Conversando con Marcelino dos Santos. Ex. Embajador de Cuba en Mozambique Finales de junio, 2013.


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Marcelino, su madre va a cumplir 108 años o ya los cumplió.

Va a cumplirlos el 10 de julio.

¿Usted estará en Paris de tránsito?

Estaré partiendo para Paris.

A mí me gustaría oír de usted una semblanza de su madre, qué significó ella  para usted.

Teresa Sabina dos Santos.

¡Ah!, de ahí el nombre de su hermana Sabina, ¿ella es menor que usted?

Cuatro años menor.

¿Cuántos hermanos son?

Seis. La mayor murió en 1959,  después un hermano que murió en un accidente  en el año 1981, luego nació un rapaz, posteriormente Elvira y Sabina.

Yo me recuerdo de aquellas reuniones familiares que se daban en Maputo en casa de su madre todos los domingos.

¿Qué significó su madre para usted?

 Si puedo decir una cosa es que tú la admiras a ella. No, realmente para todos nuestros hermanos nuestra madre fue una gran cosa. Dijera lo que dijera, hiciera lo que hiciera, ella era siempre ella.

¿Qué nivel de educación tenía ella?

En aquel tiempo toda la gente: los mulatos, los asimilados y los blancos, cursaban la cuarta clase  y ella también cursó la cuarta clase.

¿Después de eso se ingresaba en el Pre, en la Universidad?

No, en la secundaria básica. Todo giraba alrededor de ella.

Marcelino y quién decide que usted salga fuera de Maputo, a estudiar.

Voy a tener que decir que todos, porque en aquel tiempo si querías enviar a alguien a estudiar al exterior, era preciso tener dinero.

Se recibía el dinero de todos y cuando no había dinero suficiente era necesario esperar.  En el año en que había ese dinero entonces te enviaban a estudiar a Portugal.

Lo que sucedió fue que mi hermano Guillermo, el cuarto miembro de la familia,  consiguió dinero para que alguien de la familia fuese a estudiar y entonces ese fui yo, fue de esa forma que salí a estudiar a Portugal.

¿Su mamá conocía que usted conspiraba contra el colonialismo portugués?  ¿Cuál fue su reacción?

 El problema es que ellos adivinaron que yo  quería ir  a Francia para estudiar allá.  Mi padre me escribió, fue el año en que tuve un problema, técnico digamos, con el profesor del Instituto Superior Técnico.

Yo fui para Portugal y en el Instituto Superior Técnico tenía que estar un año más para poder entrar a la Universidad.  Sucedió que antes de viajar a Francia tuve un choque, no con el profesor de la asignatura de matemática, no, fue más bien con un asistente quien supervisaba las clases

Había dos, tres, cuatro, cinco salas.  El asistente del profesor, pasado unos diez minutos decidió controlar a los alumnos.  Cuando eso ocurrió yo tenía 16, 17 o 18 años de edad. Los portugueses consideraban que nosotros, mulatos, prietos, asimilados y otros, hacíamos parte de la elite de la nación. Transcurrían los años cincuenta. Yo ya estaba entrando al aula donde se efectuaría el examen para el primer año de electrotecnia, fue al inicio de la prueba  cuando el tal asistente decidió controlar si nosotros teníamos algo para copiar.

Por una razón u otra yo nunca copié, con, o sin control. Empieza el control, éramos unos cincuenta alumnos en una sala grande. Él comienza, la primera fila y nada, la segunda y nada, la tercera… mira cuando tu estas en una clase y el profesor ya ha controlado tres hileras ¿piensas tu realmente que alguien podría tener.....? Sería como diría Samora Machel, “un cabeza de gallina”. Entonces él llegó hasta a mí y cuando vino le dije textualmente “aquí el señor no toca”. El profesor quedó sorprendido, había probablemente 80 alumnos, la mayoría blancos, no dijeron nada. Cómo es que un negro, casi como tú, ¿cómo era posible?

