El Proyecto creado por Orlando Cruzata arriba a sus 25 años. Casa del audiovisual cubano, escuela de noveles y escenario perfecto para el constante ejercicio de consagrados, celebra este aniversario con la satisfacción de ser líder en cuanto a visualizar y promover el desarrollo del video clip de casa, y hacerlo con la responsabilidad de haber aprendido a “batirse” contra molinos de vientos.

Lucas, sin proponérselo, es reflejo de los cambios que acontecen en la sociedad cubana, pues en esa simbiosis de música e imagen muestra la amplitud y diversidad sonora que ambula por toda la Isla; el desarrollo profesional alcanzado por realizadores (dígase equipo de realización); el acceso a nuevas tecnologías; el propio nivel logrado por el sector de emprendimiento que favorece la autonomía de determinados servicios en función del audiovisual… todo ello y otros elementos más están detrás de cada plano, de cada elección de color, en el incremento de modalidades expresivas, en ese no ir únicamente a lo figurativo y lograr a través de la animación, por ejemplo, niveles de lecturas más relacionadas con lo conceptual-metafórico.

Y es que Lucas amplió sus lenguajes, como mismo sus categorías a concursar; es un proyecto en constante renovación que comenzó llamándose “Hecho en casa”, hasta que apareció el nombre de Lucas, a modo de despedida en una emisión. Fue así que nació ese particular símbolo que se ha movido de un extremo a otro de la  Isla, sin decir palabra alguna, porque las contiene todas. Porque ese nombre tan común en España, con el ingenio de Cruzata, se convirtió en un “Juan” o un “Pepe” para los cubanos: un asiduo compañero de andanzas por esta isla que no sería la misma de no haberle conocido.

Fueron Tony Arroyo y Edith Massola, esas primeras voces que condujeron el tono desenfadado e irónico que distingue al espacio. Actores que le imprimieron el distanciamiento necesario para demostrar que se trataba de una propuesta diferente. Polémica sí, desde el primer día, irreverente igual, y con la misma intensidad sus engranajes de comunicación están diseñados, desde entonces, para aplaudir, desde el distanciamiento, la inteligencia, la capacidad de reflexión y de cambio de convenciones, lo cual deriva, irremediablemente, en un serio ataque en contra de la mediocridad.

Por tanto sus primeros conductores tejieron el camino de qué y cómo decir. Ellos presentaban aquellas propuestas que más que tecnología, desbordaban ingenio y creatividad con casi nada. Luego otros rostros siguieron la senda, Hirán Vega concedió ese aire de constante investigador;  Ling Chang fue la voz del suspenso y la tensión; mientras Rigoberto Ferrera desataba interrogante y respuesta inesperadas ante las situaciones más insólitas. Con Luis Silva, afloraba la sonrisa con ese hablar pausado e inquietante y Bacallao logró  del absurdo la mejor aproximación con el público, fundamentalmente, en la sección de la calle. Miguel Eduardo, por su parte, otorgó el ritmo festivo y de espectáculo a cada presentación. Por ese rumbo nacieron otras figuras como Paula—nacida literalmente en Lucas, al ser la hija más pequeña de Edith, Carolina, fruto de La Colmenita que siguió creciendo junto a Cruzata; Pedro Pablo que a su vez es la voz de Lucas Radio, y es esa justa medida que, sin perder el sentido del humor, le otorga ese matiz intelectual que el proyecto no deja atrás, pues respalda su búsqueda conceptual  Hoy a su lado Carlos Vila y Malaka cierran un ciclo de divertimento inteligente.

Más allá de la pequeña pantalla

Cruzata ha sabido expandirse de las ondas televisivas y hasta la radio llevó a Lucas con el espacio que se trasmite cada tarde de domingo, bajo la dirección de Maylén Ibarra. Lucas Radio es un espacio que multiplica desde Radio Taino la significación de cada video clip estrenado en la televisión. En ese sentido Ibarra afirma: “Lucas Radio ha macado una diferencia, pues si bien es muy difícil en este medio describir el video, mostrarle los detalles a la gente de lo que se explica, los interlocutores (realizadores y músicos), al verse obligados a hacerlo les posibilita que abran otras perspectivas de análisis acerca de su trabajo”.

