Una lectura que recuerda las esencias de la vida...

Un libro del mes de mayo es Corazón, Diario de un niño, del militar, escritor y periodista italiano Edmundo de Amicis (Italia, 1846- 1908) que ha sido publicada por la Editorial Arte y Literatura en su colección Huracán.

Esta elección es uno de los mayores aciertos de este proyecto que apoya el Programa Nacional por la Lectura, esfuerzo del Instituto Cubano del Libro por incentivar una de las principales actividades que todo ser humano, de cualquier edad, debería reclamar como imperiosa necesidad.

Corazón es un tratado sobre el amor y los valores que deben formar parte indisoluble en la formación de niños y adolescentes y es un gran ejemplo del sentido cívico, en la correcta acepción del vocablo, unido a una defensa del lema de la Revolución Francesa Libertad, igualdad y fraternidad.

Amicis es uno de los escritores más populares de Italia y uno de los más conocidos en el mundo entero, puesto que sus obras han sido traducidas a múltiples idiomas y a todos los europeos.

En 1881 publica Retratos literarios, libro de entrevistas con personalidades del mundo literario, el primero de su tipo; en 1883 alcanzó gran notoriedad con su novela Los amigos (Gli amici) y en 1886 apareció Corazón (Cuore), alcanzando un éxito enorme y dando a conocer a su autor a nivel internacional. En dos meses y medio alcanzó 41 ediciones y en 1896 el número de estas llegaba a 197; en el siglo XX se tradujo a cuarenta lenguas.

Luego de esto mostró un abierto interés hacia la realidad social y popular, que le llevó a adherirse al partido socialista y a escribir novelas donde reafirma su preocupación por la adecuada educación de niños y jóvenes.

La estructura de la obra es sencilla; se entremezclan la narración en primera persona del personaje de Enrique —Enrico en el original— con nueve cuentos que uno cada mes narra su maestro a sus alumnos, algunos de ellos considerados clásicos de la literatura infantil, y las cartas del padre y de la madre del protagonista.

Todos estos textos conmovedores, sostienen el objetivo didáctico evidente del autor y su afán por contribuir a la formación ética de sus jóvenes lectores, y en los mismos resalta la búsqueda de la ejemplaridad en el comportamiento humano; la solidaridad, la sensibilidad, el patriotismo, el sentido del deber y del honor; el amor fraternal, al trabajo y a la familia; la honradez,  la honestidad,  el respeto, la misericordia, la compasión y la bondad , todo esto a través de una escritura, tanto en las narraciones como en las epístolas, caracterizada por la riqueza del lenguaje y la claridad descriptiva de ambientes y emociones.

La narración en primera persona de las situaciones en las que se involucra el personaje u observa, hace que la obra sea un diario, fundamentalmente de la vida en ese colegio, donde los muchachos ricos, de clase media y pobres se entremezclan, dando lugar a muchos conflictos de clase que son resueltos por Amici a través de la exaltación de los mejores sentimientos y la mayor de las sabidurías emocionales por parte de los adultos. 

Si uno de los valores sorprende en este libro es el absoluto conocimiento que del mundo infantil y juvenil posee el autor; las acertadas interpretaciones que hace de los sentimientos de los personajes ante las diferentes situaciones por las que atraviesan, aseguran la vigencia y universalidad de la obra y el extraordinario carácter humano y educativo de la misma, tanto para padres como para maestros.

Es un manual sensible de cómo han de ser ciertamente los procesos educativos, de los cuales, queda más que claro, no pueden estar ausentes el afecto y la ternura, sostenidos por la comprensión y el dominio de la psiquis infantil y juvenil, para lo cual, es imprescindible una adecuada formación pedagógica, carácter moral intachable y una cultura general que permitan moldear personalidades con sólidos conocimientos y valores éticos y humanos.

Tanto los niños como los adolescentes requieren de mucho amor para aprender a vivir y lamentablemente no siempre lo encuentran en las aulas, como tampoco se encuentran en una mayoría preocupante de los educadores esas maneras y herramientas necesarias para inculcar, que no adoctrinar, el amor a la Patria, a la bandera, al Himno, y al escudo.

Para esto también es buena esta lectura; en uno de los momentos un personaje dice «El que de pequeño respeta la bandera, sabrá defenderla cuando sea mayor», lo cual es otra de las verdades que a veces olvidamos.

Pero sobre todo este libro enfatiza en la búsqueda de la conciencia profunda en el actuar, en la negación de la superficialidad o las frases huecas, y de la disparidad entre discurso y hechos, y en la eficiencia de la sinceridad en la enseñanza a partir de los ejemplos.

Quizás sea una obra didáctica y lacrimógena en demasía, algunos dirían que hasta cursi; se ha dicho que es «una obra vencida», otros señalan el tono ingenuo o critican el optimismo histórico de la prosa de Amicis, que se corresponde con la propia ideología de un luchador comprometido por la reunificación nacional, posición que para muchos significó una utopía en su momento.

Pero Corazón es perfecta para nuestra época en la cual las carencias afectivas y éticas se reiteran demasiado en las aulas, fundamentalmente primarias y secundarias, donde son tan imprescindibles.

Se debe subrayar que aunque el propósito de esta obra es cardinalmente pedagógico, resulta una lectura amable y fluida; es posible que algunos consideren que es un libro solo para niños y jóvenes, sin embargo, en los tiempos que corren se hacen ineludibles para todos lecturas como esta, una de las más universales piezas italianas de todos los tiempos, que recuerda las esencias de la vida, para que el presente pueda asegurar un futuro mejor que el que se vislumbra.