En aquella época nosotros éramos muy rebeldes. Primero porque ya estábamos muy politizados, segundo no admitíamos cosas como esa por parte de un blanco, entonces, cuando yo digo, “¡aquí el señor no toca!” él empieza a mirar y a mirar, pero no sabía qué hacer. Pero yo sí sabía qué  hacer, si él hacía algo, entonces yo no continuaba la prueba.

El asistente de profesor gritó algo y yo le volví a decir “¡aquí el señor no toca!”. Tu sabes que yo tengo una voz fuerte, toda el aula quedó fría, nadie imaginaba el grito de un negro contra la decisión de un blanco, sobre todo todos los blancos que no tuvieron el coraje de decir no. Después de eso nunca más se le ocurrió hacer algo como eso.

¿Terminó ahí? ¿Y qué hizo él?

Fue a donde estaba su secretaria y escribió una carta dirigida al profesor de la asignatura de matemática quien había sido mi profesor en Maputo, en la escuela técnica. Entonces escribí una carta.  El tema principal que yo abordé era: ustedes dicen que nosotros éramos lo que representábamos a la nación  y agregaba: “Cómo es que siendo nosotros la elite de la nación  puedan ustedes dudar de nosotros. Ustedes quieren construir los líderes de la nación entre aquellos que tienen miedo de ustedes”. Ahí terminé, no continué la carta. El punto principal era: “¿Cómo pueden ustedes realmente desarrollar a los hijos de la élite de la nación si tienen dudas de ellos?”

Terminé de escribir mi carta y muy delicadamente fui a entregar la prueba al profesor asistente. Inmediatamente en el Instituto Superior Técnico de Lisboa todo el mundo comentó sobre aquel incidente.

Todo el mundo hablando de la insubordinación de Marcelino dos Santos. Ahí Marcelino dos Santos  se convirtió en un líder.

Sí. (Risas).

Fui a encontrarme con Amílcar, con Neto, con Lucio Lara y otros compañeros por la tarde.  Nos reunimos y yo expliqué lo que había sucedido, pero anteriormente, hacía una, dos o tres semanas ya habíamos decidido que a Portugal, siendo un país fascista,  no le interesaba para nada que la gente continuara viviendo allí, por tanto aquel de nosotros que pudiera salir de Portugal e ir para un país libre, debía hacerlo. Entonces yo aparecía como el primero en tener capacidad para hacerlo porque mi madre, mi padre y mis otros hermanos me mandaban plata todos los meses.

Entonces todo el mundo aplaudió, porque todos querían salir pero yo era el que tenía posibilidades y así fue que salí para París.

Fui para un lugar que se llamaba Grenobel, iba para estudiar electrotecnia en la Universidad Técnica, pero yo ya estaba ligeramente lejos de la ingeniería, ya no me gustaba esa carrera, pero continuaba en Grenobel. Como ya no estaba muy atraído por la electrotecnia, me dije: ahora tengo que salir de Grenobel. Le escribí a mis compañeros en Lisboa y les dije de mi interés en ir para Paris, estuvieron de acuerdo. Les escribí a mis padres y les dije que mis compañeros estaban de acuerdo. Y es que yo estaba buscando un pretexto para que mi padre estuviera de acuerdo. Me reuní con los compañeros africanos y les dije: miren, un negro africano que viene a Paris a estudiar no va a querer quedarse en provincia, tiene que estar en la capital. (Risas), tiene que estar en la capital, entonces decidí ir para la capital.

Fui para París como estudiante en el Instituto de Ciencias Políticas, partí  una noche y llegué a Paris el 30 de abril de 1952.  Quería asistir, participar en el desfile de los obreros. Todos los años, los obreros hacían una marcha y era para celebrar el 1 de mayo mundial. Yo quería estar presente en esa marcha allá en Paris y así fue. Era una fiesta inmensa, la fiesta de los trabajadores.

¿Allí es donde usted conoce a Nicolás Guillen?

Si, en Paris. Guillén estaba con tres amigos, uno era Mario Pinto de Andrade, el otro era un escritor portugués muy bueno… no, no eran tres, eran dos. Fue a través de Pinto de Andrade que también entré en el grupo.

 ¿Pero cómo llega usted a la poesía?

Fue por la poesía que yo me sentí hablándole a......

