Emilio Bacardí, y Oscar María de Rojas[1] coincidieron en conceptos, actitudes y procederes en sus vidas, como probados patriotas, en la defensa de la patria y en el avanzado ideal de concepción de museos públicos, que los convirtieron en precursores de la museología en Cuba.
La convicción de legar al pueblo y para la posteridad un espacio donde conocer y profundizar sobre la cultura cubana y de otros países del mundo, se materializó el 12 de febrero de 1899 en Santiago de Cuba al fundar el primer museo cubano: el Museo Biblioteca Municipal, devenido Museo Provincial Emilio Bacardí Moreau, y el 19 de Marzo de 1900 al crear el Museo y Biblioteca Pública Municipal de Cárdenas, Matanzas, actual Museo Oscar María de Rojas. Ambos ostentan el nombre de sus fundadores como digno tributo.
Museo Oscar María de Rojas, Cárdenas, Matanzas.
Sus gestiones, amor y sapiencia les permitieron enriquecer las colecciones de ambos centros por medio de la colaboración de amigos, patriotas, artistas y familiares. Ambas instituciones, concebidas excepcionalmente como públicas, atesoran un amplísimo fondo patrimonial distribuido en varias secciones que incluyen: arte, objetos históricos, arqueología, etnografía, numismática, documentos, fotos, ciencias naturales, armas, entre otras.
Sus creaciones fueron bien acogidas y celebradas por el pueblo, fomentando el deseo de contribución de muchas personas, instituciones y sociedades que colaboraron en tan preclaro empeño. Las gestiones de los directivos también se hicieron notorias a través de los periódicos de la época.
Así, en la Revista Municipal de Santiago de Cuba, el periódico La Patria, Diario de información, entre otras publicaciones, aparecieron solicitudes realizadas por el distinguido director del museo Sr. José Bofill Cayol, instando al pueblo a donar “[…] por el mejoramiento cultural de esta Provincia […]”.[2] Por su parte, Rojas también alentaba a sus coetáneos a donar, por ello creó el Cuerpo de Corresponsales con incidencia en toda Cuba y en ciudades de muchos países que colaboraban en la recopilación.[3]
José Bofill fue un colaborador fehaciente del segundo museo cubano, no solo aportó objetos a su colección, sino también, informaciones puntuales relacionadas con estos, y sobre determinados hechos. Así se confirma en el primer tomo del Libro de Actas y Correspondencias del Museo de Cárdenas[4], que refiere la donación en 1910 de un trozo de madera del ataúd en el que se trasladaron los restos mortales de José Martí hacia el cementerio Santa Ifigenia, y que actualmente exhiben en la exposición permanente en la Sala de la Guerra de Independencia.
Lo corrobora también, el acuerdo unánime tomado el 19 de mayo de 1910, donde el Comité de la Institución y su director, condecoran con el Título de Socio Corresponsal del Museo y Biblioteca de Cárdenas al Sr. Bofill[5], quien a su vez, da acuse de recibo el 25 del propio mes y año, para “agradecer y aceptar gustoso la inmerecida distinción”.[6]
De igual manera, se recibió en esta ciudad en 1910 a Francisco E. Blanes Palencia[7], conservador y taxidermista del Museo de Cárdenas, quien colaboró en la clasificación de especímenes malacológicos de la colección Bacardí. Logró junto a su amigo Bofill tipificar, ordenar y catalogar por especies la muestra de caracoles y conchas que resguarda este centro. Sobre su trabajo expresó Bofill: “[…] nunca podré ser naturalista, me falta la paciencia y la memoria prodigiosa de Blanes, siento escalofríos al verlo clasificar, ese es el hombre que me conviene […]”.[8]
Ejemplos de modestia, altruismo, asociación y colaboración fueron los predecesores del coleccionismo cubano. Con el altísimo propósito de que las generaciones venideras aprendieran, disfrutaran, conservaran, investigaran y promovieran el patrimonio atesorado.
