“Es un honor muy grande el que me hacen Cuba y la Universidad de las Artes. En verdad es algo muy fuerte para mí, muy fuerte…”, dijo visiblemente emocionado al Periódico Cubarte el maliense Abdoulaye Konaté, refiriéndose al título de Doctor Honoris Causa que le entregará este lunes el alto centro de estudios donde recibió parte de su formación como pintor a finales de los años 70 del pasado siglo.

El artista, uno de los más destacados del continente africano en la actualidad, se encuentra en Cuba invitado a la XIII Bienal de La Habana, a la que arribó con seis de sus inmensos tapetes, los que se encuentran expuestos en el Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam desde la jornada inaugural del pasado viernes, cuando recibió la visita del Excmo. Sr. Abdoul Kader Toure, embajador de la República de Mali.

“En la Universidad de las Artes me enseñaron la teoría y la técnica. Esa es la base para que después el artista escoja su camino”, afirmó Konaté refiriéndose al trabajo que hace con textiles desde inicios de la década de los 90.

“No es un tipo de obra tradicional en Mali, fue una inspiración mía. Esa técnica con las bandas de tejidos me la inspiraron las ropas de algunos músicos tradicionales de mi país que son como bufones. Cuando hay una ceremonia se colocan sobre el vestuario maderas, pedazos de textiles o cualquier material desechable. Eso me dio la idea de transformar el espacio en la tela para colocar bandas.

Me di cuenta de que, trabajando con los colores, puedes utilizar el textil como pintura. Además, como me gusta trabajar en grandes dimensiones, me sale fácil. Sin embargo, requiere mucho esfuerzo. Tengo un equipo de seis personas que trabajan conmigo de lunes a viernes. Una obra puede llevarnos de uno a seis meses en su elaboración.

Yo diseño la composición, los colores, el tipo de tejido. Ellos hacen la parte más artesanal de coserlo a máquina o a mano. Todo el trabajo se hace en el piso primero y luego con las máquinas”.

En su país, Konaté se ha destacado no solo como artista, sino también por su compromiso con disímiles causas como los efectos devastadores del SIDA, las guerras, los problemas medioambientales y los derechos humanos. Actualmente dirige el Conservatorio de Artes y Oficios Multimedia Fasseké Kouyaté de Bamako que, financiado por el gobierno de Mali, constituye un ejemplo para los países del África Subsahariana.

Esta es la primera vez que regresa a Cuba después de 35 años. Cuando siendo un joven egresado del ISA volvió a su lejana patria, en La Habana se organizaba la I Bienal.

“Una Bienal es algo muy importante para un país porque los artistas pueden ver lo que se hace en otras partes del mundo. Para los que son jóvenes, en particular, es una oportunidad increíble de formarse, de tener contactos, de relacionarse con otros artistas.Además, vienen también comisarios, coleccionistas y periodistas. La comunicación es muy importante en una Bienal”.

Por su obra artística y social Abdoulaye Konaté fue nombrado en 2002 Caballero de la Orden Nacional de Mali y Caballero de la Orden de las Artes y las Letras de Francia. En 2008 fue escogido como uno de los Artes Mundi, premio europeo que se otorga a los artistas que mantienen un vínculo activo con la realidad social y la condición humana. En 2009, el gobierno francés le otorgó el premio Passeport-Créateurs sin Fronteras.

Reconocimientos a los que a partir de este lunes se suma el título de Doctor Honoris Causa de la Universidad de las Artes de Cuba, su antiguo centro de estudios, al que ahora puede regresar no solo emocionado, sino también orgulloso por la obra que realiza.