Foto tomada del periódico Escambray.

Irrumpió en Sanctis Spíritus la XXXI edición del Festival Nacional de Teatro Aficionado, que se alzó en momentos en que la cotidianidad de la ciudad necesitaba del jolgorio y la diversidad del deambular de rostros conocidos o no, que redoblaron esfuerzos por llevar a la escena del territorio montañoso, el panorama artístico no académico, como consolidación de que este evento forma parte de la historia espirituana. Encuentro que vuelve sobre la figura de la destacada instructora de arte Olga Alonso, quien durante años llevó a cabo una intensa labor en las tablas fomentense, desarrollando así un reconocido trabajo artístico para el público infantil y adulto.

Fomento fue el umbral para la experimentación de quienes fueron en busca de actores mediáticos y de su entrega por el arte. Motivo para disfrutar de cuánto se hace por el Movimiento de Artistas Aficionados en el país y de las vías certeras que desde el escenario suman a los amantes del mundo del teatro.  En tanto, se convierte en objetivo principal impulsar a quienes, a través de las artes escénicas del Balcón del oriente cubano, elevan la calidad de los teatristas aficionados. Jóvenes que llevan a cabo su cruzada artística por la ruta de Olga Alonso, a través de las comunidades de la serranía espirituana.

El Consejo Nacional de Casas de Cultura (CNCC), auspiciado por la Brigada de Instructores de Arte “José Martí” y la Asociación Hermanos Saíz, convocaron a grupos foráneos y de todo el país, a participar el festival que tuvo un carácter competitivo y que premió en las categorías de:

• Mejor puesta en escena de teatro de títeres y para niños.
• Mejor actuación femenina y masculina en teatro de títeres y para niños.
• Mejor puesta en escena de teatro de sala,
• Actuación femenina y masculina en teatro de sala.
• Mejor espectáculo de Teatro callejero.
• Gran premio Olga Alonso para el mejor espectáculo teatral.

Con la presencia de agrupaciones teatrales de México, Colombia, Portugal, España, Italia, Alemania y diferentes provincias de la isla, los grupos en competencia se presentaron en las sedes permanentes del certamen, el Museo y la biblioteca Municipal, la casa de cultura Olga Alonso, centros del sector educacional además de plazas, calles, parqueas, así como las comunidades de Casa Zinc, Crucero de Quemadito, Sipiabo, Las Delicias y Jíquima.

El festival tuvo nuevamente un espacio creado para el debate y talleres sobre crítica, conducido por el teatrólogo Jaime Gómez Triana, profesor y Crítico de teatro, miembro de Casas de las Américas y Blanca Felipe, dramaturga y asesora del grupo “Los cuenteros”. A la fiesta teatral también llegaron las opciones culturales como conciertos, exposiciones, performance, venta de libros y objetos de artesanía.

El mundo de las tablas convocó al arte en general a hacer suyo cada poblado para descubrir la magia que emana en los días de festival. Disímiles agrupaciones fueron protagonista del quehacer artístico-comunitario, suscitando en el público un impacto que exploró los resortes visuales y dramatúrgicos de los múltiples universos del teatro de quienes condujeron los procesos de apreciación y creación en lugares remotos de la geografía nacional, hasta donde llegaron grupos de vanguardia.

Este festival se realiza cada año y acompaña a los artistas aficionados del teatro en Cuba, generando un movimiento entre grupos de adultos, jóvenes y niños que llenos de ganas de hacer, descubren el sentimiento popular del teatro de estos tiempos.