Foto: Cortesía de la artista.
Poseedora de un muy bien ganado prestigio en el panorama de las artes visuales cubanas contemporáneas, Rocío García (Santa Clara, 1955) es una creadora capaz de sorprender agradablemente en cada una de las exhibiciones de sus obras.
De Interiores, su primera exposición en La Habana hace más de tres décadas, a Sakura, la más reciente que efectuara en estos predios a inicios del actual año, la artista ha ofrecido un nutrido abanico de propuestas en ascenso; pues, más allá de pretendidos encasillamientos, ella tiene mucho por decir y sobrados talento y técnica para hacerlo.
En medio del necesario distanciamiento social que impone la actual epidemia, el Blog Cubarte la contactó para llevar a sus lectores detalles del más reciente quehacer de la destacada pintora.
De la Serie Hombres machos, marineros, 1998. De la Serie Very very light and very oscuro, 2009.
El poder, es un tema recurrente en tu obra. El coronavirus es una enfermedad que lo burla totalmente, pues no hace diferencias. En tal sentido, ¿desde el punto de vista artístico te ha resultado sugerente esta insólita experiencia que vive la humanidad?
“Sí, este poder bacteriológico es cuestionable. La duda de su origen y la manipulación quedarán por siempre en incógnitas.
Cuando comenzó el confinamiento no sólo me bloqueo por las paredes alrededor, si no mentalmente… Aquí creo que fue más fuerte. Era increíble mirar por mis ventanas y ver a todo el que pasaba con un nasobuco. Onda película del oeste y sus bandidos.
Al principio no venían imágenes, ni nada concreto para decir. Estaba, como te dije, en una especie de shock, pero ya están llegando las ideas. Sí, todo esto es tremendo trauma para el mundo y claro que en el arte se verán sus consecuencias”.
De la Serie The Mission, 2015.
¿Crees que el protagonismo que en esta coyuntura ha tenido internet transforme en un futuro los actuales conceptos de promoción y comercialización del arte?
“Las plataformas virtuales ayudan a la interconexión con otros y, en esta etapa, que no sabemos hasta cuándo durará, claro que ha sido crucial para el intercambio. Si antes del virus ya se comercializaba por internet, imagínate ahora…
Y sí creo que eso puede dañar la percepción real de una obra, porque pienso que ante cualquier pieza el espectador debe interactuar en físico; aún ante una proyección de video arte.
La pintura no es lo mismo en fotos que en su estado físico. Pierde la magia, se enfría; por eso no me gusta mucho usar las plataformas virtuales para mostrar mi obra; aunque lo hago de vez en vez porque… qué otro remedio queda”.
De la Serie Sakura, 2020.
¿Piensas que la humanidad aprovechará positivamente esta experiencia?
La humanidad ha atravesado desde siempre por miles de terribles circunstancias y alguna parte de ella se hace positiva; pero siempre ha quedado la parte negativa ahí, simplemente destruyendo lo creado. Como un ciclo… Como si así tuviera que ser… Por eso mejor no pensar que nos volveremos mejores. No exactamente”.
Azulejo, 2020.
Mixta sobre cartulina.
Cortesía de la artista.
¿Has comenzado algún nuevo proyecto en esta etapa?
“Ahora mismo no tengo un proyecto concreto de una nueva serie, pero están llegando ideas y me siento mejor con eso. Pero, como siempre, prefiero no hablar de ello hasta que salga. Y, claro que tendrá que ver de alguna forma con este trauma del virus y la locura del mundo actual”.
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