Katia Cárdenas, directora de Gestión Cultural Cultural de la OHC.

Pese a las impactantes imágenes que por estos días hemos observado de La Habana Vieja, con las calles y plazas de su Centro Histórico prácticamente desiertas a causa de la Covid-19, el corazón de las numerosas instituciones culturales allí enclavadas no ha dejado de latir.

“En estos momentos en que estamos en confinamiento, cuidándonos todos de esta pandemia, el Patrimonio ha tenido que jugar también un papel importante; tanto en la continuación de las acciones promocionales y de comunicación de nuestros espacios, como en la conservación de los bienes patrimoniales en los inmuebles de la Oficina del Historiador de la Ciudad”.

Plaza Vieja. Foto: Gabriel Guerra Bianchini.

Así adelantaba al Blog Cubarte las acciones que allí tienen lugar Katia Cárdenas, directora de Gestión Cultural Cultural de la OHC.

“Todas las semanas nuestras instituciones museísticas son abiertas, se realizan labores de limpieza en ellas y nuestros conservadores, junto a un equipo del Gabinete de Conservación y Restauración de la Dirección de Patrimonio Cultural trabajan en las colecciones; conservando algunas piezas que requieren una mirada más detallada y, según su especialidad, van haciendo las acciones que estas requieran.

Se ha aprovechado también para terminar algunos procesos de restauración en nuestros espacios museísticos, como es el caso de la Armería; asimismo en el Teatro Martí se realizan labores de mantenimiento”.

A otros escenarios, exentos de las limitaciones que imponen actualmente las medidas sanitarias, han sabido trasladar su presencia muchas de las instituciones culturales subordinadas a la OHC, nos decía la funcionaria.

“En cuanto a las acciones de la Programación, de la Comunicación, nos hemos trasladado al entorno virtual a partir de la página del Programa Cultural de la Oficina del Historiador en Facebook, la cual ha sido nuestra principal aliada; además del sitio Habana Cultural perteneciente también a nuestra Dirección de Patrimonio Cultural.

Las páginas de Facebook, por ejemplo, han tenido un gran movimiento en estos tiempos, como el Reto que realizamos para celebrar el Día Internacional de los Museos que logró una amplia participación de los públicos en la presentación de piezas museológicas y la localización de en qué museo se encontraban.

También se están lanzando convocatorias a concursos, tanto en la propia página del Programa Cultural, como en las páginas de Facebook que ya tienen más de veinte instituciones nuestras. Recientemente se premió el convocado por el Día de Europa, organizado por el Centro de Interpretación para las Relaciones Culturales Cuba-Europa que radica en el Palacio del Segundo Cabo, en coordinación con la Unión Europea.

El certamen, que se tituló Dibujando Europa, también se realizó en un entorno virtual. A él los niños tenían que mandar sus dibujos junto a una foto, y así se eligieron se los ganadores en las diferentes categorías. Los organizadores tuvieron la delicadeza de acercarse a cada una de las viviendas de los niños que respondieron a la convocatoria y, por supuesto, a las de los premiados, para entregarles un regalo por su participación.

Otras instituciones han presentado también sus propuestas, entre ellas el Centro A+ Espacios Adolescentes, el cual desarrolló una importante campaña con su concurso Veo + Creando en Casa para la realización de cortos audiovisuales por parte de los adolescentes, quienes pudieron hacer estos materiales con sus equipos móviles.

Con el apoyo de la UNICEF, en estos momentos se está desarrollando allí un taller virtual que sesiona tres veces a la semana mediante foros debates de dos horas de duración, con el propósito de que los asistentes expresen cómo es vivir la adolescencia en la etapa de la Covid.  Los debates, las interpretaciones, las presentaciones que ellos están realizando nos han dejado muy asombrados por su nivel de profundidad”.

En su intercambio con el Blog Cubarte la directora de Gestión Cultural de la Oficina del Historiador de la Ciudad también destacó las acciones realizadas en la internet por el complejo de museos de la Plaza de la Catedral, la Casa de África, la de la Obra Pía, la de la Poesía y la de las Tejas Verdes, esta última en el municipio Playa.

“Mención aparte merece la celebración el pasado 7 de junio del Día del Bibliotecario que realmente fue muy intensa. Como parte de ella se desarrolló un curso encaminado a elaborar una estrategia del trabajo de las bibliotecas en la época de pandemia; así como varios concursos.

Una de las acciones más valiosas por esa efeméride fue la colocación de la Colección Facticia de Emilio Roig en nuestro sitio Habana Cultural. Se trata de una colección muy valiosa para los investigadores, para quienes están siempre indagando en nuestra historia y creo que la presentación cada semana de uno de sus tomos ha sido uno de los mayores aportes de los bibliotecarios en su celebración.

En resumen, pienso que, llegando al espacio virtual, encontrándose con la página del Programa Cultural de la Oficina del Historiador de la Ciudad, los diferentes públicos van a hallar diversos enlaces a otras páginas también de la Oficina del Historiador que están muy activas en esta época”.

Inesperada, en la actual etapa de distanciamiento social, fue la noticia que para el cierre de nuestra conversación nos reservaba Katia Cárdenas.

“Ya nos estamos preparando porque próximamente estaremos lanzando nuestra campaña de la próxima edición de Rutas y Andares, la cual se desarrollará, también en el entorno virtual, del 6 de julio al 31 de agosto.

Estamos aprovechando todas las capacidades que hemos desarrollado en las páginas de Facebook de las diferentes instituciones para elaborar una estrategia de comunicación participativa en las redes sociales; además, vamos a revisitar las memorias de años anteriores”.

Más de 16 mil personas participaron el verano pasado en este proyecto que, en cierta medida, resume el quehacer de la Oficina del Historiador de la Ciudad, institución que mantiene vivo el espíritu cultural de La Habana Vieja; no obstante, las imágenes de sus calles y plazas desiertas.