La curiosidad es insaciable. Entrevista al poeta José Antonio Mazzotti


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El sello Pro Latina Press, de Nueva York, ha enriquecido su colección Gala de Poesía, dedicada a difundir en mayor medida la obra de destacados poetas latinoamericanos en el mundo anglosajón, incluyendo recientemente en ella el volumen bilingüe Amazonian Chants /Cantos Amazónicos (1), del autor y catedrático peruano, residente en los Estados Unidos, José Antonio Mazzotti. En esta entrevista y en exclusiva para Todo Literatura, República Ibérica de las Letras, el poeta se explaya sobre diversos temas que hacen a su reconocida trayectoria en el género.

Luis Benítez:— Desde su primer volumen, Poemas no recogidos en libro, publicado en 1981, hasta la actualidad, nos ha brindado una docena de títulos. ¿Puede señalarnos las diferencias temáticas y estilísticas producidas entre uno y otro?

José Antonio Mazzotti:— A principios de los años 80 la poesía en castellano en el Perú estaba impregnada de lo que se conoce como conversacionalismo, es decir, un lenguaje simple y directo, cercano al habla cotidiana, que apela a la comunidad de códigos entre autor y lector para lograr un efecto de complicidad. Esta tradición tiene largas y profundas raíces, que arrancan en Hispanoamérica por lo menos desde El soldado desconocido del nicaragüense Salomón de la Selva en 1922 y continúan con los Poemas proletarios de Salvador Novo en México en 1934, para madurar en los grandes libros de Nicanor Parra y Ernesto Cardenal en los años 1950 y 60 (según lo ha explicado muy bien José Emilio Pacheco en su "Nota sobre la otra vanguardia"). En el Perú luce sus propios antecedentes. Basta revisar los coloquialismos que abundan en la poesía de César Vallejo y Carlos Germán Belli, y los Antipoemas de Enrique Bustamante y Ballivián en 1927, que luego se asimilarán a la dicción propiamente coloquial que triunfa en la década de 1960 con los aportes definitivos de poetas como Javier Heraud, César Calvo, Antonio Cisneros, Rodolfo Hinostroza y Manuel Morales, entre otros. El auge de este tipo de poesía, con claras influencias de la tradición anglosajona, desde el imaginismo en adelante, tuvo, sin embargo, valiosos momentos de resistencia en lo que hoy podría considerarse la extensión de un estilo menos comunicativo, que se identifica con alguna variante del neobarroco. Por ejemplo, Cactáceas (1979), de José Morales Saravia, que evoca la vena lezamiana y por lo tanto se resiste a la fácil comunicabilidad. Los jóvenes que asomábamos a la vida intelectual a principios de los 80 vivíamos en un ambiente cargado de conversacionalismo, sobre todo porque un grupo inmediatamente anterior, Hora Zero, había llevado ese estilo hasta límites rayanos en el prosaísmo. Mi generación prefirió volver al canto antes que al cuento, y así nuestros primeros libros ya acusan recibo de una búsqueda que con el tiempo derivará poco a poco en el refinamiento del lenguaje para oponerse a un afán utilitario de la poesía como vehículo de protesta o expresión fundamentalmente declarativa.

Si bien mis tres primeros libros (Poemas no recogidos en libro, de 1981, Fierro curvo, de 1985 y Castillo de popa, de 1988) mantienen algunos rasgos del conversacionalismo en su veta lírica, también exploran opciones más oscuras, que problematizan la relación entre texto y lector. Un poema emblemático del primer libro, por ejemplo, "Yegua es la hembra del caballo", plantea desde temprano una relación no ya entre lenguaje y "realidad", sino sobre todo entre lenguaje y lenguaje, lo cual requiere del lector un doble camino para llegar a los diversos significados del texto. Una vez que salí del Perú en 1988 por el ciclón de la violencia política que se vivía entonces pude imbuirme en los sonidos de otra lengua (el inglés) y de otras tradiciones culturales, principalmente europeas y latinoamericanas, que abrieron horizontes temáticos y nuevas pistas de trabajo. A la vez, mi compenetración personal y desde el estudio académico con el mundo indígena me llevó a incorporar un aspecto de la tradición originaria que buscaba otorgarle otros matices y sonoridades a mi lenguaje poético.

Surgen así El libro de las auroras boreales (1994), Señora de la Noche (1998) y Declinaciones latinas (1999), publicados en México y los Estados Unidos, que cierran el siglo con la búsqueda y el hallazgo de un estilo más cifrado, que se resiste a la referencia directa a un orden racional del mundo circundante. A la vez, continúo prestando atención a la experimentación rítmica, que para mí siempre ha sido esencial en la buena poesía.

