Cuerpo.  Acrílico sobre lienzo. 120 x 100 cm. 2019.

Ahondar en el ser humano y hacernos reflexionar sobre sus cualidades, creando así una armonía constructiva que funde lo reconocible con lo abstracto, a partir de técnicas pictóricas cercanas al espíritu, se dan cita en la muestra que estará expuesta en la sala Cernuda del Centro Hispanoamericano de Cultura, hasta el próximo 2 de noviembre.

Sumándose a las acciones por el Aniversario 500 de La Habana y a la Jornada por la Cultura Cubana, Cuerpo revela visualmente el alma de la Isla, en un constante intercambio entre huéspedes y anfitriones, bienvenidas y despedidas. Todo mostrado con dinamismo y el principio sólido que le impregna la contemporaneidad de la idea.

Visual. Acrílico sobre lienzo. 120 x 160 cm. 2019.

¿Háblenos un poco de su trabajo artístico en los últimos meses?

Estaba muy motivado con el objetivo de homenajear el 500 Aniversario de La Habana. Coincidentemente se escogió un mes ideal -octubre-, júbilo para la cultura cubana y al mismo tiempo mes en el que cumplí 70 años, junto a una generación o grupo muy destacado de artistas; no solamente plásticos, sino también músicos, teatrólogos y cineastas.

Después de haber hecho varias exposiciones, hacía mucho tiempo que no exponía en La Habana, y ya tocaba.  Es una situación un poco sui generis y algo que también me motivó para hacer la muestra. Sin tener nada previsto, hace más de un año empecé a trabajar en ello, porque tenía la certeza de que lo iba a hacer. 

Trabajé mucho para lograr una visión distinta de mis trabajos anteriores, por lo tanto, cambié la paleta de color. He seguido utilizando de una manera diferente la conformación del dibujo, de la figura y de los elementos que utilizo. Despojando de estos, a cada cuadro y haciendo un trabajo más minimalista en relación a la forma; lo que antes era común, la flora y la fauna, en este caso no están. Es simplemente el cuerpo de la figura humana.

Dos. Acrílico sobre lienzo. 70 x 70 cm. 2019.

¿Por qué Cuerpo y qué rutas siguió para llegar a esta muestra?

Esta exposición surgió para marcar la diferencia, motivado por las reflexiones y por lo que expresé en una exposición anterior que se llamó De par en par. Puertas concebidas no como simples elementos de soportes, sino que ellas en sí, constituyen una especie de esculturas, en donde empleo el piso, escalones y el marco.

Abiertas a las posibilidades, hay una intención en la que dibujé y dejé aflorar formas. Estas son puertas viejas que no las modifico, sino que saco provecho de lo que ellas mismas sugieren. Para hacerlo, transformé lo que prima en mi obra, la relación de pareja, la sensualidad y el erotismo. Tuve que asumir otros conceptos y criterios; entonces medité mucho sobre el tiempo, la edad, los cambios y las reacciones de las personas ante la vida. De ahí surgió Cuerpo. Una muestra que está conformada por fragmentos de la figura humana en su mayoría, pero no para que ellos mismos se destaquen como tal sino que haya su glorificación en la simbología de mostrar la belleza que tienen todas las partes del cuerpo. Una idea que alienta lo que siempre he pensado, que hay que dignificar o enaltecer la plenitud del ser humano. Hacer pensar, amarse e identificarse con el otro, teniendo sentido de apoyo, solidaridad y de reflexión sobre los misterios que tiene la vida. En cada cuadro hay algo de esa filosofía. Para mí no fue fácil hacérselos llegar, para ello tuve que elegir bien los elementos y expresar bien la idea. Esto fue lo que hice… ya me dirán.

Preludio. Acrílico sobre lienzo. 150 x 124 cm. 2019.

¿Cambios cromáticos, La Habana y su gente?

Hago un homenaje a la cuidad desde su gente y con el uso básicamente de tonos monocromáticos, específicamente del negro; comienzo un acercamiento al espíritu de la espontaneidad que tienen mis dibujos, ya sea en tela o sobre cartulina.

Cuando pinto, el color me absorbe y me traslada a un mundo en que las relaciones de hegemonía entre el dibujo y los tonos a veces se diluyen y se confunden. Quería que en esta muestra hubiese más de la energía y de la naturalidad que traté osadamente de hacer. En los cuadros pueden encontrar manchas, masas oscuras, tonos grises y brochazos hechos con mucha soltura, donde el acrílico es uno de los protagonistas. Lo comparo con la pintura del cirujano que trabaja con el bisturí. Cuando hago una línea, pasa como cuando el médico hace un corte, si quedó mal ya está, no se puede volver a hacer. Esa es otra de las motivaciones que tengo y me propongo. De ahí la esencia y el porqué usé estos elementos que son básicos y esenciales para la realización de la obra. Es realizar una idea a través del dibujo, a través de una gama de valores y sustraer de la pieza todo lo que entretuviera la mente, dejando solo el mensaje que quiero transmitir.

Sentir. Acrílico sobre lienzo. 128 x 144 cm. 2019

¿Cuáles serán los próximos caminos de su obra artística?

Continuaré con el trabajo de las puertas. Pienso hacer una muestra en La Habana y en Matanzas, junto a mi gran amigo Agustín Drake. Artista destacado, oriundo -igual que yo- de Unión de Reyes y al que pretendo homenajear por su entrega a la creación artística.

El camino que emprendí con Cuerpo, aún lo voy a seguir desarrollando. Lo veo como el inicio y la posibilidad de hacer una serie sobre algunos de los elementos que empleé en las piezas.

Evidentemente no renunciaré al color. ¡Ya volverá! Quiero hacer que tenga otro impacto, pero que se integre a como he venido expresándome creativamente y con ello, mi obra seguirá creciendo en un sentido diferente y acorde a los tiempos que corren.

Uno. Acrílico sobre lienzo. 130 x 90 cm. 2019.