A propósito del aniversario 75 del fallecimiento de María Muñoz Portal de Quevedo, el Museo Nacional de la Música, la Asociación Cultural Tres por Cuatro de Galicia, y su presidente José Francisco Saavedra, presentarán un conversatorio acerca de la significativa figura de la cultura musical cubana.

Este viernes 9 de diciembre, a las 11:00 a.m., en la Sala de Conciertos Gisela Hernández, del Museo Nacional de la Música, sito en Capdevila No.1, entre Habana y Aguiar, en la Habana Vieja, especialistas cubanos y gallegos comentarán importantes pasajes de la vida profesional de doña María Muñoz.

Además, se presentará una muestra de interesantes documentos y objetos alusivos a la profesora y su obra, que forman parte de las colecciones del Museo.

La ocasión permitirá apreciar la partitura original manuscrita del Himno Gallego, con música de Pascual Veiga y poema de Eduardo Pondal, compuesto y estrenado en Cuba el 20 de diciembre de 1907, en el Gran Teatro de La Habana.

La especial invitación contará con las actuaciones del gaitero Alejandro Gispert y del Coro Entrevoces, dirigido por la maestra Digna Guerra.

María Muñoz Portal de Quevedo, nació en la Coruña, Galicia, el 27 de septiembre de 1886 y falleció en La Habana, el 14 de diciembre de 1947. Fue una reconocida directora coral, profesora, y musicóloga.

Fundó la Sociedad Coral de La Habana (1931), desde la cual contribuyó notablemente a la difusión en Cuba de importantes obras del género a nivel universal de todos los tiempos, y de la música coral creada por compositores cubanos coetáneos a ella.

El Conservatorio Bach también fue creado por esta transcendente mujer que también impartió cursos de verano en la Universidad de La Habana sobre música folclórica cubana.

De sus manos surgieron grandes directores corales, como el director coral Manuel Ochoa, la compositora y directora coral Gisela Hernández, los musicólogos Argeliers León y María Teresa Linares, entre otros. A ella se deben igualmente, las cantorías femeninas, de estudiantes, niños y jóvenes.

Su labor creadora se extendió a la fundación, y dirección junto con su esposo cubano Antonio Quevedo, de la revista bimensual Musicalia, la más importante de su tipo en Cuba en la primera mitad del siglo XX.