La cancionística latinoamericana mantiene en pleno siglo XXI su capacidad de apelar a lo más sensible del ser humano, música preferida por muchos que asumida por artistas con ingenio y talento renueva su virtud ante audiencias nuevas y conocidas.
Ese es el caso de Once. Concierto para dos, disco en el que se unen el jazzista cubano Chucho Valdés y la cantante argentina Patricia Sosa, presentado este sábado en concierto en el Gran Teatro de La Habana “Alicia Alonso”.
Once… no es más que un pretexto para dar riendas sueltas a la imaginación, una invitación a soñar y reflexionar, a sentir desde letras bien conmovedoras la magia de un piano y una voz intensa que acompañan, aun en el más triste de los recuerdos.
El cubano volvió a mostrar buen tino al elegir a Sosa como su compañera para esta aventura, ya lo hizo antes con Omara Portuondo y Concha Buika, por mencionar par de ejemplos, ya que el repertorio necesita además de una buena voz, una cantante temperamental.
Esa es la química justa que define a Once…, un piano excepcional, letras profundas, y una voz apasionada.
Allí, Envidia, Ningún amor es perfecto, Días de otoño, Ya no me dueles, Concierto para dos, son títulos que recoge el álbum que sugieren la línea dramática de la grabación, y el espectáculo que colmó las locaciones del añejo teatro habanero.
Chucho, viejo conocido, adorado por demás, Sosa debutante ante el público de la Isla, que supo reconocer en ella el talento y la pasión para asumir el reto de hacer, por ejemplo, suyo el bolero.
La noche del sábado alcanzó su momento más alto cuando a escena fue llamada la Portuondo, a piano y dos voces se escuchó Dos gardenias y Allí, a petición del público la cubana cantó su insuperable Veinte años, y la argentina devolvió el gesto con una emotiva Alfonsina y el mar.
El concierto redondeó sus valores musicales con el impecable trabajo del baterista Rodney Barreto, el percusionista Yaroldis Abreu, el bajista Gustavo Giuliano, y el guitarrista Daniel Leis.
Once. Concierto para dos sigue su camino tras su experiencia en la mayor isla de las Antillas, pero dejó un grato sabor, el recuerdo de que una canción puede ser chispa movilizadora de buenos recuerdos y sueños por venir.
13 de Agosto de 2018 a las 18:57
Chucho es siempre él acompañando a quien sea...pero en este caso su "compañía" no fue la mejor: esta Patricia tiene una voz envidiable pero hace tanta murumaca con ella que distorsiona la canción, como muchas de sus colegas pop tienden a hacer, incluso alguna desafinación se le fue en la previa, cuando apenas adelantó algo en el Jazz Café del Meliá...a lo mejor estuvo mejor en el GTH ...pero a mí, la impresión inicial no me satisfizo.
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