Y es que en este proyecto tal cual sea la vía comunicativa, músico y creador inician un camino más expedito en cuanto a colocarse en el gusto popular. Porque Lucas se convierte en alianza radio- televisión- teatro, a través de todos los espectáculos y entregas de premios que organiza; y es, además, comunión entre redes sociales y una revista, hoy digital, cuyo equipo de edición aspira a que regrese al papel impreso, y en la cual se relaciona todo el quehacer del audiovisual cubano.

El camino se hace andando

Nombres como Rudy Mora, Alejandro Pérez, Santana, Ángel Alderete, Fernando Pérez (multilaureado en una edición), X Alfonso, Joseph Ros, Freddy Looms, Yeandro Tamayo, Jose Rojas, Vitiko, Remache Estudio, Roly Peña, (, Fernando Almeida, de las más joven generación, incluido el propio Cruzata, por supuesto, integran una extensa nómina de creadores, que han convertido a Lucas en lo que es hoy, un laboratorio de creación donde se simultanean tendencias, se proponen nuevos alcances discursivos e, importante, nunca ha dejado de enseñar. Por ello la sección de la crítica ha tenido tan valioso alcance, pues constituye esa mirada experta y distanciada que pone el ojo en la diana sobre cómo tejer decires en consonancia con el valor de lo que se dice.

El maestro y crítico Rufo Caballero, en el Caballete de Lucas, inició el acertado ejercicio de la crítica desde el prisma de un fluido didactismo. Ese espacio de necesario ejercicio constructivo y analítico es seguido, en la actualidad, por Yuris Nórido, Premio Nacional de Periodismo Cultural, que desde otro estilo, hace continuas llamadas de atención a realizadores y público en general sobre luces y sombras que pueden desatarse alrededor del hecho audiovisual.

De la misma manera, exponentes de todos los géneros de la música entran en esos juicios de valor, y los premios por sí solos lo afirman. Lucas desde una mirada totalmente inclusiva, es espacio de reivindicación de temas raciales, de lucha contra la violencia de género. En ese sentido, exponentes del rap, hip hop, la música tradicional y folclórica y la canción, por solo citar algunos géneros han encontrado ese espacio de verdad para sus propuestas, las cuales Lucas representa y defiende.

Muchos músicos, además, han sido autores de los temas que han acompañado las campañas del Proyecto Lucas: David y Ernesto Blanco, lideran ese renglón al que además han contribuido otros reconocidos intérpretes como Edesio Alejandro, Jessee Suárez, Osmany Espinosa y la agrupación Cero Estrés. Temas que encierran la esencia temática sobre la cual gira el concepto del programa durante ese año.

Lucas… El escenario

Cada gala de Lucasnómetro y entrega de Premios han sido espectáculos referenciales dentro de la escena cubana, no solo en los grandes escenarios de los Teatros Karl Marx (frecuentemente) y del Nacional, también en plazas ubicadas en un extremo a otro del archipiélago.

La combinación luces, colores, el ingenio en la creación de vestuarios y maquillajes, la debida ambientación y calidad de sonido, acorde a las exigencias de este tipo de entregas, ha posibilitado que miles de personas esperen los espectáculos del Lucasnómetro, Regreso de los dioses (homenaje  al rock), gala de nominados, entrega de Premios (el gran espectáculo), así como la realización de giras nacionales. Son estas las grandes oportunidades de disfrutar  en vivo a los exponentes de esa música que, a modo de video clips marcan, el curso de las sonoridades cubanas contemporáneas.

Tony Menéndez y su compañía, Roclán, al frente de Revolution, la maestra Liz Alfonso, líder de la compañía homónima, y por supuesto, el Ballet de la televisión cubana, han sentado un estilo de elegancia y rigor artísticos, que han heredado otras compañías que hoy llenan el escenario de Lucas.

Paso a paso, la compañía de Gretel González, bailarina y laureada también como coreógrafa, Eco Dance, por solo nombrar algunas, sostienen la responsabilidad de dar movimiento y vitalidad en total sinergia con los momentos que— generalmente en bloques temáticos — Lucas presenta en el escenario. Es un todo en cuanto a contenidos, emociones que el público ha hecho suyo durante estos años, al andar junto a Lucas el camino del entretenimiento.

Lucas cumple 25 años, juventud plena que sigue alcanzando madurez y se dispone a continuar potenciando lo que en materia audiovisual se produce en Cuba. Lucas contra todo pronóstico de más de un incrédulo creció durante la pandemia, y hoy con buena salud celebra a la manera de cada cubano que, como él, se debate día a día entre lo que es, y lo que será mañana.