Foto: Iván Soca
Nuevamente las causas fueron cercando, cotidianas e invisibles, como dice Silvio Rodríguez en una de sus canciones, a muchas personas, este viernes, quienes unidos a la tropa de invisibles, imprescindibles del trovador, llegaron a Las Terrazas, comunidad perteneciente a la Sierra del Rosario, en la región occidental de Cuba, donde tuvo lugar el concierto 109, de su Gira por los barrios.
Las motivaciones, esta vez anunciadas a todo el país, además de entusiasmar y conmover a sus pobladores, despertaron el interés de quienes siguen al trovador desde diversos lugares de Cuba e inimaginables regiones del mundo.
Foto: Marianela Dufflar.
La Comisión Nacional de Monumento, de manera oficial, otorgaría ese día, la declaratoria de Monumento Nacional en la categoría de Paisaje Cultural, a Las Terrazas; reconocimiento, más que merecido para quienes habitan y desarrollan su vida en una localidad, que regala a quienes le visitan, un panorama humano, de grandes valores.
Imágenes reales, que no dejan de ser maravillosas, matizadas por la ubicación de cada casa u edificio enclavado en la comunidad, entre ellas la del popular intérprete y compositor cubano, Polo Montañez, conocido como el Guajiro Natural, fallecido en noviembre de 2002; unidas a las aguas del río San Juan, que atraviesa la comunidad, el color verde intenso de la vegetación, que impone. La presencia de caballos pastando con entera libertad, en aquellos parajes, unida a niños que al salir de sus escuelas, de la mano de sus padres, sonreían y les llamaba la atención los detalles del montaje del escenario, fueron preámbulo de este concierto.
Camaradería, con los visitantes, en especial, a Silvio y su Tropa, fueron otras de las atenciones recibidas por todos los que decidieron compartir el júbilo de esa comunidad turística y rural, perteneciente a la provincia Artemisa.
Luego de quedar listos todos los detalles técnicos, poco a poco comenzaron a ocuparse los espacios a los que solo se imaginaba que llegarían sus pobladores y en los que se encontraban, mexicanos, españoles, chilenos, argentinos, además de amigos entrañables del autor de Unicornio, como Reinaldo González, Premio Nacional de Literatura y el trovador, Vicente Feliú.
A la hora acordada, Silvio presentó el concierto, comentándole a los presentes que esta actuación, de manera excepcional, formaba parte de la Gira por los barrios.
Fotos: Iván Soca
Rememoró, que cuando nada de lo que hoy existe estaba construido y solo había un par de cabañitas precarias y un anfiteatro de troncos de palma, realizó su primer concierto en ese lugar.
Comentó que allí llegaba porque, Marcia Leyseca, especialista y directivo de Casa de las Américas, ponía una guagua para ir a cantarle, a los trabajadores que estaban construyendo el primer plan de terrazas, allá por el año 1968 o 69.
De esta manera aseveró que aunque no se consideraba fundador de este plan Sierra del Rosario, en el sentido de no haber participado en su construcción, sí reconoció que ayudó con sus canciones a aquellos que lo estaban construyendo.
De ahí que con mucha contentura, regresaba a cantarle a la comunidad, en el momento en que se estaba celebrando el 52 aniversario del plan, el 49 de la fundación de Las Terrazas y justo en el momento, en que acababa de ser declarada Monumento Nacional.
Además de felicitar a sus pobladores, el poeta, quiso hacerlo de manera especial a Osmany Cienfuegos, su fundador, a Marcia que lo había traído en sus inicios y a todos los que trabajaron por hacer realidad esta maravilla, que siempre deslumbra a sus visitantes.
De inmediato anunció a su invitado, un trovador al que conocía hace muchos años y al que le profesaba gran cariño, Fernando Bécquer; quien con su talento, autenticidad, textos picarescos, alto grado de humor, carisma y extremada cubanía, al interpretar temas de su autoría como, Cubano por donde tú quieras, Necesito que tú me necesites, Así de Mickey, así de Repa, Vuelve con Filiberto y Chao Lulú, dejó en el público un gran impacto, sobre todo para aquellos que no conocían su obra.
Foto: Iván Soca
A continuación, Giraldo Alayón, investigador y Presidente de la Fundación Ariguanabo, encargado de la presentación de Silvio en esta ocasión, rememoró, que cuando era aún un estudiante, decenas de sus colegas venían a trabajar con los obreros que estaban construyendo Las Terrazas. Y una vez graduado como biólogo, una de sus primeras experiencias como investigador, las tuvo en esa área.
Años después, comentó, ese mismo lugar fue declarado reserva de la biosfera, convirtiéndose en el primero de Cuba, gracias a sus méritos ambientales y a sus características; recordando que era un territorio desolado, antes de la Revolución.
Aseguró que cada vez que visita la comunidad, se admira y sorprende del esfuerzo, la voluntad, el amor y el deseo que le han dedicado sus pobladores durante tantos años, para transformar un desierto, en un paraíso de la sostenibilidad y de la conservación.
Por ello le agradeció y felicitó a nombre de la Fundación Ariguanabo, a sus habitantes, por el hecho de haber logrado, un lugar, tan simbólico no solo para Cuba sino para toda el área del Caribe.
Alayón, también dio a conocer al público, de la donación de libros a la escuela “República Oriental del Uruguay” de la comunidad, por parte del Centro Pablo, los Estudios “Ojalá” y todos los que de manera voluntaria se sumaron a este empeño, como es habitual en estos conciertos.
Después subieron a escena Niurka González, Trovarroco (Rachid López y Maikel Elizarde, Oliver Valdés, Jorge Reyes, Emilio Vega y Jorge Aragón, quienes demostraron una vez más sus excepcionales cualidades como músicos individuales y como intérpretes de la obra del autor de Pequeña Serenata Diurna, al que acompañan desde hace muchos años.
De inmediato, el paisaje de Las Terrazas se tornó mágico con la música y poesía, que tanto bien, le hacen al alma.
Yo te quiero libre, Tu soledad me abriga en la garganta, El reparador de sueños, Viene la cosa, Quién fuera, Eva, Tonada del albedrío, Tonada para dos poemas de Rubén Martínez Villena, América, Día del agua, Querer tener riendas, tema que confesó Silvio, regaló a Sara González; La maza, Te amaré, Óleo de mujer con sombrero y El Necio, a los que se unieron dado el reclamo del público, La era está pariendo un corazón, dedicada especialmente a Marcia, El Mayor y Ojalá. Fueron estos los temas que conformaron la propuesta musical en un concierto, que definitivamente dejó a sus asistentes, positivas energías y sentimientos de gratitud.
Para Silvio y ese equipo noblemente humano que le acompaña, quienes han realizado 109 conciertos de una Gira por los barrios, ya interminable, llegar a conmover con música y poesía; y a su vez conmoverse con el intercambio y las reacciones del público ante su arte, siguen siendo retos y enseñanzas de vida a las que no renunciarán jamás, es por ello que se les agradece tanto esa entrega de vida, fe, esperanza y cultura, a quienes merecen tanto amor.
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