El proyecto multidisciplinario, concebido para fomentar vínculos, estimular y promover las más diversas formas de la creación artística e intelectual, llega a su tercera edición con acciones que enriquecen la propuesta “Tierra, territorio del pensamiento y la creación joven en las Américas”.   Así, Casa Tomada instaura un diálogo entre los jóvenes creadores, fortaleciendo el intercambio e incitando el debate sobre luchas cotidianas dimensionándolas a escala regional, exponiendo las zonas de conflictos y entendiéndolo todo como identidad cultural.

Trascendiendo los espacios de la Casa de las Américas, el III Taller llegó a varias ciudades del centro y oriente de Cuba, en busca de pluralidad de voces, la crítica y el pensamiento social. Encuentro donde el intercambio de experiencias con las comunidades, gestores culturales y talleres de formación artística, amplio las fronteras de la mirada y ejercitó la capacidad de dialogar, mientras se hizo más profunda la experiencia y la relación con diversas manifestaciones. 

A la escucha, coloquios que fomentaron los métodos de la crítica para pensar sobre lo que vemos, escuchamos y vivimos. Intensificando el placer y poniendo palabras en las zonas de silencio. En tanto, los planos sonoros, espacio auditivo y la estética del sonido, estuvo precedida de la interrogante ¿Cuál es el discurso que lo acompaña? El papel de la música, ideas y arquetipos: divergencias entre lo que se dice, lo que se muestra y lo que se narra. Obras danzarías, de teatro, performances, exposiciones y proyecciones audiovisuales, se suman al programa donde el lenguaje cinematográfico: plano, ritmo, cuadro, montaje y sintaxis, los modos de producción como ángulo para pensar en cine, así como las estructuras narrativas y heredadas por otras disciplinas, sembraron el debate alrededor de la producción nacional y las estéticas regionales. Además, estuvieron las lecturas y visitas a lugares históricos, dejando sobre la mesa, temas sobre la desigualdad, la exclusión y sus múltiples escalas subjetiva y simbólica, la violencia y el emerger de nuevos actores sociales que encuentran también nuevas expresiones en el espacio público. 

Tanto así, los talleres Casa Tomada, resultaron demanda de encuentros sobre la permanencia y la multiplicidad histórica de las culturas que unen a los pueblos americanos en su diversidad, estética e ideas y el diálogo entre creación e industria y entre proyecto, obra y producto.