Se vistió de largo la Editorial En Vivo, del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) al presentar, en la sede del Centro de Investigación y Desarrollo de la Música Cuba (CIDMUC), en La Habana, una obra calificada de maestra por varios expertos en musicología e historiografía musical: Los musicales de la radio y la televisión en Cuba (1950- 1958), salida de la acuciosa investigación de Carlos Bartolomé Barguez, sin dudas, un experimentado investigador y promotor de la cultura musical del patio.

Haber acompañado al autor de esas 300 páginas en su largo peregrinar investigativo, durante aproximadamente treinta años, me concede el privilegio de hablar de su obra con soltura más allá de haberme leído el texto publicado después de la formidable edición de Danayris Caballero García, “Dana”, talentosa joven que ya hace historia en el sello editorial de la radio y la televisión cubanas.

Por cierto, merece las palmas también, Arnaldo Morán López, quien se encargó del diseño, realización y cubierta. Esta última muy sugerente, con una composición de 12 fotos de los más grandes de la época y colores muy alegres y llamativos, a tono con el tema que aborda el libro. Se agradecen también las fotografías aportadas para el interior del libro por Pedro Amézaga, que ilustran el acontecer reseñado.

La presentación, en una mañana otoñal, fue un encuentro heterogéneo entre amigos de la radio y la televisión, realizadores de esos medios, conocedores del tema, expertos y estudiantes de Musicología de la Universidad de las Artes, mezcla nada explosiva, más bien alentadora. La sala quedó pequeña y no sólo por las elementales medidas de bioseguridad sino porque eran muchos los que deseaban estar en este hecho cultural y se logró, además de una sala concurrida, un ambiente muy agradable.

Norma Gálvez, directora de la editorial, hizo una presentación de lujo, y se convirtieron en una conferencia magistral las palabras del autor, que por suerte quedaron filmadas y grabadas por el CIDMUC con fines docentes y divulgativos.

No se trató del tradicional verbo de quien agradece la publicación de su obra, fue una verdadera reseña histórica de lo que aconteció en los canales de televisión y emisoras radiales con los músicos, cantantes y compositores en ese período controvertido de los años ´50, con medios de comunicación comerciales, una competencia capitalista atroz entre ellos, la tiranía batistiana desangrando el país.

Una prolífera producción musical cubana –y también interactuando con mucha música extranjera que se consumía en Cuba- tenía su reflejo en las parrillas de la programación de los medios, en las vitrolas de bares y cantinas y en los discos de acetato y, como expresara el autor, una discriminación hacia los artistas negros y mulatos, de uno y otro sexo, en ocasiones solapada, pero muchas veces descarnada, “Claro, eran muchas las estrellas negras y mulatas que no podían obviar. ¿Quién se atrevía a excluir al Beny o a Bola de Nieve, por ejemplo? Sin embargo, hasta a ellos les rescindieron contratos en algunos momentos”, sentenció Carlos Bartolomé.

No adelantó mucho el autor del contenido del libro, ¡hay que leérselo! Pero sí lo contextualizó, comentó aspectos de la investigación que quedaron fuera y respondió preguntas del auditorio.

No diré frases hechas de ocasión, pero realmente Los musicales de la radio y la televisión en Cuba (1950- 1958) de Carlos Bartolomé Barguez se convierte en un libro de obligatoria consulta para quienes deseen conocer sobre el tema.

El autor responsabilizó al doctor Fabio Fernández y a Manuel Villar Fernández, por haber llegado a este resultado. El primero, porque desde su responsabilidad de director del Centro de Investigaciones Sociales del ICRT lo motivó a escribir lo que conocía de sus investigaciones y a profundizar más y para ello le creó todas las condiciones en su centro, una vez que el autor se jubiló como museólogo en el Museo Municipal del Cerro, y el segundo, porque lo acogió a partir de 1989, en su espacio “Memorias” de Radio Rebelde –que trasmitía desde 1984- con una sección sobre la música de los 60 y el 70 del pasado siglo.

El libro que ahora ve la luz, nació  como el antecedente necesario del proyecto investigativo que se propuso inicialmente el autor acerca de la década del 60 y profundizó tanto que salió éste texto que ahora disfrutamos. Ya están elaboración los próximos libros, que responderán a los títulos: La música, el disco, la radio y la televisión en Cuba, 1959-1961y La era de Nocturno. La década prodigiosa en Cuba, 1961-1970.

Información recopilada y fichada tiene el autor para abarcar en su proyecto las tres décadas restantes del siglo veinte, hasta el año 2000. De lograrlo, se reafirmaría lo icónico e insólito de este proyecto.

Las fuentes principales que empleó Carlos Bartolomé fueron la combinación de los testimonios de los artistas, realizadores de los medios y otras personas vinculadas a la época; crónicas y artículos de la prensa, los expedientes de artistas y agrupaciones que poseen el CIDMUC y el Instituto Cubano de la Música, los documentos de la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (EGREM) y los textos, grabaciones, filmes, discos no comerciales y otros soportes audiovisuales de los archivos del ICRT y sus emisoras y canales. “El testimonio es muy rico, te da color y vida a la información que se obtiene en los fríos documentos”, ponderó el autor.

Anunció también, para beneplácito para los interesados, otro proyecto de libro que ya toma cuerpo sobre los cabarets, que está en proceso en coautoría con Rafael Lam “El Chino”, otro formidable investigador de la música cubana.

Buen momento investigativo para la musicología y la historiografía sobre la música cubana y también, muy buen momento para el sello editorial En Vivo. Lo lamentable: la exigua tirada del libro, obra y gracia del bloqueo gringo que sanciona a los proveedores a Cuba de cualquier cosa, pues hasta el papel ya no nos alcanza para divulgar la cultura que, como dijera Fidel, es el escudo y la espada de la nación.