Palabras de inauguración del VIII Coloquio Internacional La diversidad cultural en el Caribe: Resiliencia y creación en escenarios de pandemia, que tiene lugar entre el 24 y el 26 de mayo en la Casa de las Américas.

Gabriela Ramos, especialista del Centro de Estudios del Caribe de la Casa de las Américas

Han transcurrido tres años desde que en 2019 celebráramos el VII Coloquio Internacional La Diversidad Cultural en el Caribe, el último gran evento presencial del Centro de Estudios del Caribe antes del inicio de la pandemia de la Covid-19. Ello no implicó, en medida alguna, que se detuviera el trabajo; solo tuvimos que encontrar un nuevo curso para seguir desarrollando nuestra misión fundamental: la investigación y gestión cultural desde / sobre / para el Caribe dentro de esta institución que es la Casa de las Américas.

Los dos últimos años han llevado al límite las capacidades de todos los actores sociales a nivel mundial. Agradecemos a los científicos que, de manera oportuna y sin descanso, han contribuido a que hoy podamos estar reunidos. Pero, más allá de ese trabajo urgente que ha sido, y es, la batalla contra el virus, hemos asistido a la reinvención del trabajo cultural, imprescindible como parte de las economías y esencial para la supervivencia de la humanidad.

Podemos dar cuenta, como actores o beneficiarios, de la transformación de estrategias comunicativas, de la gestión y promoción de las artes, del trabajo comunitario y la resolución de problemas de suministros y alimentación, de la participación ciudadana y de la creación de grupos de apoyo y redes de trabajo para sortear los efectos de la pandemia. Nuestra región, este Caribe que nos une, es expresión de estas transformaciones y del saldo positivo que ha tenido salir de los márgenes habituales para la creación.

El trabajo de esta Casa de las Américas ha tomado los espacios de la virtualidad y no ha cesado en su empeño de lograr el acercamiento entre nuestros pueblos a través de la cultura y el pensamiento crítico. En los dos años anteriores, el Centro de Estudios del Caribe celebró sendos Ciclos de Pensamiento Social Caribeño con el apoyo de todo el equipo de informáticos que ha logrado poner en marcha y sostener en el tiempo la realización de eventos de manera virtual. Sin embargo, no por ello dejamos de celebrar el reencuentro que protagonizó el Premio Literario Casa de las Américas o la muy reciente edición de Mayo Teatral, con la cual compartimos espacio en esta sala a través de una muestra de sus carteles.

La complejidad de estos dos años para la cultura y sus diferentes maneras de acontecer en el seno de lo social nos interrogan sobre el espacio Caribe más allá de la pandemia. Nuestra región, en eterna contingencia desde la colonización y atravesada por los efectos de la pobreza, los desastres naturales, el extractivismo, las violencias de toda naturaleza, la lucha de clases y la dependencia que, en mayor o menor medida afectan a la mayoría de sus territorios, ha sido puesta a prueba una vez más.

Defendemos y confiamos en la posibilidad de articular redes en todas las direcciones y de manera interseccional. Así hemos trabajado siempre y lo seguiremos haciendo. Hoy podemos decir que nos acompañan actores del feminismo, del trabajo ambiental y comunitario, de la gestión artístico-cultural virtual, de las industrias creativas y de otras aristas desde y para las que se ha desplegado la praxis cotidiana, durante este periodo, en la diversidad que compone los países y la cultura del Caribe.

Queremos agradecer a todas las personas e instituciones, tanto dentro como fuera de la Casa de las Américas que han hecho posible la realización de este evento. Especialmente, a la Oficina Regional para México, Centroamérica y el Caribe de la Fundación Rosa Luxemburgo, la Facultad de Artes y Letras de la Universidad de La Habana, la Editorial UH y la Cátedra de Estudios del Caribe Norman Girvan de la Universidad de La Habana.

¡Sean todos muy bienvenidos!