Daniel Diez, director de Televisión Serrana; y Waldo Ramírez, uno de sus fundadores y actual Vicepresidente del Instituto Cubano de Radio y Televisión; protagonizaron hoy el conversatorio titulado “Documental y comunidad, 25 años después”.

La sala Taganana del Hotel Nacional acogió este panel, desarrollado en el marco de la  edición 39 del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano; y en el que se rindió merecido homenaje a la prestigiosa televisora.

Diez se remontó a los inicios del proyecto, cuando comprendió que los caminos y las escuelas creados por el Plan Turquino debían ser divulgados, y que si no se hacía esto le estaba faltando una parte importante a la cultura cubana.

Era necesario darle la oportunidad a ese campesino de que expresara su manera de vivir, sus penas, necesidades y alegrías, darles la manera de dibujar sus realidades, dijo.

Explicó que aunque se especializan en documentales, han creado nuevas ideas como las videocartas, algo que surgió para que los niños de Pilón les dieran a conocer a los del Turquino cómo es su vida junto al mar, y estos a su vez les respondieron cómo es el día a día en la montaña; iniciativa extendida ya a varios países de América.

Consideró que poseen una televisora dialógica, donde la comunicación no es vertical, sino donde el otro también puede conversar, y donde tratamos de hacer que se vivan los sentimientos de la gente.

Recordó su vínculo con la Escuela Internacional de Cine y TV, cuyos alumnos de segundo año van hasta la Sierra Maestra a realizar sus documentales y regresan siempre permeados de la magia del lugar y de sus habitantes.

Ramírez rememoró las palabras de Cintio Vitier, quien calificó a la Televisión Serrana como telúrica, de manera visionaria, cuando esta aún solo contaba con un año de existencia.

Manifestó que sus materiales recogen las esencias de los seres humanos más humildes, concentrados no en la forma sino en el contenido que es su base estética; herencia de la documentalística cubana y sobre todo de Santiago Álvarez; su manera de contar y el artificio del lenguaje es la forma en que la gente vive su día a día.

Agregó que ellos rescataron la capacidad de hablar con el sonido de la sierra, de contar con las imágenes propias de la belleza del lugar, pero también de las que relatan la dureza del trabajo del campo y de las arrugas en los rostros.

Kenia Rodríguez, editora y realizadora de TV Serrana, expuso que el centro de formación del proyecto, proporciona a los jóvenes de la serranía las herramientas audiovisuales y de realización para que ellos mismos sean capaces de contar sus propias historias.

Aclaró que “al inicio el 95 por ciento de los integrantes eran personas de fuera, ahora el 0,1 por ciento es de fuera y el 99 somos locales formados aquí, y ello propicia historias narradas desde dentro y con mayor sentido de pertenencia”.

Compartió también la experiencia de los grupos alternativos, compuestos por aquellos que fueron instruidos por el centro y no trabajan directamente en la televisión, sino que proponen documentales desde sus localidades y luego los producen con nuestra asesoría, explicó.   

Publicado: 14 de diciembre de 2017.