¿Hablando de  política?

 Hablando de política.

El mejor discurso lo hacía a través de la poesía

Lo hacía políticamente, pero era poético.

 ¿Es decir, su discurso político tenía un cuño poético?

Poético.

¿De esa forma trasmitía su mensaje?

¿Tú no conoces el texto sobre Samora Machel, Elegía a Samora Machel?

 No.

Voy a intentar encontrarlo, es un documento fantástico, no solamente para mí.

¿Lo escribió después de la muerte de Samora?

Para las honras fúnebres. En realidad no fui yo quien lo escribió fuimos varios. Fue una cosa dramática.

Permíteme decirte algo sobre mi profesor, aquel que fuera  mi profesor de matemática en Lorenzo Márquez.

Una semana después de ese acontecimiento en el Instituto, él pidió hablar conmigo, entonces  me llamó y me dijo: si quieres podemos reelaborar el examen, pero a mi ya no me interesaba el Instituto Politécnico, por lo que no tenía ningún interés en discutir nada. Entonces le expliqué al señor ingeniero, le pedí disculpas, le dije también, ya escribí para mi padre y mi padre me respondió, mis colegas aquí en Lisboa están todos plenamente de acuerdo, muchas gracias Su Excelencia. Entonces me senté a pensar quién era aquel hombre.

 Tiempo después hablo con un ingeniero portugués y le pregunto

-  ¿Tu conociste a un ingeniero llamado José Enrique Arandes?

Y me dice, si, muy  bien, era un joven comunista cuando fuimos para Mozambique, pero ahora se apartó un poco del Partido Comunista.

Entonces me dije -ah, ahora comprendo su comportamiento de querer hablar conmigo y de que volviera a hacer la prueba si yo lo deseaba-.

¿Por qué para usted decidir ir a Paris, habla con sus compañeros?

Por la organización que se había creado. Los estudiantes de  las colonias habían creado La Casa de Estudiantes  del Imperio Colonial, la misma fue constituida por sectores  de Mozambique, Angola, Cabo Verde, Guinea Bissau y Sao Tome y cada una de esas secciones creaba su propia dirección... Esta Casa fue creada en 1945 por los portugueses. Ellos pensaban que creando un lugar para juntar a todos los estudiantes….

Los tenían más controlados.

Así es,  más no sé cuál era la dimensión del control que ellos pensaban, pero el hecho fue que de todos nosotros, aquellos que no lo eran pasaron a ser revolucionarios.

Cada sección seleccionaba  a un representante para que fuera parte de la dirección general  de la Casa de Estudiantes del Imperio. Entonces teníamos la  sección de Mozambique con una dirección.

¿Quién dirigía esa sección?

Nosotros elegimos a Fernando Bas, que aún está vivo, siempre fue compañero mío y era un gran atleta en basquetbol, voleibol y fútbol. Él siempre era el primero en estos deportes. No era ni segundo ni  tercer era el primero, además de practicar el atletismo. Porque él era el mejor, discutimos con él y le dijimos: oye hace falta que integres la sección de Mozambique, tienes que estar ahí porque tú eres claque en cualquier disciplina, por eso él fue el presidente de la sección de Mozambique.

En aquel tiempo usted también practicaba el atletismo.

Atletismo y fútbol, nadaba también.

¿Y cómo era usted en esos momentos?

 ¿En atletismo? yo era bueno. (Risas).

No, de verdad, yo fui en el equipo del Instituto Superior Técnico, en aquellos años 51 y 52.  Integré la delegación del Instituto a los Juegos Universitarios en Coímbra, y en ese evento yo debía hacer los 1500 y 800 metros, desafortunadamente solo hubo tiempo de hacer una de ellas, no recuerdo cual fue, pero en el grupo que corrió la disciplina el primero fue uno que era ya, federado, no contaba para la Universidad, pero de los universitarios yo fui el primero. Luego me dijeron mira hay un problema aquí falta un nadador  y tú tienes que nadar. Yo dije, ¡pero cómo!  Tienes que ser el cuarto nadador, era hasta siete. En la piscina era libre, brazo, mariposa y espaldas. Yo debía nadar espaldas, había que asegurar el triunfo de la Universidad de Lisboa.

