«José Luis Estrada Betancourt y José Aurelio Paz Jiménez compartieron la capacidad de los iluminados para unir la mirada con la mente y el corazón», dijo de ellos Ricardo Ronquillo Bello, presidente nacional de la Upec, en el homenaje que el Coloquio Nacional de Periodismo Cultural hiciera a ambos reporteros, fallecidos en 2021 a causa de la COVID-19.

Los dos compartieron, además —continuó Ronquillo—, el hecho de provenir de otras carreras, pero su talento, gracia y cualidades personales los jerarquizaron en seguida como excelentes periodistas.

Tras contar un par de anécdotas singulares vividas con Estrada, a quien el presidente de la Upec dirigió en Juventud Rebelde y conoció más de cerca, y homenajear también a Juana —madre de José Luis, presente, muy emocionada, en la velada— otros amigos y colegas de él y de José Aurelio les dedicaron hermosos retratos verbales.

El Coloquio Nacional de Periodismo Cultural rindió homenaje a los reporteros José Luis Estrada y José Aurelio Paz.

El realizador Luis Morlote, el periodista Yuris Nórido, el coreógrafo y bailarín Pedro Ruiz, el bailarín Armando Gómez, el gran amigo camagüeyano Yunielkis Naranjo y Marco, hermano de José Luis, enviaron en video o dijeron en vivo cuánto representó, en sus vidas y en las de tantas personas sensibles, el roce con uno, otro o los dos creadores.

Periodista, poeta y promotor cultural, Reinaldo Cedeño Pineda gozó de sus amistades. Para la ocasión, prefirió expresarse con la relectura de su propia crónica «El más noble de los periodistas cubanos», donde trenza hermosamente la angustia del ser que moría con el vigor del periodista incansable.

Para que se escuchara también el especial decir de José Aurelio Paz, el actor Gabriel Castillo leyó una de esas crónicas que le garantizarán el permanente coloquio del recuerdo.

Estudiantes atentos    

En un espacioso salón de la Universidad de Camagüey estudiantes de periodismo, profesores de la carrera y otros participantes en el Coloquio escucharon el elogio que el Doctor Luis Álvarez Álvarez hizo de la persona y la obra del crítico de arte, promotor cultural y coleccionista Jorge Rivas Rodríguez, Premio Nacional de Periodismo Cultural «José Antonio Fernández de Castro» 2022.

Álvarez Álvarez apuntó temprano que «siempre elogiamos igual», así que emprendió el camino de la originalidad y fue cruzando los valores de un periodista que a su juicio es modelo, por su capacidad, con valoraciones de la carrera y de las herramientas que debe agenciarse quien se aventure en el periodismo de línea cultural.

La obra del crítico de arte, promotor cultural y coleccionista Jorge Rivas Rodríguez, Premio Nacional de Periodismo Cultural «José Antonio Fernández de Castro» 2022 fue resaltada durante el encuentro.

El presidente de honor del evento, conocido por sus agudos juicios sobre arte, cultura e historia, señaló que el nacimiento del periodismo cultural está ligado al nacimiento mismo del periodismo en Cuba, pero aclaró que no consiste en «una cosa bonita»: es una cosa fundamental.

Las tempranas capacidades de Jorge Rivas para el periodismo en esta área fueron referidas en el elogio. De cara al historial del homenajeado, Álvarez Álvarez dijo que el periodista debe ser un explorador llamado a buscarse su currículo y a andar su camino. Rivas, en tanto, repasó ante los muchos jóvenes del salón los proyectos culturales que más ha disfrutado emprender.

A continuación de ese reconocimiento fue presentado el libro Ser periodista, ser Quijote, de Reinaldo Cedeño Pineda. Esta obra, como todas las de su autor, se erige en herramienta de aprendizaje y disfrute para los jóvenes de la carrera y las redacciones.

El libro Ser periodista, ser Quijote, de Reinaldo Cedeño Pineda se presentó en la primera jornada del evento.

Contacto en Santa Cruz del Sur

Seguramente no son los mejores tiempos para los periodistas en Santa Cruz del Sur, pero nadie pretende cansarse: trabajando con más dignidad que condiciones en un local temporal desde que un fenómeno telúrico los obligara a dejar su hermosa sede de siempre, el colectivo de 35 trabajadores —¡solo tres de ellos periodistas!— se reconoce optimista.

«¡Podemos! ¡Nuestros periodistas son unos valientes!», le dijo a Ricardo Ronquillo el director de la planta, Yunior Hierrezuelo Martínez. Sí, el presidente de la Upec fue a hablar con ellos, 80 kilómetros al sur de la ciudad de Camagüey.

«Es la grandeza que me hace admirar más a nuestra gente», me ha confesado varias veces el presidente de la Upec en esta semana de recorridos por delegaciones de base de Ciego de Ávila y Camagüey. En verdad sobra entereza en los reporteros de la emisora y de la corresponsalía de Televisión Camagüey en Santa Cruz del Sur, porque apenas escucharon al visitante hablar de experimentos de gestión editorial y empresarial para convertir los medios en multimedios, dijeron que sí, que ellos quieren sumarse.

Mirando tanto su situación material y de plantilla como su voluntad de trabajo, Ronquillo les comentó que el país necesita una estrategia de municipalización en la captación de estudiantes para la carrera; esto es, reforzarla en territorios con déficit de reporteros. En ese sentido, Radio Santa Cruz vela, cual huevos dorados, a los cuatro muchachos del municipio que estudian la carrera.

De momento, sus trabajadores se han propuesto llegar a hacer un trabajo tan bueno como Radio Florida, especie de espejo en el trabajo de la radio camagüeyana al punto de ser la única planta municipal del país incluida en el proyecto de gestión editorial y económica que debe decidir, para bien, las maneras en que operen y prosperen nuestros medios.

Si todo va bien —la propia intendente del municipio, Miraidis López Álvarez, se asume optimista y compañera—, para mayo del año próximo, cuando se celebren los 55 años de Radio Santa Cruz, lo harán en una flamante planta que desde ya debe concebirse como un multimedio.

En lo que eso llega y los experimentos para construir otro modelo de gestión dan con «las fórmulas» justas, los profesionales de la prensa en Santa Cruz del Sur, acompañados por sus autoridades, se encaminan a limpiar, con diálogos, los viejos obstáculos de la comunicación y a acoger en su modesta sede temporal a cuanto funcionario cumpla sus deberes públicos para con el pueblo, de modo que en 2023 la casa nueva se abra también con el brillo de la mayor transparencia informativa.