Nace el 23 de marzo de 1814 en Santa María del Puerto del Príncipe, hoy Camagüey y
muere en España en la madrugada del primero de febrero de 1873. Partió en 1836 con su
familia hacia España donde residió más de la mitad de su vida.
Autora de piezas teatrales que despertaron la admiración del público, la crítica
especializada y otros dramaturgos, la Avellaneda consagró una de las principales aristas
de su talento a la escena. En su producción dramatúrgica figuran entre otras famosas
obras Flavio Recaredo, Baltasar, Saúl, Oráculos de Talía, La hija de las flores, La
verdad vence apariencias y Simpatía y antipatía. Tula utilizó igualmente de
forma extraordinaria los recursos líricos. Al partir -estremecedor manifiesto al
despedirse de la Isla en 1836- y A la memoria del célebre poeta cubano D. José María
Heredia, forman parte de sus más impactantes poemas.
Su trayectoria en la narrativa dejó asimismo muestras de sobresalientes valores, como Sab,
Dos mujeres y Guatimozin, el último emperador de Méjico. El fértil intelecto
de Gertrudis Gómez de Avellaneda fructificó, además, en el periodismo, en el que
desempeñó su labor cumbre en las funciones de fundadora, directora y redactora principal
de Álbum Cubano de lo Bueno y lo Bello, revista literaria defensora de las ideas
femeninas y de fuerte apoyo al trabajo periodístico ejercido por mujeres.