¿Y ganaron?

Conmigo sí. Pero en natación no gané.

 ¿Marcelino ya en Paris, usted estuvo en la dirección de los estudiantes de las ex colonias portuguesas?

 Sí.

¿Usted era el máximo dirigente?

No, formaba parte de la dirección general, era el representante de Mozambique en la dirección general. Creo que el presidente era Lucio Lara o Amílcar Cabral.

Yo no sabía que Amílcar Cabral tenía esa formación.

Si, él era ingeniero agrónomo.

 Sí, es verdad, es verdad.

Entre él y Fernando Bas uno de ellos era el mejor representante de los estudiantes en Lisboa. Fernando Bas o Amílcar, uno de ellos. Cuando vayas a Mozambique te lo voy a presentar.

 ¿Vive en Mozambique?

Sí, él es seis meses mayor que yo. Hicimos la tercera y cuarta clase juntos. Después, él fue para el Liceo y yo para la Escuela Técnica, posteriormente pasó a la facultad de medicina y se hizo médico, buen médico, después se fue a vivir a Timor Este. Nos reencontramos el Día de la Independencia, ya él había regresado a Maputo.

Marcelino, dónde y cuándo usted conoció a Samora?

Yo conocí a Samora en…... Samora era un muchacho, él llegaba de Maputo y me estaba buscando para proseguir en la lucha de liberación nacional. Iba de Lisboa para llegar a Tanzania y cuando llegó a Tanzania me estaba buscando. Ya él sabía quién era Marcelino dos Santos porque cuando nosotros creamos el Frelimo en 1972 yo fui electo Secretario de Relaciones Exteriores del FRELIMO, y ese año, más concretamente en 1974, los dirigentes éramos Mondlane como Presidente; Simango, vicepresidente; Marcelino, Secretario de Relaciones Exteriores. Entonces en Mozambique todo el mundo sabía que había un Marcelino dos Santos, que no era un cualquiera. En ese 1974, en Maputo, Samora llega a salir. Los compañeros habían  distribuido tres fotografías: Mondlane, Simango y yo.

Guebuza (actual Presidente) era uno de los militantes del Frelimo que allá en Lisboa estaba distribuyendo las fotos.

Intentan una vez salir con otros compañeros y no lo logran, en la segunda tentativa es que consiguen  llegan a Dar Es Salam. 

Samora llegó a Dar Es Salam en 1974, él sale de Maputo el 4 de marzo vía Suawilandia, Bostwana. Allá conoció a Joe Slovo y Joe Slovo lo despidió.  En el avión del ANC tenía que haber un lugar obligatoriamente para Samora Machel. Él llegó en abril a Dar Salam  a esa altura ya se estaba desarrollando la Organización de Unidad Africana donde yo participo. En el mes de julio Samora parte a un entrenamiento militar en Argelia y es allá que un compañero mío,  Joa Carrera, un blanco que era militante, conoce a Samora y le pregunta por Marcelino. Samora ya me conocía... Cuando Samora termina el entrenamiento militar ya él era el jefe del grupo. En Maputo era el jefe del grupo de enfermeros.

 ¿Pero  Samora  era enfermero?

Si,  era enfermero, era el primero y muy respetado por los médicos. Cuando él parte para Argelia ya  tenía cuatro o cinco años de enfermero.

Todos los africanos lo respetaban, los médicos también. Samora era hijo de jefe tribal. Su padre abandonó la jefatura porque se había casado con una señora religiosa. Cuando los portugueses conocieron bien quien era el padre de Samora Machel construyeron una casa para el padre de Samora frente de la administración. Pensaron que así podían controlar permanentemente lo que Samora hacía.  Mondlane también era hijo de jefe tribal.  Mondlane era un hombre brillante como intelectual, era muy sencillo, muy sencillo, pero un gran intelectual. Cuando él tenía dos años es cuando muere su padre, él vivió  con su madre hasta un día que se vincula con unos suizos. La familia decide que él vaya a estudiar a Lourenzo Marquez, según su madre el objetivo era conocer los fetiches de los blancos. Unos presbiterianos le pidieron  a Mondlane que escribiera todo lo que era la cultura de su tribu. Escribió un libro que se llama Sichango hijo de jefe, yo tengo el libro allá en Maputo.

