JoJazz 2019. Epílogo


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Se escurrían los primeros minutos pasadas las 5 de la tarde del domingo 24 de noviembre de 2019, cuando se apagaron las luces de la sala Tito Junco, del centro cultural capitalino Bertolt Brecht. Se escucharon las notas del tema que identifica el certamen y de pronto, una gran tensión entre los aspirantes a los premios, amistades y familiares. La suerte estaba echada.

En la velada, los presentadores Bárbara Sánchez Novoa y Marino Luzardo, fueron los encargados de brindar alegrías a los ganadores y el desconcierto a otros que se suponían con posibilidades. En general, y al igual que en años anteriores, afortunadamente coincido con la mayoría de las decisiones del jurado. De igual manera, los asistentes mostraron conformidad con muchos de los resultados.

Aunque en general, en la clausura de estos eventos el tiempo para interpretaciones en vivo es poco, la presencia en escena de las sillas e instrumentos de un formato sinfónico y que en el público, solo unos pocos músicos tuvieran sus instrumentos listos, delataba un tanto los resultados.

Efectivamente, no es raro que en otros certámenes se solicite a varios competidores de buen nivel, que realicen interpretaciones de obras durante la ceremonia de premiación, pero en general se trata de buscar que muestren otras aristas de su trabajo, y no exactamente las piezas con que compiten. El hecho de actuar en la clausura, donde por supuesto hay mayor atención por parte de la prensa, es un reconocimiento en sí mismo, con independencia de los resultados. Creo que, en aras de crear una mayor expectativa, podrían buscarse otras variantes para próximas ediciones.

En la categoría de interpretación de solistas menores, la vocalista camagüeyana Laura Rodríguez Echemendía, se alzó con el primer premio, mientras que la secundaban el violinista villaclareño Eduardo Izaguirre Artiles y el guitarrista habanero Juan Carlos Poveda Alfonso, en segundo y tercer puesto, respectivamente.

Desafortunadamente, las propuestas de los solistas mayores no estuvieron a la altura esperada, y el jurado con justicia, decidió no premiar a ninguno de los participantes en esta categoría. Esta situación obliga a replantearse los mecanismos de selección de los concursantes, así como los estímulos necesarios para que, como en anteriores ediciones, se presenten quienes realmente tienen un trabajo consolidado, una madurez interpretativa y artística, que pueden hacer un buen papel en el certamen.

En las interpretaciones para pequeño formato, resultó triunfador el Cuarteto de saxofones “Confluencia” de Santiago de Cuba; mientras que los pinareños de la agrupación Equinox quedaron en segundo y la formación Le noted blue del conservatorio Amadeo Roldán de La Habana, obtenían el tercer lugar. Los santiagueros, obtuvieron adicionalmente premios de la Asociación Hermanos Saíz y de la Fiesta del Tambor. También, su director, Alejandro Sera, recibía el premio de la firma Soundwear, por su calidad como intérprete.

En la categoría de composición, cada participante concursaba con dos obras. Lamentablemente, en el momento de la premiación de esta categoría, solo fueron anunciados los autores ganadores, pero no se mencionó por cual o cuales de sus obras recibían el premio. El mayor lauro en este sentido, lo obtuvo el pianista holguinero Carlos Vega Pérez; escoltado por los capitalinos Claudio González Hernández (flautista) y el baterista Yandy García Palacios. Adicionalmente obtuvieron menciones en este apartado, el holguinero Christopher Jonathan Leyva Ortiz y el habanero Abel González Lescay.

Los últimos premios de la velada, correspondieron a la categoría de agrupaciones de gran formato. En la misma, los integrantes de la Jazz Band de Santiago de Cuba obtuvieron mención, mientras que las agrupaciones similares de Pinar del Río y de la Escuela Nacional de Arte (ENA) lograban el tercer y segundo puesto, respectivamente. Los ganadores de esta categoría, quienes por demás obtuvieron el gran premio JoJazz; fueron los integrantes de la Jazz Band de Holguín. El primer trompeta de la agrupación holguinera, Jorge Luis González Nodarse, recibió un premio adicional por su desempeño, cortesía del proyecto artístico Fábrica de Arte Cubano.

Durante la velada, la vocalista Laura Rodríguez Echemendía, acompañada por la Orquesta de Cuerdas del Conservatorio de Camagüey, interpretó la obra cubana Siboney (firmada por Ernesto Lecuona) y Anything goes (compuesta por el norteamericano Cole Porter). Por su parte los santiagueros del cuarteto de saxofones Confluencia interpretaron dos obras, concluyendo con su excelente versión de Manteca (conocido estándar creado por el cubano Chano Pozo y el estadounidense Dizzie Gillespie).

Cerraban así las cortinas de la vigesimosegunda edición del JoJazz, esta vez dedicado a conmemorar los 35 años de existencia del Festival de Jazz de La Habana y al 500 aniversario de la capital cubana.

Acopiando todas las experiencias de estos días, los integrantes de la Empresa Nacional de Música Popular (organizadores del certamen) ya están concibiendo los necesarios cambios para que el JoJazz 2020, sea nuevamente el evento, donde confluye todo el talento joven de aquellos quienes, con la ilusión de triunfar, sueñan cada noche, con llegar a La Habana, el próximo noviembre.


1 comentarios

Ulises Rodríguez Hernández
23 de Mayo de 2020 a las 16:00

Como será el Jojazz de este año. Saludos y felicitaciones para los que hacen posible lo imposible. Que el Jazz no muera.

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