En 2006 publiqué un libro abiertamente transbarroco, diríamos hoy, como es Sakra Boccata, que desde el título indica una mezcla de lenguajes y tradiciones. Este conjunto de 28 poemas se conecta con la literatura esotérica y con antiguos mitos sobre el quehacer poético como aliento divino y a la vez como maldición. Luego siguieron Las flores del Mall (2009), Apu Kalypso / palabras de la bruma (2015), altamente comprometido con la conciencia ecológica, Nawa Isko Iki / cantos amazónicos (2020) y Poemas posthumanos (2021 y 2022). Todos estos libros han sido recopilados en distintas ediciones de El zorro y la luna, el título general que he escogido para mi poesía, proveniente de un mito quechua que funciona muy bien como una alegoría de la relación entre el poeta y la poesía, que es, finalmente, el tema central y vital de todo poeta. La crítica Giancarla Di Laura estudia muy bien esta evolución y ha recopilado numerosos acercamientos críticos sobre mi obra poética en el volumen Cazando al zorro.

LB: — ¿Cuáles fueron los poetas que más influyeron en su obra y de qué modo lo hicieron?

JAM:— En la etapa peruana aparecen por momentos ecos de Fayad Jamís, Ernesto Cardenal y Antonio Cisneros, pero conforme mi poesía evoluciona hacia un lenguaje más personal debo decir que, más que influencias literarias, lo que puedo reconocer son influencias artísticas y musicales en general. Por ejemplo, en Apu Kalypso / palabras de la bruma hay un trasfondo de Henryk Gorecki, el gran músico polaco contemporáneo. En Nawa Isko Iki / cantos amazónicos resuenan los insectos y los sonidos de la noche en la selva peruana, además de vocablos de la lengua iskonawa que inserto como piezas de orfebrería a lo largo del libro. Sigo leyendo poesía todo el tiempo y nunca dejo de volver a Vallejo y Cernuda, sobre todo, como mis dos grandes referentes poéticos, pero definitivamente mi lenguaje es muy distinto y mi mirada es forzosamente otra, pasado un siglo.

LB:— ¿Cómo se sitúa usted dentro del panorama poético latinoamericano actual?

JAM:— Me considero sobre todo un solitario. Si bien a nivel personal y de activismo colaboro con grupos como el Movimiento Kloaka y el colectivo La Huaca es Poesía en el Perú, la verdadera identidad que llevo dentro es de una constante exploración del lenguaje más que un seguimiento de tendencias, lo que me ha llevado en términos muy generales al ya mencionado transbarroco, pero con matices personales y pluriculturales, como se puede ver en Nawa Isko Iki / cantos amazónicos, un libro que diversifica el yo lírico en relatos poéticos que buscan rescatar saberes ancestrales.

LB:— En Amazonian Chants, cuya reedición bilingüe realizó el sello Pro Latina Press, de Nueva York, en 2023, usted trabajó sobre la base de lo referido por los últimos hablantes de la lengua iskonawa, en cuanto a mitos y leyendas del pueblo del mismo nombre. ¿Puede narrarnos cómo fue la interacción con ellos y, posteriormente, cómo se desarrolló su proceso creativo?

