Alejo Carpentier, murió en París un 24 de abril de 1980.  En ese mismo mes, pero de l616,  es enterrado el escritor español Miguel de Cervantes y fallecen el hispanoperuano Inca Garcilaso de la Vega y, según el calendario juliano, el inglés William Shakespeare. Es entonces el mes de abril un mes muy significativo para rendir homenaje al libro y a sus autores.

Así queremos recordar  a Alejo, junto a grandes de la literatura de todos los tiempos, y precisamente, destacar en estas líneas,  algunos de los grandes reconocimientos entre muchos, que recibió por  la obra  excepcional de su vida.Revisitamos la obra de este intelectual cubano con la intención de que aunque pasen los años, las nuevas generaciones lo reconozcan, lo lean y admiren.

Nació en 1904,  en la calle Maloja,  en la Habana. En 1975,  la Universidad de la Habana  le entregó,  el título de Doctor Honoris Causa. En el acto de entrega, el Director del Instituto de Literatura y Lingüística de Cuba, que siempre consideró el legado literario del gran cubano como una inmensa fortuna, hace un análisis de la valiosa obra del escritor.

Ese mismo año, viaja Alejo a México,  para recibir el Premio Internacional Alfonso Reyes en Ciencia y Literatura. El Secretario de Educación de la hermana República,  en esos tiempos, Víctor Víctor Bravo Abuja, le entrega el premio nada menos que en la Capilla Alfonsina,  en la ciudad capital, y en presencia  de la nieta de Don Alfonso, Alicia Reyes,  que presidía la Casa Museo, donde se conservan libros, documentos y recuerdos innumerables de este mexicano universal.

Por cierto, en algunas de las visitas que realizó Reyes a la Habana, no faltaba para recibirlo, el gran Alejo. Por supuesto desde muy joven, admiraba de manera muy especial al regiomontano. Gran amistad unió a estos dos hombres.  

Nos dice Lourdes Galaz, que fue Alfonso Reyes, quién le mostró a Alejo, “el mundo a través de lo auténticamente nuestro,  lo autóctono, su preocupación por lo americano, la fuerza vivificante de la tierra, la magia del paisaje, las mutaciones históricas, los sincretismos culturales”.

Carpentier,  reconoció en Alfonso Reyes,  a uno de sus grandes maestros, entre otras razones, porque Reyes, “enseñó a los intelectuales americanos a aplicar procedimientos a la altura de las más raras experiencias estéticas y sobre todo a hallar métodos propios”.

Fue en México donde se editó la novela “Los pasos perdidos”. Uno de los ejemplares,  para Alfonso Reyes. En la dedicatoria, Alejo le llama “Maestro”.

Por otra parte, es interesante que se sepa, que Alejo Carpentier, es el primer cubano y latinoamericano, que recibió de España,  el Premio Cervantes. Fue en 1977.

Un texto imprescindible para una buena lectura, constituyen las palabras de Carpentier, en el paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares, como agradecimiento al premio recibido.En el texto, Carpentier, se refiere a Miguel de Cervantes y al nacimiento de la novela moderna. 

“Todo está ya en Cervantes, comenta el cubano,  todo lo que hará la perdurabilidad de muchas novelas futuras….”

“No tuvo España mejor embajador, a lo largo de los siglos, que Don Quijote de la Mancha… Pronto conocido en toda Europa, Don Quijote cruzó  el océano  para mostrarse a todo lo largo y ancho del Nuevo Mundo… Por encima de luchas y vicisitudes, sobrevolando los antagonismos históricos, siguió transitando sin trabas por las tierras de América”.  

No olvidó Alejo, al apóstol cubano José Martí, al que llama, “el espíritu más universal  y enciclopédico  de todo el Siglo XIX americano”.

Como un dato significativo, no podemos dejar de decir, que Carpentier,  remitió a Fidel, la medalla y el monto del premio Cervantes. El Comandante en Jefe, le agradece con una misiva. También el Ministro de Educación de Cuba, en esos años, Armando Hart Dávalos y la Asamblea Nacional del Poder Popular,  les  envían sendas felicitaciones. El escritor era diputado a la Asamblea  Nacional de Cuba.

Gracias a esta generosa entrega de Carpentier, en el mes de julio, de 1979, en Santiago de Cuba, se inaugura el primer Museo provincial de reproducciones de pintura universal.