Portal Cubarte  -  Cuidadito al sacar el pie…(Video)

Cuidadito al sacar el pie…(Video)


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Demiurgos y exégetas -algo así como los famas y cronopios de los que hablara el escritor argentino Julio Cortázar- de la cultura, proponen al televidente cubano un nuevo espacio para disfrute de toda la familia en la noche dominical, Bailando en Cuba y al que han etiquetado con el lema “…tira tu pasillo…”.

El “superobjetivo” –término muy televisivo– es rescatar el baile y dar a conocer a nuevos coreógrafos, lo que ha de redundar en un acercamiento a propuestas atrevidas y novedosas sobre una de las grandes pasiones de los habitantes de esta Isla: bailar. Este “súper”, además, tiene como novedosa propuesta el que las parejas de bailadores sean un híbrido entre la academia y el aficionado. Para decirlo en palabras de estos tiempos: “lo popular”.

Como todo buen hijo de vecino, intenté sumarme a la propuesta televisiva tentado por la posibilidad real de ver cubanos contra cubanos “echando un buen pasillo”, y que estos reflejaran el sabor y la alegría de cada uno de los bailes populares creados en Cuba por más de doscientos años y que han respondido a un ritmo o etapa de nuestra historia cultural. Bailes que han gozado de fama o preeminencia sobre otros.

A nivel familiar se trata de una decisión difícil: Multivisión con su tanda fílmica o incorporarnos al torrente de seguidores de la propuesta dominical por Cubavisión. La democracia doméstica se impuso, ¡a bailar en familia!

Hasta ahí tal parece que el entusiasmo marcha en la misma dirección y con la misma velocidad que las ideas.

De la propuesta televisiva han trascurrido los dos primeros programas, donde han sido presentadas las parejas. Les hemos escuchado su reclamo para que les otorguemos nuestro voto y hemos visto las primeras expresiones, que más que juicios críticos han sido observaciones de los miembros de jurado sobre elementos técnicos o conceptuales de alto valor académico, tras la actuación de cada una de las parejas.


Combinar bailarines profesionales con aficionados no es nada novedoso dentro de la historia de la TV cubana. Ya en los setenta las puertas del ballet de esa institución se abrieron a muchos sin una formación académica; dos nombres me permiten corroborar el anterior enunciado: el mítico Rosendo, quien era conocido como un excelente bailador de casino en La Habana, y más recientemente Vadím Larramendi, proveniente del hoy olvidado grupo de bailadores de hip hop habanero Cuerpo roto.


A estas alturas de la zaga danzaria, quisiera permitirme hacer algunas observaciones.

Cierto es que hemos escuchado música popular cubana, de casi todos los géneros; sin embargo, lo menos que han hecho los concursantes es bailar esa música. Ejemplo de ello: un cha cha chá donde de soslayo aparecieron algunos de sus pasos básicos; algo similar ocurrió con un mambo. Y qué decir de la pareja que bailó un son.

Sobre este menester el juicio del jurado fue casi nulo. Solo Santiago Alfonso haciendo uso del gracejo popular definió la pauta para bailarines y coreógrafos: ¡cuidado al sacar el pie! El resto de sus observaciones se dirigeron a especificar cómo cargar a la compañera, la solución ante posibles fallas técnicas y un largo etc.

Por momentos, mirando el vestuario de los bailarines y algunos de sus movimientos en escena, me siento trasportado a una larga lista de películas que tratan el tema del baile y en las que se denomina “rumba”  o “la salsa” a todo aquello que viene del Caribe o que no sea “americano”; y en la que los bailarines lo menos que hacen es bailar una rumba o tirar el pasillo que ha definido la manera de bailar de los seguidores de la salsa; una forma de bailar en la que se combinan pasos del son, de la bomba y la plena puertorriqueña en lo fundamental. Por lo que temo que se pierda la esencia de lo puramente bailable a lo cubano.

Mirar la historia puede ser un punto de partida. Sin embargo, no quisiera que su presencia marcara futuras observaciones y/o comentarios acerca de este programa televisivo; solamente que el espíritu de Ana Gloria y Rolando, de las mamboletas o del desconocido Sangüily, se manifestaran para coreógrafos, bailarines y para el jurado. Entonces puede que la ruta del baile cubano regrese, el resto es televisión al más puro estilo chatarra.


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