La Asociación Hermanos Saíz (AHS) es la organización que aglutina y representa a la joven vanguardia artística cubana, desde todas las expresiones de la creación artística y literaria.

Próximos a celebrar su tercer Congreso los bisoños que en ella se ven reflejados esperan un cónclave que se parezca a su tiempo.

Para conocer cómo desean sea esta magna cita dialogamos con Gustavo González, un músico que tiene la responsabilidad de liderar una agrupación que ha sabido ocupar posiciones cimeras en el gusto de la población y en el criterio de expertos: La Cruzada

¿Con qué expectativas llegas al III Congreso de la AHS?

Espero que revisemos a profundidad el camino que llevan los procesos culturales que se dan en el país y ver cómo nosotros como artistas podemos cómo mejorarlos.

Aún nos falta mucho para llegar al lugar que aspiramos, en el Congreso debemos debatir aspectos prácticos que todavía no están funcionando todo lo bien que pueden, y eso influye en que el arte joven y su vanguardia no esté en las posiciones que, en mi opinión, debemos ocupar.

Espero vivir jornadas intensas y sobre todo que sean provechosas y que tengan una traducción concreta.

¿Cuál consideras cómo principal desafío para la organización en estos momentos?

Que el arte que hacemos sea visible para todos los públicos, que el arte que producimos desde aquí pueda llegar a la gente, que lo conozcan para que puedan evaluar su calidad.

Además, tenemos la responsabilidad de facilitar canales efectivos y oportunos para la difusión de lo que hacemos, para que los jóvenes creadores podamos tener mecanismos más asequibles para que nuestra obra sea cada vez más cercana a las universidades y otros centros donde se concentra la juventud, principalmente.

Este Congreso coincide con la Jornada por la Cultura Cubana y con la que se dedica a Camilo Cienfuegos y a Ernesto Che Guevara.

¿Cuáles de las obras musicales dedicadas a ellos sientes más cercanas?

A mi generación la marcó mucho la interpretación que hicieron de ellas los artistas de la llamada “Nueva Trova”, especialmente la que compuso Gerardo Alfonso para el momento en que sus restos llegaron a la patria.

Hay muchas obras que han marcado los procesos históricos en este país, tal vez por algún motivo sociopolítico-cultural nos hemos caracterizado por hacerle canciones a hechos concretos.

Pero siempre insisto en que es importante no olvidar la historia, porque ella nos hace entender el presente y enrumbarnos hacia el futuro.

¿Consideras que esta generación de artistas seguirá esa tradición?

Debemos hacer que los creadores más jóvenes sean capaces de expresar cómo han entendido la historia y reflejar sus momentos en sus obras, expresadas a través de sus manifestaciones.

Todavía nos mostramos reticentes a eso, a buscar nuevas expresiones más modernas para hacerlo.

Considero que no hemos sabido entender la línea que une el mensaje y la manera en que se construye desde el arte.

¿Te has sentido motivado por crear una obra para un momento o personalidad?

Te hablo con toda sinceridad, esa no ha sido una línea de composición que yo haya explotado, lo que no quiere decir que no me interese, simplemente pienso que hay muchos que ya lo han hecho.

En lo personal me llama la atención hacer canciones que traten de cosas que  en mi tiempo a las personas les “choca”.

¿Cuáles son los planes más cercanos para La Cruzada?

Estamos concretando un proyecto de colaboración entre varios artistas provenientes de diferentes vertientes musicales, con canciones que sean desde nuestra realidad, que tengan relación con lo que nos afecta.

Por supuesto para eso mantenemos muy cerca el legado heredado porque no somos un fenómeno surgido desde la espontaneidad.

Con esto trataremos de conectarnos más con la gente joven, que ellos sientan que la historia le son cercanas y no aparezca como imposición de una generación que la vivió.