No, tranquilos, que el Brady no ha dejado los pinceles y la suspicacia humorística que le han acompañado hasta ahora para ganarse la vida de “sopa” en “sopa”. Es que así tituló el caricaturista artemiseño su última exposición personal, en la Sala Manuel Galich de la Casa de las Américas, una de las sedes principales del Segundo Festival AM PM, América por su Música.
La muestra personal de Brady Izquierdo Rodríguez fue conformada por 23 piezas de pequeño formato y realizadas en los dos últimos años. En ella, el joven artista hace gala de la observación acuciosa, del dominio de la síntesis y de los códigos gráficos para comunicar, pero sobre todo, de su pasión por la música y su ecosistema. Por ello no faltan, junto a escenas cotidianas de los músicos – aprendices, profesionales y “soperos”–, la caracterización de íconos de su generación como X Alfonso, Kelvis Ochoa, David Torrens, William Vivanco, Telmary, Alexander Abreu, William Roblejo, Roberto Fonseca, y Harold López-Nussa.
Organizada curatorialmente en tres bloques, uno como prólogo, más universal y lírico, otro de caricatura personal y por último otro más cercano –aunque espacialmente alejado del resto– al “cubaneo” y la “sandunga”; del primero y del último destacamos su tono y estética costumbristas, práctica –a mi entender– anémica en el quehacer de los humoristas gráfico más jóvenes.
Y como todo arte genuino, las obras no dejan de ser a la vez auto-referenciales y conectables con la propia realidad de los que la disfrutan. No faltan alusiones a temáticas tan importantes como la crisis mundial –económica y moral–, la confrontación entre la cultura y la banalización o entre lo local y lo global, pero todo en clave de humor.
Las piezas dan muestra, además, de la variedad técnico-formal del graduado en Educación Plástica en el Instituto Superior Pedagógico Rubén Martínez Villena, y que han tipificado su prolífero devenir artístico. Hay entonces creaciones más minimalistas y otras de detallada realización plástica como las caricaturas en acrílico tituladas Azucenas, girasoles y El Cimarrón o la más lograda –a mi criterio– identificada con el sonado título Me dicen Cuba.
De modo que solo me queda invitarlos a ésta, Música x cuenta propia, en La Casa; y a la que ya anuncia el multipremiado joven caricaturista en la galería Angerona de su patria chica, Se vale todo, donde compartirá con el público asistente una amplia muestra de su producción gráfica.
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