Un homenaje por el 55 aniversario del discurso Palabras a los intelectuales, pronunciado por Fidel Castro Ruz, el 30 de junio de 1961 en el teatro de la Biblioteca Nacional de Cuba José Martí, tuvo lugar en los jardines del Instituto Cubano de la Música con la primera presentación del volumen Un texto absolutamente vigente, compilación de artículos acerca del histórico discurso el cual lo inicia.

Este acto contó con la presencia de los Premios Nacionales de Literatura Roberto Fernández Retamar y Miguel Barnet, presidentes de la Casa de las Américas y de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, respectivamente y del profesor y guitarrista Jesús Ortega, los cuales tienen el privilegio histórico de haber formado parte del auditorio, compuesto por artistas y escritores cubanos, al cual se dirigió Fidel en aquel relevante acontecimiento.

Se encontraban presentes además  los maestros Digna Guerra y Alfredo Díaz Nieto, Premios Nacionales de la Música, así como Orlado Vistel, presidente del  ICM y Luis Morlote, vicepresidente de la UNEAC; en esta ocasión se homenajeó a Fidel por el aniversario 90  de su natalicio y se recordó el cumpleaños 65 de  la inolvidable Sara González, nacida el 13 de julio de 1951.

El Coro Nacional  Infantil, proyecto del colectivo que dirige la maestra Digna Guerra, dejó abierta la conmemoración entonando las notas de nuestro Himno de Bayamo; a continuación se proyectó un audiovisual que alterna fotos del momento en que Fidel pronunciaba el discurso con las opiniones  que acerca del mismo expresan  en la actualidad un grupo de importantes artistas y escritores cubanos, entre ellos el poeta Alex Pausides,  el maestro Guido López Gavilán y el artista de la plástica Arístides Hernández , Ares, todos los cuales coinciden en el valor paradigmático de Palabras a los intelectuales, plataforma real de la política cultural de la nación cubana y artífice del desarrollo de todas las manifestaciones del arte y la literatura en ella.

Seguidamente el maestro Pancho Amat, Premio Nacional de la Música acompañado del laureado trompetista joven Yasek Manzano interpretaron versiones de algunos himnos de combate cubanos y otros temas.

A continuación Roberto Fernández Retamar, Miguel Barnet y Luis Morlote conformaron un panel, el cual dio inicio con la presentación por parte de este último del volumen Un texto absolutamente vigente, compilación realizada por  el joven historiador Elier Ramírez  que reúne además del discurso Palabras a los intelectuales, dieciséis textos producidos durante estos 55 años por ensayistas, investigadores, historiadores y escritores cubanos, de diferentes generaciones como el doctor Armando Hart, Graziella Pogolotti, Roberto Fernández Retamar, Fernando Martínez Heredia, Luis Toledo Sande, Fernando Rojas Gutiérrez, Jaime Gómez Triana, y algunos ya desaparecidos como Carlos Rafael Rodríguez o Lisandro Otero, los cuales ofrecen una diversidad de miradas e interpretaciones al documento.

Morlote realizó un recorrido por cada uno de los artículos destacando de todos la esencia conceptual que los anima y ubicándolos cronológicamente; acerca del discurso de Fidel aseguró“él anuncia en el mismo las claves de la política cultural que luego han sido las prioridades de trabajo de las instituciones culturales y que lo siguen siendo, de ahí su absoluta vigencia, tal cual plantea el título tomado de una frase a propósito, de Ambrosio Fornet”.

Consideró el vicepresidente de la UNEAC que este es un texto que todos los que trabajan directamente en la creación artística y en las instituciones culturales vinculadas a ella debían leer “hay que ir a este libro despojado de todo prejuicio, hay que ir a la fuente, porque a veces conocemos Palabras a los intelectuales por lo que se ha dicho y no por haberlo leído”.

Miguel Barnet al hacer uso de la palabra evocó ese día 30 de junio de 1961, el azar por el cual llegó a encontrarse sentado en el teatro de la Biblioteca Nacional escuchando a Fidel: “tuve el privilegio de ver cómo Fidel, con esa maestría de verdadero genio, pudo debatir con intelectuales ya de prosapia, de mucha experiencia (…) y todos tenían preocupaciones, de qué iba a pasar, dónde quedaban los católicos, los que no eran revolucionarios, los que no eran del 26, del directorio, los apolíticos y Fidel dijo «aquí caben todos menos los que sean incorregiblemente contrarrevolucionarios»”.

Más adelante confesó: “Hay que decirlo, para nosotros ver la bandera roja con la hoz y el martillo era un susto porque asociábamos eso con el socialismo estalinista y nosotros no teníamos nada que ver con eso y por supuesto Fidel tampoco, pero él ya había declarado la revolución socialista, un acto de gran osadía, de gran valentía, de gran intrepidez, pero de gran conciencia y profundidad”.

Declaró además el poeta y etnólogo que aprendió mucho con ese discurso y con esos debates donde hubo posiciones extremas, “quizás algunas muy rabiosas, otras muy confusas; en ningún momento Virgilio Piñera que estaba allí (…) dijo miedo, que tenía miedo, si no que había incertidumbre, había inquietud acerca de qué iba a pasar, si se iba a implantar aquí el realismo socialista (…) y Fidel nos tranquilizó a todos y creo que fue un momento trascendental para los que estábamos allí”.

Por su parte el poeta y maestro Roberto Fernández Retamar destacó dos elementos a su juicio esenciales del libro presentado: uno de Palabras a los intelectuales y el otro del texto de Carlos Rafael Rodríguez, que consideró loable haberlo incluido en el volumen; del discurso de Fidel señaló “son palabras cardinales para regir la política cultural de la revolución, de lo que ya Fidel anunció entonces llamándole una revolución cultural”; subrayó Retamar que ambos documentos terminan refiriéndose a la juventud, “Fidel señaló que las generaciones venideras juzgarán la tarea de las anteriores y en el caso de Carlos Rafael, él  está hablando en medio de un congreso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba y le llama la atención la cantidad tan pequeña de jóvenes que había en ese congreso”.

Consideró Retamar que éste es un punto fundamental: la preocupación por la juventud;“la juventud es la que puede llevar adelante el proceso histórico que estamos viviendo, si la juventud no hace suyo ese proceso, el proceso se termina, por tanto es muy importante esto, lo vio Fidel con mucha claridad y lo vio Carlos Rafael con mucha claridad”.

Finalmente expresó: “Aquí estamos presentes varias generaciones, pero hay muchos que no están aquí y son los que llevan ahora la antorcha de nuestra cultura en nuestro país. Yo quisiera pensar en ellos y dedicarles a ellos nuestros mejores deseos”.

A estas notables intervenciones siguió la actuación de los trovadores Alejandro Uria, el Dúo Iris y del quinteto de cuerdas Ninfas del Conservatorio Amadeo Roldán, y del Coro Nacional Infantil, acompañado al piano por la maestra Digna Guerra.

Los jardines el ICM se honraron en esta ocasión con la presencia de  cantantes, instrumentistas, compositores, especialistas, trabajadores, funcionarios y directivos  de la música en Cuba, y un grupo de importantes intelectuales, los cuales patentizaron así su tributo a tan relevante suceso histórico.