Sebastián Schunke y Diego Piñera fueron unos de los huéspedes el pasado miércoles 16 de enero, en la Casa del Festival Jazz Plaza 2019, en esta su trigésima cuarta edición.

Sebastián Schunke, nacido en el año 1973 al norte de Alemania y uno de los músicos que es hoy objeto de referencia cuando se trata del jazz asociado a la música experimental; un tenaz investigador que logra hallar nuevos sonidos, fusionar géneros con un discurso novedoso, una estética renovadora y que se destaca por una expresión suave pero enérgica, mística y penetrante.

En su andar por el camino del jazz, su brújula musical estuvo orientada hacia los ritmos afrocubanos, interesado en conocer trabajos como los del maestro Chucho Valdés y Gonzalito Rubalcaba, entre otros. Tal inclinación en las raíces musicales cubanas, le ha provocado componer obras que recogen expresiones rítmicas africanas logrando una riqueza indiscutible, en el discurso sonoro.

Su identidad y gusto por la música cubana no desestimó la oportunidad de invitar al escenario a Julito Padrón, un trompetista de excelencia, virtuoso matancero que ha trazado un camino de éxitos en el escenario del jazz.

El ganador del Premio en el senado de Berlín, por cuatro ocasiones, ha lanzado siete fonogramas al mercado entre los que se encuentran: Sebastian Schunke meets Olvido-Vida Pura, 2007; Schunke and Paquito d´Rivera Back in New York, 2008; Life and Death, en el 2011. 

En este camino lleno de complejidades armónicas, la complicidad del baterista Diego Piñera, ha sido esencial para el acabado del proyecto.  El talentoso joven uruguayo, nacido en Montevideo en el año 1981, y radicalizado en Alemania desde el año 2003, se descubrió asimismo en el universo de la métrica irregular, en los laberintos polirrítmicos, y subió a bordo de la nave de Sebastián para viajar hacia destinos inexplicables pero atractivos y placenteros. 

En su formación musical existen huellas de la Escuela Nacional del Arte (ENA), donde cursó estudios en el año 1999.  Sus referencias de músicos cubanos como Horacio “El Negro” y Changuito, lo hacen ser un amante de nuestra música.

Ambos músicos cuentan con una impronta fonográfica titulada Elusive Beauty. Álbum reciente que se registra, según los especialistas, como una belleza musical que transita en un itinerario complejo, pero mágicamente expresivo.

Dos jóvenes de grandes talentos que, por primera vez, visitan la Casa del Festival del Jazz en Cuba: La Casa de la Cultura de Plaza ubicada en la capitalina esquina de Calzada y 8. Una casa que no solo guarda el origen del mismo sino su continuidad, su historia, de la que hoy forman parte, sin lugar a dudas, Sebastián Schunke y Diego Piñera.