Nachito Herrera y sus invitados protagonizaron un concierto sublime en la sala Covarrubias, del Teatro Nacional de Cuba, este domingo 23 de enero en la noche. No podría nombrarse de otra manera. Con la presencia del Presidente de la República Miguel Díaz-Canel Bermúdez, la cita resultó un momento exclusivo, único, un momento ansiado por el músico y los espectadores.

La presentación, con el nombre Cuba Vive, fue una ceremonia a la música de Cuba y del mundo. Al maestro Frank Fernández, Nachito le rindió honores y lo llamó “su padre, su amigo, su hermano”. Tocó para el Premio Nacional de Música (2005) presente allí en el concierto y le demostró gratitud, admiración y respeto.

Foto Juan Carlos Borjas

La obra Esperanza, del propio Nachito, inauguró el encuentro junto con la orquesta Sinfónica Nacional de Cuba, dirigida por Marlene Pauley. La pieza musical tiene un marcado sentimiento hacia Cuba y si entendemos el contexto de su composición, los análisis son más claros y concisos.

Esperanza, en particular, su autor la escribió recuperándose de la Covid-19. Un total de 14 días el músico estuvo en coma. La vida tuvo más fuerza que cualquier virus en Nachito, quien se rehabilitó y salió airoso con la misma destreza para enfrentarse al piano. Las nostalgias con su Isla le hicieron componer una melodía hermosa y pasional, que lleva por título una palabra fundamental para la Humanidad en los tiempos actuales.

Foto Juan Carlos Borjas

Otro homenaje a Chaplin estremeció también al público en la sala Covarrubias, esta vez Nachito estuvo acompañado por el violinista Lázaro Dagoberto González, para después dar paso al coro Entrevoces dirigido por la maestra Digna Guerra. Siguieron los tributos a Lecuona y a La Habana misma, con la participación de músicos jóvenes que demostraron su valía en el escenario.

Foto Juan Carlos Borjas

Catorce canciones se interpretaron durante la jornada, catorce canciones que fueron paz y contemplación, lágrimas y aplausos, agradecimiento y compromiso.

Se despide la 37 edición del Jazz Plaza en el 2022 con la batalla ganada. Un programa diverso y abarcador hizo volver cada día a las personas a las salas de conciertos, porque la música y en especial el jazz tiene ese poder.