¿Escribió en ese libro  la tradición, la vida, la cultura de su tribu?

Todo, todo, por menores de todo.

 ¿En qué lengua?

En portugués. Los presbiterianos le dijeron a Mondlane: nosotros queremos trabajar...

Y era para penetrar la cultura esa.

 Pero nosotros no podemos hacerlo en lengua portuguesa porque los portugueses no lo permiten,  por eso lo queremos hacer en Changana dijeron los presbiterianos.

En 1948 yo ya estudiaba secundaria y fui  elegido para la secundaria en una ciudad sudafricana. Mondlane va a Cape Town para representar a los estudiantes blancos, prietos, pero eso fue en el año 1948 en que hubo unas elecciones en Africa del Sur donde triunfa el Partido Nacionalista y toma el poder.  Él naturalmente estaba allá y los blancos se preguntan ¿quién es este negro?, -me imagino que hayan hablado así-, que es tan poco ante la nación sudafricana y está aquí  representando a  los estudiantes de toda Africa del Sur. Él tuvo que atravesar la frontera, llega a Maputo y se crea el núcleo de estudiantes secundarios de Mozambique. Todos esos dirigentes, Simao, Chissano, Mucumbi, Guebusa fueron de ese núcleo. Todos participaron en esa organización.

¿De ahí después él parte para Estados Unidos?

Él viene para Maputo cuando verifica que ya no podía trabajar por causa de la Pique, es cuando  comienza a conocer lo que es la Pique. De aquí él llega a Lisboa donde creía que podía conseguir un poco de paz  para trabajar y se da cuenta que es imposible. Entonces parte para Estados Unidos.

Allí él se gradúa.

Allí el conoce a Janet Mondlane. Inmediatamente empieza a hablarle a los norteamericanos todo lo que eran las colonias portuguesas, Mozambique en particular, Después se gradúa, incluso trabaja en una Universidad. Estando trabajando para la ONU no podía hacer política. Luego  trabaja por Naciones Unidas en Camerún, va a Mozambique y toma contacto con la realidad mozambicana.

Después de eso él viaja a Dar Es Salam y se encuentra con los otros compañeros.  En Maputo se había encontrado con Samora Machel. Mondlane se da cuenta que siendo de Naciones Unidas no podía hacer política, entonces regresa a Estados Unidos y pasa a  trabajar como profesor en una Universidad enamorando a su compañera Janet Mondlane.

¿Janet murió?

No, está viva.

¿Dónde vive?

En Maputo.

¿Ella ejerció cierta influencia en él?

 No.

Mondlane fue un hombre de alta distinción científica y política.

Él como representante de Mozambique acepta participar en las elecciones de 1962 en Dar Es Salam. Es la reunión donde es constituido el FRELIMO. Después de formado el Frelimo él retorna a la Universidad en Estados Unidos porque sabía que era necesario ganar cierto dinero. Durante su estancia en ese país conoce a varios intelectuales africanos que luego se tornaron dirigentes, entre ellos un poeta nombrado Chitepo. En esa época yo estaba en Paris y mantenía estrechos vínculos con intelectuales franceses.

Aquino de Bragança y Mario Pinto de Andra se incorporaron en Dar Es Salam. De ellos el que más sobresalió fue Aquino de Braganza, era ya profesor, diplomado por Goa.

Pero Goa era una colonia de la India ¿No?

Sí.  Cuando Aquino viaja a Mozambique comienza a abandonar Goa, digamos en términos de cultura, y pasa a trabajar esencialmente con el Frelimo y también con el MPLA. En la práctica trabajó más con el Frelimo porque cuando estaba en Paris estaba  conmigo. De manera que estuvimos juntos en Dar Slam como mozambicanos. Cuando estábamos en Paris casi todo su dinero lo invertía en revistas más que en comida.  A  través de Aquino de Bragança fue que yo me introduje en los círculos intelectuales de Paris, con los grandes filósofos de esa época en Francia, como Maroux.

