“Un libro, sea cual sea, es un punto de partida para construir una historia”, afirma, sin ocultar la emoción, Osdiel Ramírez, especialista del departamento de Conservación y Restauración de la Biblioteca Nacional de Cuba “José Martí”; sostiene entre sus manos la Tarifa General de Precios de Medicina, que acaba de ser inscrita en el Registro del Programa Unesco Memoria del Mundo.
El documento fue editado en la Imprenta de Carlos Habré en 1723, y es hasta ahora la publicación cubana más antigua que se conserva en el país, sólo precedida por Novena a San Agustín, de 1722, perteneciente a la Biblioteca Nacional de España. Su formato inicial fue el de treinta hojas sueltas sin paginar, con la particularidad de que, al faltar una de ellas, fue sustituida por un manuscrito. Debido al proceso de restauración y conservación vigente a finales del siglo XX –sin las técnicas más actuales de mínima intervención- hoy se presenta en forma de folleto, restaurado y encuadernado en piel y protegido por una carpeta libre de ácido.
En el acto oficial efectuado el pasado 11 de marzo de 2016, como comienzo de las actividades por el 115 Aniversario de la fundación de la Biblioteca Nacional de Cuba, su director, el Dr. Eduardo Torres Cuevas, aseveró que el documento resulta de una importancia singular para historiadores y especialistas de distintas ramas del saber, por varias razones: en primer lugar, constituye un ejemplo del desarrollo de la ciencia en Cuba en el siglo XVIII. La Tarifa… coincide con el proceso de fundación de la Universidad de La Habana -1721 a 1728- y en ese tiempo su autor, el Dr. Francisco Tenesa García, Protomédico de la ciudad de La Habana, defiende una concepción científica de la ciencias médicas, y sostiene que son fundamentalmente experimentales, en las cuales se hacía necesario vincular la teoría con la práctica; con ello, y realizando incluso estudios sobre cadáveres, el Protomedicato de La Habana se oponía a los cánones del siglo XIII con que los dominicos enseñaban la Medicina Teórica. Además, pone al descubierto el alcance de la ciencia farmacológica, tanto por el conocimiento de los farmaceúticos, capaces de fabricar la medicina, como por la variedad de productos que se muestra en orden alfabético. Vista a través del arte tipográfico y el trabajo editorial, revela el desarrollo de la imprenta en el país.
Gracias a todos aquellos por cuyas manos pasó; a la pericia, rigor y profesionalidad de Olga Vega, que ha dedicado gran parte de su vida a la preservación y ciudado del patrimonio documental cubano, y a Mabiel Hidalgo, su más dedicada y experta sucesora en este empeño, contamos con esta joya bibliográfica, representante de Cuba en la exposición que con motivo del V Centenario del encuentro entre las dos culturas se celebró en Sevilla, en 1992.
Nuestro país se muestra hoy al mundo como una innegable potencia médica. El por qué y el cómo hemos llegado a ese nivel, merece estudios más profundos sobre la base que sustenta la Historia. La Tarifa General de Precios de Medicina y su contexto bien puede ser ese principio fundacional.
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