Casa Tomada es un espacio donde la poesía crece incluso cuando no se la nombra o se avisa de su presencia. Es una idea esencialmente poética, nacida de la más alta devoción por articular la solidaridad y la belleza de todas las naciones del Continente.

De modo que su clausura fue digno ejemplo de ello. «Otra página de poesía trunca» se denominó a la acción poética final en solidaridad con las víctimas del genocidio israelí en Líbano y Palestina, en el que leyeron poesía trabajadores de la Casa, estudiantes de medicina palestinos y poetas de diferentes países.

Fernando L. Rojas, director del Fondo Editorial Casa de las Américas, realizó la lectura de dos poemas escritos por cubanos y dedicados a Palestina: «Halt!», del poeta Luis Rogelio Nogueras, y «A una mujer palestina», del filósofo Fernando Martínez Heredia.

Seguidamente, Watan Jamil Alebed, médico palestino graduado en nuestro país, presentó a dos de sus compañeros, Samar y Murid, estudiantes de tercero y sexto años de medicina respectivamente, quienes interpretaron el poema «Pasajeros entre palabras fugaces», del gran poeta palestino Mahmoud Darwish.

Conmovedora fue la lectura del poema del joven poeta norteamericano Jaylen Strong, acompañado del profesor de filosofía cubano Ernesto Teuma, quien realizó la traducción al español. El poema retrata los horrores cometidos por el Ejército sionista en los territorios palestinos ocupados, una denuncia del arte contra el asesinato y un recuerdo de las vidas que los asesinos no consideran como «humanas».

Strong es, junto con la artista visual norteamericana Jasmine Nicole Williams, uno de los impulsores del periódico y proyecto «Artistas contra el Apartheid. Un año de lucha», que también se presentara en esta edición del evento.

No resultó menos estremecedor escuchar los versos de Gabriel Cortiñas en su poema «América», extenso compendio de las contradicciones que habitan el continente americano todo, donde las desigualdades sociales se expresan como en ningún otro del mundo.

La acción poética finalizó con una declaración de los trabajadores de la Casa y los debidos agradecimientos a todos los que de una forma u otra contribuyeron a la realización de este encuentro internacional de los creadores jóvenes.

La jornada culminó con la foto grupal final coloreada de sonrisas mexicanas, argentinas, colombianas, uruguayas, norteamericanas, cubanas, americanas al fin. No podía ser de otra forma en un encuentro donde el Continente lanza un llamado para la salvación de la vida.