Al bicentenario de la Conspiración de los Soles y Rayos de Bolívar, 1823, dedicó su primera jornada el Coloquio América Latina y los Estados Unidos ante la independencia de Cuba, inaugurado este 22 de noviembre y con duración hasta el 24 en el Centro de Estudios Martianos, en la capital. Es organizado por la Academia de la Historia de Cuba (AHC), con el apoyo de la Asociación de Historiadores Latinoamericanos y del Caribe (ADHILAC), y la Oficina del Programa Martiano (OPM).
Este hecho deriva de una etapa del “nacimiento político de América, momento en que se va a producir, no solo las separaciones políticas, sino, el cambio de concepto, de idea, de lo que habían sido las monarquías absolutas a las propuestas que, en algunos casos son republicanas y, en otros, monarquías constitucionales”, afirmó el Dr. Eduardo Torres Cuevas en palabras introductorias al evento.
El panel inicial del encuentro dio una mirada a ese hecho histórico, motor impulsor influyente del nacimiento y toma de conciencia independentista cubana y, en el cual el cubano José Francisco Lemus, tomó parte. Estuvo integrado por los doctores María del Carmen Barcia, Sergio Guerra Vilaboy, Félix Julio Alfonso y Edelberto Leiva, moderados por Torres Cuevas.
Una composición multiétnica en crecimiento a finales del siglo XVIII y principios del XIX, en la que el negro, morenos, mulatos y pardos libres, muestran conflictos de intereses e inquietudes, junto al auge de las logias masónicas y patrióticas, procesos externos como la Revolución de Haití y la emigración francesa hacia Cuba, despiertan conductas subversivas e intransigencia contra la situación del negro, el latifundio azucarero; el apoyo a la abolición de la esclavitud, entre otras preocupaciones que generan más de 30 conspiraciones en la isla, según comentó la Dra. María del Carmen Barcia.
Sin embargo, esas conspiraciones no marcarían aún el carácter independentista, estaban relacionadas con otros intereses, tales como ciertas libertades, según explicó el Dr. Sergio Guerra Vilaboy. Es a partir del 1814, con la Conspiración de Infante y en 1823, la de los Soles y Rayos de Bolívar, con fuentes en La Habana y Matanzas, que nace ese sentimiento patriótico de independencia. Es aquí donde aparece la figura de José María Heredia como defensor de esas ideas independentistas.
Como una conspiración occidental que irradió a Cuba, la catalogó el profesor Félix Julio Alfonso. Se refirió a otras conspiraciones acontecidas en Remedios, Trinidad y Puerto Príncipe. En tanto, Edilberto, destacó otros complots en las antiguas posesiones españolas en América y su influencia en Cuba, entre ellas, la Conspiración de la Gran Legión del Águila Negra, accionada en México y en la que otro cubano formaría parte de su organización, el habanero Simón Chávez.
El evento, en su segundo día, tiene previsto un panel principal dedicado a la figura de Heredia en el 220 aniversario de su natalicio y, el último, centrará su exposición en la política histórica de Estados Unidos hacia la independencia de Cuba.
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