La profesión que más ejerció José Martí durante su existencia fue la de periodista. Desde la etapa de su juventud, en enero de 1869, cuando estaba próximo a cumplir 16 años escribió lo que se ha considerado sea su primer trabajo de carácter político.
Entonces señaló que nunca había sabido que era escribir para el público aunque aseguró que no tenía miedo de hacerlo.
Dos años después, tras haber padecido en Cuba el presidio y la realización de trabajo forzado y haber sido deportado hacia España Martí elaboró primero un trabajo titulado “Castillo”, apellido de un hombre muy viejo que se hallaba encarcelado, y posteriormente un material titulado “El Presidio Político en Cuba”.
La publicación de este trabajo evidenció un acto de valentía en Martí, porque se editó, precisamente, en la propia capital de la metrópoli española. Tenía entonces tan solo 18 años.
Martí describió con singular firmeza lo que se padecía en el presidio en Cuba al exponer: “¿Qué es aquello? Nada. Ser apaleado, ser pisoteado, ser arrastrado, ser abofeteado en la misma calle, junto a la misma casa, en la misma ventana donde un mes antes recibíamos la bendición de nuestra madre, ¿qué es? Nada. Pasar allí con el agua a la cintura, con el pico en la mano, con el grillo en los pies, las horas que días atrás pasábamos en el seno del hogar, porque el sol molestaba nuestras pupilas, y el calor alteraba nuestra salud.”
En ese trabajo también manifestó: “¿A qué hablar de mí mismo, ahora que hablo de sufrimientos, sí otros han sufrido más que yo? Cuando otros lloran sangre, ¿qué derecho tengo yo para llorar lágrimas?”.
Y además precisó: “Si los dolores verdaderamente agudos pueden ser templados por algún goce, solo puede templarlos el goce de acallar el grito de dolor de los demás. Y si algo los exacerba y los hace terribles, es seguramente la convicción de nuestra impotencia para calmar los dolores ajenos.”
En 1873 Martí elaboró en España otro significativo trabajo. Tras haberse proclamado la República en la península ibérica expuso consideraciones acerca de la lucha por la independencia de Cuba y cuál debía ser la postura de los nuevos gobernantes.
En este trabajo detalló un criterio acerca de la Patria al afirmar que es comunidad de intereses, unidad de tradiciones, unidad de fines, fusión dulcísimo y consoladora de amores y esperanzas.
Un tiempo más adelante, cuando ejerció el periodismo en México a partir de su llegada a este país en febrero de 1875, Martí continuó citando conceptos de gran significación en los trabajos que publicó en la Revista Universal.
Entre abril de 1877 y agosto de 1878 que residió en Guatemala igualmente escribió un trabajo en el que analizó los Códigos nuevos que se aplicarían en el país y además elaboró un folleto titulado con el nombre de este país centroamericano.
Durante su estancia en Guatemala tuvo la intención de crear una revista, pero ello no fue posible.
Ya a partir de 1880 cuando reside en Nueva York Martí comienza a publicar algunos trabajos en algunos periódicos estadounidenses, pero es en Venezuela, en el período comprendido entre enero y julio de 1881, que logra una relación con el dueño y director de La Opinión Nacional, de Caracas, e incluso además de escribir para esa publicación, hace realidad el sueño que tenía al crear y dirigir una Revista, aunque de esta solo pudo editar dos números por tener que salir de la capital venezolana.
Tras su retorno a los Estados Unidos Martí sigue enviando trabajos primero para la Opinión Nacional, de Caracas, y después a partir de 1882 para la Nación de Buenos Aires, Argentina.
Además en el territorio estadounidense en 1885 se relaciona con la Revista América, de la cual después llega a dirigir.
En 1889 Martí encara un proyecto de singular envergadura al crear, escribir y dirigir
La Revista La Edad de Oro, especialmente dirigida a los niños.
En julio del citado año salió el primer número de esa publicación y Martí detalló al respecto en una nota introductoria: “Este periódico se publica para conversar una vez al mes, como buenos amigos, con los caballeros de mañana, y con las madres de mañana; para contarles a las niñas cuentos lindos con que entretener a sus visitas y jugar con sus muñecas; y para decirles a los niños lo que deben saber para ser de veras hombres.”
También aseguró: “Para los niños trabajamos, porque los niños son los que saben querer, porque los niños son la esperanza del mundo.”
Casi dos años después en un trabajo titulado Nuestra América, publicado inicialmente en la Revista Ilustrada de Nueva York el primero de enero de 1891 y reproducido el 30 del propio mes y año por El Partido Liberal de México, Martí llegó a plantear que trincheras de ideas valen más que trincheras de piedra.
Y al año siguiente Martí igualmente como expresión del valor que le atribuyese al periodismo como una vía eficaz para también trabajar en el empeño de lograr la reanudación de la guerra por la independencia de Cuba, creó y dirigió el periódico Patria.
En la edición inicial de Patria, el 14 de marzo de 1892, Martí publicó su trabajo “Nuestras ideas” en el que precisó cuáles eran los objetivos esenciales de la citada publicación. Manifestó que para juntar y amar, y para vivir en la pasión por la verdad, nace este periódico, y planteó principios muy importantes, entre los cuales se encuentra el siguiente: “El patriotismo es un deber santo, cuando se lucha por poner la patria en condición de que vivan en ella más felices los hombres.”
Tanto en esa edición como en otras Martí difundió diversos materiales, varios de ellos relacionados con el Partido Revolucionario Cubano así como ofreció semblanzas acerca de destacados luchadores por la independencia de Cuba como por ejemplo, en torno a Antonio Maceo.
En su quehacer como periodista a través de años José Martí actuó en plena correspondencia con lo que él planteara al respecto y a manera de ejemplo cito lo que señaló en un trabajo publicado en La Nación, de Buenos Aires, en la edición del 28 de marzo de 1886 en el que enfatizó. “No hay monarca como un periodista honrado.”
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