Por la magnificencia de su construcción, belleza de su arquitectura, la diversidad y naturaleza de su colección, que asciende a más de veinte mil piezas museables, el Museo Bacardí fue declarado Monumento Nacional, el 10 de febrero de 1999 en el aniversario de su centenario.
Con imagen e identidad propia, el inmueble posee valores arquitectónicos únicos, caracterizados por la propia historia de fundación del museo, la fortaleza y prestigio adquiridos al paso de los años, por el cuidadoso y esmerado trabajo de sus fundadores y la labor de continuidad de sus dirigentes y trabajadores. La muestra permanente con diversidad en sus temáticas, exhibe piezas de valor excepcional referentes al arte e historia cubanas y cultura de otros países.
Su homólogo matancero con más de cien mil objetos en su fondo patrimonial es declarado Monumento Nacional el 19 de mayo del 2000. Con la presencia de personalidades de la Dirección Nacional y Provincial de Patrimonio, la Comisión de Monumentos y del Municipio, se develó la tarja conmemorativa.[9]
Tiene el privilegio de ser el primer edificio construido para museo ex profeso, labores que inician en 1907 y culminan con su inauguración oficial el 20 de mayo de 1918. Con gran espectro temático, luce una importante y exclusiva muestra relacionada con la historia y cultura cubana y de otros países en sus trece salas expositivas.[10]
Los museos santiaguero y cardenense honran el noble fin con que fueron concebidos por sus fundadores, colaborando e intercambiando experiencias, resultados de investigaciones y conocimientos entre sus profesionales, así como, prestando servicios especializados a investigadores, profesores y estudiantes de todas las enseñanzas y público general en las salas de exposición y Centros de Documentación.
Recientemente en el marco de celebración del 120 aniversario del Museo Oscar María de Rojas, en marzo del 2020, les fueron donados facsímiles de documentos relacionados con el ilustre violinista matancero José White, atesorados en la institución de la ciudad héroe, del mismo modo, fuimos retribuidos con una copia de la Carta de José Bofill a Oscar María de Rojas el 25 de mayo de 1910.
Hoy, a los 122 años de fundación del Museo Provincial Emilio Bacardí y 121 aniversario del Museo Oscar María de Rojas, estamos convencidos que ese es el espíritu que debe primar entre las instituciones culturales de todo el país, el de alianza inquebrantable.
[1] (16 octubre 1865 -15 octubre 1921) Nace en Cárdenas, Matanzas. Considerado el Padre de la Museología en Cuba, pues fue fundador, director e impulsor del segundo museo general en el año 1900, en ecured.cu. Oscar María de Rojas, [revisado el 25 de octubre de 2020].
[2] Recorte de periódico. Fondo MPEBM.
[3] Cortesía de Danilo Martínez, Especialista Principal del Dpto de Investigación del Museo Oscar María de Rojas.
[4] El libro fue iniciado por el propio Oscar María de Rojas y se atesora en el Archivo Histórico de la institución.
[5] Atesorado en sección Condecoraciones Artísticas, MPEBM.
[6] Carta de José Bofill a Oscar María de Rojas, 25 de mayo 1910. Libro de Actas y Correspondencias del Museo de Cárdenas, pp. 499-501.
[7] (13 octubre 1848 La Habana - 26 agosto 1933 Cárdenas) Malacólogo, taxidermista y joyero, una de las primeras personas en ceder sus colecciones de conchas y caracoles terrestres, marinos y fluviales a dicho establecimiento cultural, en ecured.cu. Francisco E. Blanes Palencia, [revisado el 25 de octubre de 2020].
[8] Idem.
[9] Cortesía de Danilo Martínez, Especialista Principal del Dpto de Investigación del Museo Oscar María de Rojas.
[10] www.google.com, Museo Oscar María de Rojas, [revisado el 25 de octubre de 2020].
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