Yo comencé a pensar:- bueno los pensadores europeos no es suficiente-. Pensé en los africanos que yo conocía, grandes, grandes pensadores Mondlane y Julio Nyerere.

Infelizmente, un día se produjo la guerra de Biafra y todo el mundo estaba militando contra Biafra, entonces ocurrió que Nyerere empezó a apoyar a Biafra. ¿Por qué?  No por aporte del pensamiento, sino por causa de la religión  católica. Yo hasta hoy, tu, ustedes dos, son los únicos que saben que yo aparté de mí memoria el nombre de Nyerere como hombre de pensamiento político científico y me quedé solamente con Mondlane. Borré a Nyerere, porque un verdadero hombre de ciencia....

Hay otra cosa, hubo un año en que ustedes, cubanos, me habían invitado para un acto de solidaridad con Cuba, entonces un grupo de cubanos fueron hablar conmigo -Mire Marcelino, nosotros estamos organizando una reunión de solidaridad con Cuba y estamos pensando en invitar a algunos compañeros africanos, ¿podría indicarnos quienes podrían aceptar? Yo les dije: - a un representante africano a quien ustedes deben invitar es a Nyerere, si ustedes no invitan a Nyerere no están invitando a Africa. Si es posible voy a buscar a otros- , pero nunca más me preocupé por eso. Como en efecto, la reunión tuvo lugar, yo no propuse a nadie más y ellos, los organizadores, pensaron que el primer día debía hablar un compañero cubano y Nyerere. Yo quedé contento, solo que cuando Nyerere habló aquí en Cuba no daba, no daba, yo quedé un poco cortado por haber recomendado a Nyerere como representante de Africa, bueno, al día siguiente hablaron dos o tres personas, uno no recuerdo el nombre  y el otro era Marcelino Dos Santos y estos dos que hablaron fueron altamente aplaudidos incluso yo. Ahora, imagina, nuestra cultura. ¿Cómo es que yo tengo más aplausos que Nyerere? ¿Cómo? Ustedes son los primeros que saben de esto.

¿Sabes lo que significa para un africano ser primero que Nyerere?  Mal, mal, mal, porque ¿Cómo yo podía estar primero que Nyerere? ¿Cómo?

¡Gran Marcelino, ese es el gran Marcelino!

 Para cualquier africano sería doloroso eso que pasó. ¿Estar por encima de Nyerere?, eso no.

¡El gran Marcelino!

Más desde el inicio de la conferencia hasta el final siempre hablaban: Marcelino, Marcelino…. Los cubanos siempre decían Marcelino.  Los oradores siempre hacían mención del discurso de Marcelino Dos Santos y de los cubanos.

Marcelino, ahora le voy a hacer una pregunta un poco cabrona.

Hay gente que dice que en Angola, después de la muerte de Neto, a quien le correspondía dirigir el MPLA o dirigir al  país era a Lucio Lara. Hay revolucionarios que piensan así; que en Mozambique después de Zamora le correspondía dirigir a Marcelino Dos Santos. Hay  quienes dicen que todo eso sucedió porque ambos eran mulatos.

Si, de hecho.

Risas.

Es un hecho.

Risas.

No hace falta que diga más, es un hecho.

 No, tú sabes, en Mozambique después de la muerte de un miembro del Buró Político, cabe al  Buró Político identificar quién debe sustituirlo. Cuando muere Zamora todos votaron por Chissano.

 ¿Por qué?

No te preguntaban.

Pero si Chisano no tenía la historia que tenía Marcelino dos Santos. Ni tampoco Guebusa.

No, tampoco.

Pero bueno, estamos hablando después de Samora, después de Samora  por qué votaron por Chisano.

Chisano, Chisano.

 ¿Pero por qué, por qué?

Nadie preguntó por qué.

 ¡Ah!...... por el hecho.

Bueno eso lo interpreta usted.

Risas.

¡Ese es Marcelino dos Santos!

No, el problema...fue el voto.

Ese es Marcelino, un hombre de disciplina. 


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