En fecha próxima, dará inicio la Feria Internacional del Libro en nuestro país. Es sin duda este evento, una gran fiesta para los cubanos y también para los que nos visitan.

En esta edición 21, se rinde homenaje a dos distinguidísimos intelectuales cubanos: Zoila Lapique Becali, Premio Nacional de Ciencias Sociales y Ambrosio Fornet Frutos,   Premio Nacional de Literatura. Además,  la Feria estará dedicada también,  a las culturas de nuestros pueblos caribeños.

Al referirme a este acontecimiento, no he podido dejar de pensar, en cuán orgullosos vivimos los cubanos del  desarrollo del libro y la lectura a partir de la exitosa Campaña de Alfabetización,  en que nuestro pueblo más humilde, logró aprender a leer y a escribir con la ayuda solidaria de miles y miles de alfabetizadores, algunos muy jóvenes,  que se desplegaron por todo el territorio nacional.

Mucho hemos insistido en la necesidad de mantener bien en alto el desarrollo cultural de los cubanos,  siempre  bajo el principio martiano: “Ser cultos es el único modo de ser libres”.

Ya hemos dicho en anteriores trabajos, y ahora vale la pena repetirlo, que el Ministerio de Cultura creó el sistema de Casas de Cultura para cumplir la especial misión de desarrollar los procesos socioculturales participativos, desde la promoción, la apreciación y la creación artística y literaria, en interacción con instituciones, organismos, organizaciones y demás actores sociales, como rige en sus Indicaciones Metodológicas.

Para lograr estos objetivos, y específicamente en el campo de la Literatura, se han desarrollado a lo largo de los años, talleres de apreciación literaria, círculos de lecturas, grupos literarios especializados, por géneros y temáticas, que han venido realizando exitosos encuentros  en forma de peñas, tertulias, cafés literarios y cuántos espacios han servido, para promover el libro y la lectura y en muchas ocasiones, interrelacionados con otras manifestaciones artísticas.

Es realmente impresionante el gusto del público por estos espacios. Algunos de estos proyectos, están dirigidos a los niños y adolescentes, otros a las altas edades, y un buen número, para todas las edades.

Los promotores culturales que los dirigen y conducen, trabajan con gran entusiasmo y he conocido que en muchos de estos encuentros, se han presentado  hasta valiosas investigaciones y planes individuales de desarrollo, que han contribuido a mejorar el nivel profesional y humano de muchos de sus integrantes.

De estos grupos  literarios sistemáticos, han  devenido  recitales muy apreciados por el público, lecturas comentadas, y múltiples acciones muy creativas,  que han sido apoyadas por los Consejos Populares, los municipios y las provincias del país. Algunos de ellos, convocan a concursos que incentivan a sus miembros a visitar bibliotecas, museos, galerías de arte, instituciones que contribuyen a facilitar y ampliar los conocimientos y a elevar el nivel espiritual de los que acuden a ellas.

Al comentar con mis  lectores  estas ideas que me resultan muy importantes, me vienen a la mente, los IX  Juegos Florales convocados por la Asociación Canaria de Cuba “Leonor Pérez Cabrera” y clausurados el pasado diciembre,  a partir del  trabajo del Grupo Literario “Silvestre de Balboa”,  adscrito  a la Academia de Etnografía  y tradiciones de la Institución, el cual, desde hace muchos años, despliega una hermosísima labor formativa, bajo la dirección del poeta, profesor y promotor cultural  Rafael Orta Amaro.

Fue para mí de gran satisfacción, recibir  la Compilación poética que con tanto esmero y esfuerzo fue realizada por  el poeta y un grupo de colaboradores de la emblemática entidad canaria en ocasión de estos IX Juegos, donde se reúnen en el texto,  catorce poemas  de tema canario en verso libre  insertados en la anual contienda poética, una breve reseña que acopia títulos ganadores entre 2003 y 2010 y en cierre, opiniones vertidas por prestigiosos intelectuales que fungieron como jurados o participaron como invitados especiales. Se agrega a la edición una gráfica testimonial de los Juegos.

El Indio Naborí, en ocasión de su participación en una de estas ediciones de los Juegos,  consideró maravillosos aquellos textos que se leyeron. Jaime  Sarusky, en el 2008,  exclamó: "hubiera querido en aquel momento, tener la edad de aquellos niños y niñas" y Pablo Armando Fernández expresó que: “detrás de las obras presentadas a Concurso, fluye un arroyo memorioso de cuyas aguas bebe la literatura, gracias a un propicio y sostenido empeño que jamás debe perderse”.

Esta Asociación,  presidida por su fundador Carmelo González Acosta, honra el legado de  la emigración canaria en nuestra tierra. Con ello, se cumple  el objetivo de mantener una estrecha vinculación con los descendientes de inmigrantes de las diversas culturas  que se han asentado en nuestro territorio y  de estimular su preservación y al mismo tiempo, ofrecer especial atención,  al trabajo con los niños continuadores de esas tradiciones.

Al asistir al acto de clausura de este evento el pasado año, fue admirable comprobar la calidad de los trabajos poéticos de creadores muy jóvenes, algunos casi niños, pero con un talento y una espiritualidad impresionantes. Cualquiera de los poemas podría ser premiado. Todos de una forma u otra, mostraban una sensibilidad notable, digna de los mayores elogios.

El poeta y profesor del grupo, Rafael Orta, estaba verdaderamente emocionado. El público integrado prioritariamente por padres, abuelos, y otros miembros de la familia canaria, aplaudía y emocionado escuchaba las lecturas poéticas y se deleitaba con la interpretación de la música y el coro de voces, con las melodías de las Islas Afortunadas.

Un buen ejemplo de trabajo literario del poeta Orta, con los niños y los jóvenes,  descendientes de canarios, que una vez,  llegaron a nuestra tierra, se asentaron en ella y dejaron una hermosa huella que los cubanos sabemos apreciar y conservar para siempre.

Thelvia Marín, la excelente poetisa y escultora cubana exclamó en el 2004, cuando participó en los Juegos, como jurado: “La tinerfeña Leonor Pérez Cabrera se sentiría muy feliz al ver a su José Martí ?a quién ella llamaba Pepe? en este exuberante jardín de versos ofrendados por jóvenes cuyas familias  descienden de las fabulosas Islas Canarias”.

Los IX Juegos Florales de la Asociación Canaria de Cuba, superó las expectativas. Bien felices deben estar todos por el éxito alcanzado. Deseamos que los próximos Juegos  logren  los mismos  resultados. Ha quedado demostrado, que el tema canario ofrece un mundo de realidades y fantasías capaces de inspirar  los más hermosos  textos.

Pienso que sería bueno terminar con unos versos  del poema premiado de Midsaly  Fernández Pérez,  titulado,  “Maneras de amar a Canarias”:  

Nadie imagina
cuánto presagian y reclaman
los versos de estas islas
porción de júbilo, presa de volcanes
sin miedo
A pesar del reto
de ser reino de la sed
y los sucesos anclados,
ellas no sucumben en el olvido.

Imágenes: Internet