Durante estos meses de confinamiento para evitar la propagación de la Covid-19, la mayoría de los artistas cubanos no han estado cruzados de brazos, sino inmersos en el proceso creativo, muchos de ellos con valiosas y altruistas propuestas que han contribuido al mejor enfrentamiento de la pandemia, como la recientemente realizada por los integrantes del reconocido Proyecto Cultural de Desarrollo Local Fidias, fundado y dirigido en Pinar del Río por el escultor Pedro Alberto Loaces Torres.
El donativo, valorado en varios miles de pesos cubanos convertibles (Cuc), tuvo como fin facilitar la labor de los especialistas de la salud y los combatientes del Ministerio del Interior en la pesquisa de los ciudadanos que viajan a ese territorio occidental en diferentes medios de transporte, y de tal modo evitar la continuación del viaje a los sospechosos de portar la enfermedad causada por el nuevo Coronavirus.
Según Pedrito —como le llaman sus colegas, amigos y familiares—, cada vez que transitaba por el punto de control ubicado a la entrada a la provincia pinareña, en el municipio de Los Palacios, le llamaba la atención “las pésimas condiciones en que se desempeñaban los compañeros que allí contribuían con su labor a evitar la propagación del terrible virus. Y en común acuerdo con el intendente de ese territorio y con la colaboración de la dirección del Hospital General Docente Abel Santamaría y la empresa de Construcción y Montaje, nos propusimos realizar dos casetas móviles, una para ser usada como oficina, y la otra como baño, y así crear confort para quienes acometían su trabajo debajo del puente, expuestos a las adversidades del tiempo”.
El entusiasta artífice explicó que las dos garitas tuvieron que hacerlas en los espaciosos talleres de Fidias, “pues en el área donde queríamos emplazarlas no existían conexiones eléctricas adecuadas para el funcionamiento de los equipos necesarios para materializar la obra. Después, con todas las partes terminadas, las ensamblamos allí muy rápido, en apenas un par de días, entrega sin descanso en la que participaron seis integrantes de nuestro grupo de creación artística”.
La oficina, concebida con abundante ventilación e iluminación natural, fue construida con madera machimbrada en los exteriores y en el piso, así como fue recubierta con cartón por dentro. Posee cinco ventanas de herrería con cristal, dos de las cuales —las de la parte delantera— son de corredera, con mostradores para la atención al público. La mayoría de los bienes de uso allí ubicados, como las sillas, las butacas, el buró, los bancos y los cestos de basura, uno de los cuales se puso fuera del inmueble, fueron diseñados y confeccionados por los experimentados creadores.
La oficina también se habilitó con espejos, tomacorrientes y luces; mientras que el baño fue levantado con plycem, un material capaz de resistir los efectos de las lluvias, el sol y el viento sin estropearse fácilmente; en esa área se colocó un lavamanos y una taza de baño de aceroníquel, además de su correspondiente alumbrado y una plataforma para colocar un depósito de agua, la cual se suministra con una pipa.
Pedrito enfatizó que la obra en su conjunto sobrepasó los diez mil cuc, pero “sus realizadores no quisieron cobrar ese trabajo hecho en beneficio de la sociedad”.
En tal sentido, el director de Fidias, acentuó que “tal decisión se debe al reconocimiento que hacen estos creadores de las incalculables inversiones que realiza la dirección del país y en particular el Ministerio de Salud Pública, en esta lucha por la vida frente a la Covid-19. Esto fue un modesto aporte y estamos dispuestos a asumir cualquier otra tarea que se nos asigne para ayudar al enfrentamiento de este flagelo que en tan pocos meses ha causado la pérdida de más de un millón de vidas humanas en todo el mundo”.
Internacionalmente reconocido por la calidad y belleza de sus producciones artísticas, así como por su impronta en diferentes comunidades de todos los municipios de la más occidental de las provincias cubanas, en la espaciosa sede del Proyecto Cultural de Desarrollo Local Fidias, fundado por Pedrito en el año 2004 en el consejo popular 10 de Octubre, de la ciudad de Pinar del Río, se levanta uno de los parques infantiles más concurridos por los niños, quienes allí no solo pueden jugar en un ambiente acogedor, sino además en estrecho contacto con la naturaleza y la cultura.
El jardín infantil de Fidias —nombre que evoca al más famoso de los escultores clásicos de la Antigua Grecia (Atenas, 490 a.C.-¿?, 431 a.C.),— se encuentra a pocos metros, y se interconecta con el parque de las esculturas, único de su tipo en Cuba, también creado por Loaces Torres con el fin de exponer, de forma transitoria, figuras de pequeños y grandes formatos realizadas por artistas pinareños y de otras regiones del país; que posteriormente son ubicadas en diversos espacios públicos de la ciudad, entre ellos, escuelas, hospitales, museos, casas de cultura, centros recreativos, y otras muchas instalaciones de carácter sociocultural e histórico.
El vergel dispone asimismo de piezas tridimensionales inspiradas en animales que enriquecen los sueños de los pequeños, tales como leones, aves, venados, y otras que engalanan el espacio donde existen abundantes césped y árboles endémicos, los cuales favorecen la animación de actividades culturales y recreativas, como las actuaciones de grupos de música, de teatro y payasos, en un atrayente anfiteatro techado y con plataforma.
La variada programación artístico cultural de este proyecto asimismo incluye talleres de creación para niños y adultos, ventas de libros, dibujos sobre el asfalto, juegos recreativos de mesa, pin pon, bicicletas, velocípedos, patines y la monta de ponis, los que se realizan en un entorno en el que sobresalen un mini castillo medieval, una réplica a pequeña escala de la torre Eiffel, de París, columpios y otros artificios para el encanto de los infantes.
Fidias, grupo de creación perteneciente al Fondo Cubano de Bienes Culturales —emblemático dentro de esa institución a nivel nacional— está compuesto por unos 100 destacados artífices, quienes acometen una labor conjunta entre artesanos artistas, escultores, pintores, carpinteros, soldadores y constructores, que con sus manos y enorme talento tienen la misión de restaurar piezas e instituciones que constituyen patrimonio histórico-cultural de Vueltabajo. Los virtuosos hombres que integran este proyecto, han participado en la decoración de numerosos centros culturales y gastronómicos de la ciudad, así como en la construcción, reparación y ambientación escultórica de parques, escuelas, círculos infantiles y centros asistenciales de la salud pública, entre otros muchos.
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