora les pregunto ¿dónde está el espacio que merece la enseñanza de las marionetas y del títere en general como algo serio y valedero? No existe. Desgraciadamente, después que falleció Freddy Actiles, que estuvo dando “universidad para todos”, en el que incluyó algunas técnicas sobre marionetas. Con él, desapareció el hálito formal del universo de los títeres. En la escuela de instructores se daban clases de teatro para niños, muy elemental, y en lo que respecta a las marionetas se les pasa por encima, es como algo que no se toca, pero existe porque esta compañía está viva.

Carlos González y el trabajo comunitario

Nos encontramos en la comunidad de Santo Suarez, 10 de octubre. No estamos en la línea priorizada de los teatros del Vedado, Centro Habana o Habana Vieja. Estamos en el municipio que más población infantil tiene en La Habana. Aquí atendemos a las escuelas cercanas al teatro, la escuela especial “Frank País”, la casa de niños sin amparo filial, la escuela de niños con retardo “Laredo”, y diferentes círculos de abuelos, porque también hacemos espectáculos para adultos, además del público que asiduamente viene los fines de semana.

¿Con qué frecuencia cambian ustedes las obras?

Tres semanas, máximo cuatro. Hay espectáculos que duran un mes o un poquito más, por ejemplo, “Aquí está el circo”, es un espectáculo grande todo de marionetas al que asiduamente ha venido mucho público, y mientras tenga esa asistencia, está en cartelera la obra.

¿Obras para adultos?

La primera la hicimos cuando empezó la Bacanal, evento que trata de rescatar el teatro de títeres para adultos. “Títeres bufos son”, espectáculo del teatro bufo cubano, vernáculo, en la que los personajes son la mulata, el negrito y el gallego, hecho para varias técnicas, y ganó 3 premios Caricatos.  Para la 2da edición, montamos “De la gran Escena”, espectáculo donde se usa un texto con doble sentido, en el cual se rinde homenaje al Cabaret Tropicana, con la música que ellos utilizan. Para esta obra empleamos marionetas de figuras emblemáticas como, Rosita Fornés, Benny Moré, Juana Bacallao, Luis Carbonell y nuestra inolvidable Celia Cruz.

“La nana de Renecita”, obra para todas las edades que cuenta la historia de distintos orishas, Oshún, Yemayá, Elegguá, Shangó con el vestuario que cada uno lleva, y la música estuvo a cargo del Conjunto Folclórico Nacional. Espectáculos de corte musical, donde el número de variedades está presente, porque siempre nuestras marionetas siguen este patrón y así rendir homenaje a la música del Caribe, a todas las islas que nos rodean y por su puesto a Cuba.

¿Y el Museo?

Contamos con la única Galería Museo, “María Antonia Fariñas”, de marionetas del país. Exhibimos una muestra de los muñecos originales de la maestra, fotos de ella a partir de 1953, imágenes de los programas que hacía en la televisión, pues fue locutora, pianista y marionetista. Hacia voces, escribía cuentos y poemas. Incluso, exponemos los poemas que le escribió a Fidel Castro cada 13 de agosto, pues se conocían de la universidad. Versos que le hizo llegar a través de Celia Sánchez Manduley, cundo fungía como secretaria del Consejo de Estado.

Nuestra galería les ofrece la posibilidad de que minutos antes de que comience la función, visiten y conozcan la historia de una importante figura del títere cubano.

Acercarse y escudriñar en los saberes y en toda la vasta obra que tiene para mostrar Carlos  y su compañía Hilos Mágicos, es ir al encuentro con un objetivo bien marcado, la conservación de las tradiciones artísticas y la legitimidad del títere de hilos. Un hacer que ha ocupado del teatro para niños y adultos de títeres de marionetas, como cantera y culto de un hacer muy noble; en tanto comparten una subjetividad que pudiera quedar como huella de vida en todo aquel que tenga la oportunidad de conocerle dentro de los escenarios teatrales. Algo que muchas “personitas”  AGRADECEN.


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