JAM:— Este libro nació de una experiencia de varios años de trabajo con el pueblo iskonawa. Mi vocación de investigador académico siempre ha alimentado mi poesía, y viceversa. Desde 2010 emprendí un proyecto ambicioso, que tiene que ver con mi antigua vocación por la lingüística (una de las dos carreras que estudié en el pregrado; la otra fue literatura). Conseguí fondos para desarrollar un proyecto de documentación del iskonawa, una de las diecisiete lenguas sobrevivientes de la familia pano que todavía se hablan entre el oriente peruano y la selva occidental de Brasil. Se pensó por mucho tiempo que el iskonawa ya se había extinguido, como tantas otras lenguas originarias. Basta pensar que de las siete mil lenguas existentes aún en el planeta, solo quedarán unas 3.500 en un siglo. Y si la progresión continúa, en pocas centurias nos veremos reducidos a una decena de idiomas. Esto implica un empobrecimiento enorme en cuanto a visiones del mundo y conocimiento del territorio y su riqueza biológica e incluso inorgánica. También implica, por supuesto, la desaparición de pueblos y culturas enteras. Por eso armé un equipo de lingüistas y antropólogos y nos fuimos por largas temporadas a la selva de Ucayali, en la Amazonía central peruana. Llegamos a documentar muchos aspectos de la lengua y la cultura iskonawa y creamos lazos de amistad y mutuo aprecio que hasta hoy perduran con los miembros de la comunidad. Los pocos hablantes de iskonawa que viven dentro de las comunidades shipibo-conibo piensan que hay otro grupo iskonawa no contactado que aún permanece en la selva, sin interés en mezclarse con los criollos y mestizos de Perú y Brasil. Prefieren mantener su autonomía y su relación con el universo amazónico tal como lo hicieron sus ancestros. A ese otro grupo era imposible acceder, por razones éticas y sanitarias (pues podría ser mortal para ellos). Pero gracias a los hablantes del iskonawa con los que sí pudimos trabajar logramos elaborar una gramática, un amplio vocabulario y una recopilación de su tradición oral, que fue finalmente la base de mi libro Nawa Isko Iki, que significa simplemente "Soy del pueblo o de la gente isko", siendo "isko" el nombre del ave conocida como paucar, que es el ser mítico que en los relatos fundacionales le enseña a la gente a cultivar maní y otros alimentos. De toda esa riqueza imaginativa extraje algunos temas y los transformé en mi propio lenguaje en el poemario, escrito dentro de una concepción moderna de la poesía, pero con claras evocaciones de un pasado milenario y una concepción de la naturaleza como sujeto hablante y actante y no como simple objeto de contemplación, como ha solido ser en la tradición occidental desde el romanticismo hasta nuestros días.

LB: —¿Cuáles son sus próximos proyectos poéticos?

JAM:— Me encuentro escribiendo un nuevo libro titulado La estrella más cercana. Es una larga meditación sobre el devenir del tiempo y nuestro pequeño papel en el universo, dentro de la idea del sol como metáfora del amor y fuente de vida, remontándome a pensadores antiguos como Ibn Arabi y Dante Alighieri, más todos los neoplatónicos del siglo XV y, por supuesto, poetas y filósofos actuales. Aparte de eso, continúo investigando sobre literatura colonial y poesía contemporánea. La curiosidad es insaciable, pero al irse alimentando siempre encuentra otros motivos e interrogantes que a veces derivan en nuevos poemarios.

LB: —¿Cuál es su visión de la poesía latinoamericana contemporánea?

JAM:— Me llegan muchos libros y por ahí veo revistas electrónicas en que abunda la diversidad, si bien es notable que todavía persiste un fuerte afán por la comunicabilidad y el facilismo. Muchos poetas escriben en prosa y la dividen en líneas presentando sus textos como poemas, cuando en realidad son meditaciones personales o descripciones sin mayor hondura ni asomo de tropos ni mucho menos ritmo. Algunos de ellos hasta reciben pingües premios, lo cual revela el poder de un mercado que se autoconcibe como políticamente correcto, regodeándose en la nobleza de sus causas. Por otro lado, sí hay buenos poetas, hombres y mujeres, que tienen una concepción más seria y compleja de la escritura. Sin embargo, es importante señalar que dentro de esa diversidad el neobarroco y el transbarroco también han llegado a un nivel de estancamiento que requiere de innovaciones. Quizá la clave para lograrlo sea romper con nuestra propia identidad como sujetos y abrirnos a otras voces. Pero eso implica el riesgo de desaparecer como individuos en el texto. O incluso pasar a otros lenguajes (los originarios de América y los multimediales), en que el idioma materno ocupe un segundo plano para prestar atención a otras epistemes, descolonizando el español. De lo que sí estoy seguro es que de una u otra forma la poiesis encontrará su camino.

