Más de diez años dedicada a propiciar la reflexión acerca del diseño escénico y socializar la obra de sus principales creadores, la Galería Raúl Oliva es una de las instituciones culturales que habitualmente se inserta en la Bienal de La Habana, cuyo voluminoso programa es imposible de asumir en su totalidad por los espacios que tradicionalmente exhiben otras expresiones de las artes visuales.

En la presente ocasión, el recinto ubicado en el Centro Cultural Bertolt Brecht aparece desde este miércoles como sede de una de las muestras del núcleo central del evento con la titulada Presbicia, exposición que reúne obras de nueve artistas a quienes une la amistad y su pertenencia al proyecto Haciendo presión, formado por miembros del Taller Experimental de Gráfica de La Habana.

El hecho, en cierto modo casual, de que todos superen los cuarenta años de edad, es también un elemento común en este grupo de autores; el cual un tanto en broma dio pie al título de la muestra, según explicó al Periódico Cubarte su curador, Edgar Hechavarría, quien subrayó que la misma tuvo como pie forzado para los creadores el que las piezas dialogaran con el espacio de la galería, en lo que a su teatralidad se refiere. Es decir, el uso de la luz, del sonido y las dimensiones de las obras.

Así integran la nómina de esta muestra el propio curador; Anyelmaidelín Calzadilla, Alejandro Sainz, Hanoi Pérez, Janette Brossard, Norberto Marrero, Yerandee G. Durán, Guillermo Malberti y Sara Díaz, los dos últimos como debutantes en el antes mencionado proyecto del TEGH.

El libro arte, la fotografía, la xilografía, el video, el dibujo, la litografía y el grabado, han sido los modos de expresión de estos artistas, la mayoría de ellos decantados por el uso de la instalación.

Desde el carrusel-piñata de Malberti que recibe al visitante en la entrada de la Galería, hasta la monumental video-instalación de Edgar Echavarría cubriendo toda la pared del fondo, Presbicia añade al disfrute sensorial que proporciona, una reflexión acerca de la insularidad; no solo como factor geográfico, sino como condicionante de fenómenos de tipo económico, político, social y cultural.

Estos creadores, forzando la vista o ajustándose bien los espejuelos, lograron de conjunto una de las tantas propuestas de la XIII Bienal de La Habana que constituyen un regalo para el intelecto y los sentidos.