El autor

José Antonio Mazzotti nació en Lima, Perú, en 1961. Obtuvo el Primer Premio en los Juegos Florales Universitarios “Túpac Amaru” de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, con Poemas no recogidos en libro (Lima, 1981). Fue compañero de ruta y miembro de la Instancia Suprema del Movimiento Kloaka (1982-1984). En 1985 publicó su segundo poemario, Fierro curvo (órbita poética), y en 1988 su tercer libro, Castillo de popa, que refleja el estado de ánimo de un amplio sector de la juventud peruana de entonces frente a los difíciles años de la guerra civil y el deterioro económico galopante del país. El libro fue finalista en el Premio Casa de las Américas de La Habana ese mismo año. Se traslada entonces a los Estados Unidos a fin de completar un doctorado. Ha publicado también El libro de las auroras boreales (Amherst, 1995), Señora de la noche (México, 1998), El Zorro y la Luna. Antología Poética 1981-1999 (Lima, 1999), Sakra Boccata (México, 2006, y Lima, 2007, con prólogo de Raúl Zurita), Las flores del Mall (Lima, 2009), Declinaciones latinas (Houston y México, DF, 2015), Apu Kalypso / palabras de la bruma (Lima, 2015), Nawa Isko Iki / Cantos amazónicos (Lima, 2020) y Poemas posthumanos (Salem, Oregon, 2022). En 2013 apareció una versión bilingüe de Sakra Boccata con traducciones de Clayton Eshleman en Ugly Ducling Press, Nueva York. En el 2016 publicó una recopilación de su obra con el título de El Zorro y la Luna. Poemas reunidos 1981-2016 (Axiara y ANLE, Nueva York). El libro recibió el 2018 el Premio Internacional de Poesía “José Lezama Lima” que otorga Casa de las Américas, Cuba, en reconocimiento a una obra publicada. Nuevas ediciones han aparecido en Lima (Hipocampo, 2018) y Casa de las Américas (2018). Una nueva recopilación, con poemas no incluidos anteriormente y con la incorporación de Nawa Isko Iki y una primera versión del libro inédito Poemas posthumanos fue publicada el 2021 por Axiara Editions (Oregon). Posteriormente se publicaron la versión ampliada de Poemas posthumanos (2022) y la edición castellano-inglés de Nawa Isko Iki / Amazonian Chants (Nueva York, 2023). Mazzotti sido incluido en numerosas antologías peruanas y extranjeras, como la Antología general de la poesía peruana: de Vallejo a nuestros días (Lima), La mitad del cuerpo sonríe (México), La letra en que nació la pena (Lima), Caudal de piedra (México), Fuego abierto (Chile), Cuerpo plural (España), Liberation: New Works on Freedom from International Renowned Poets (EEUU), Homage poétique à César Vallejo (Francia), etc.

Actualmente es “King Felipe VI of Spain Professor of Spanish Culture and Civilization” y catedrático de literatura latinoamericana en el Departamento de Estudios Románicos en la Universidad de Tufts, en Boston. Entre sus obras críticas se cuentan Coros mestizos del Inca Garcilaso: resonancias andinas (Lima, 1996), Poéticas del flujo: migración y violencia verbales en el Perú de los 80 (Lima, 2002), Incan Insights: El Inca Garcilaso’s Hints to Andean Readers (Madrid y Frankfurt, 2008), Lima fundida: épica y nación criolla en el Perú (2016), Encontrando un inca: ensayos escogidos sobre el Inca Garcilaso de la Vega (2016 y 2018) y The Creole Invention of Peru: Ethnic Nation and Epic Poetry in Colonial Lima (2019). También las ediciones y co-ediciones Asedios a la heterogeneidad cultural: libro de homenaje a Antonio Cornejo Polar (Filadelfia, 1996), Agencias criollas: la ambigüedad “colonial” en las letras hispanoamericanas (Pittsburgh, 2000), Edición e interpretación de textos andinos (Madrid, 2000), “Discurso en loor de la poesía”: Estudio y edición de Antonio Cornejo Polar (Berkeley, 2000), The Other Latinos: Central and South Americans in the United States (Cambridge, 2007), Creole Subjects in the Colonial Americas: Empires, Texts, Identities (Chapel Hill, 2009), Renacimiento mestizo: los 400 años de los Comentarios reales (Madrid y Frankfurt, 2010), Crítica de la razón heterogénea: textos esenciales de Antonio Cornejo Polar (Lima, 2013, 2 vols.), Argos Arequipensis: libro de homenaje a Raúl Bueno Chávez (Boston, 2014), Garcilasismo crítico y creativo: nueva antología (Nueva York, 2016), Tradición oral iskonawa (2018), Memoria del Perú: actas del Octavo Congreso Internacional de Peruanistas (Lima, 2018), Peruanismo en Burdeos: homenaje a Manuel González Prada y Bernard Lavallé (Burdeos, 2020) y Arguedas global: indigenismo en el nuevo milenio (Lima, 2021). Ha publicado más de cien artículos especializados (la mayoría en revistas indexadas) y participado en decenas de congresos profesionales, muchas veces como conferencista plenario.

Continúa ejerciendo la escritura poética, el activismo literario, y desarrolla investigaciones sobre la poesía virreinal peruana, la poesía latinoamericana de hoy, la diáspora literaria hispanohablante en los Estados Unidos y las lenguas amazónicas.

NOTAS

(1) Pro Latina Press, ISBN 979-8-218-8-28089-5, 100 pp., Nueva York, EE.UU., 2023.

Tomado de Todo Literatura.

 


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