Decir NO a la violencia contra la mujer / Por: Astrid Barnet


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“Estamos tratando de sensibilizar, de concientizar y de involucrar a un mayor número de sujetos en todo lo relacionado con situaciones como violencia y discriminación —ambos, en todas sus formas—, problemas que aun son invisibilizados en la gran mayoría de los debates jurídicos, códigos y legislaciones a nivel internacional y que requieren, igualmente, de gran apoyo por parte de gobiernos y estados”.

Así expresó la representante de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNICEF), en esta capital, durante un debate académico efectuado en la sede de la Asociación Cubana de las Naciones Unidas en ocasión del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

“Desafortunadamente, estamos exentos de suficientes datos estadísticos a nivel global, pero sí sabemos que una de cada tres mujeres ha sufrido violencia de alguna forma”, afirmó la diplomática, para subrayar seguidamente que dicha “situación se enfrenta de diferentes maneras en cada uno de los contextos y países, atravesando todas las clases sociales, denominaciones, situaciones económicas. Hay que seguir trabajando en este problema a través de los medios de comunicación, de las redes de apoyo. (…) A todos, hacerlos copartícipes a nivel internacional sobre la situación de violencia contra la mujer”.

En el caso de Cuba, teniendo en cuenta los cambios en los contextos, las estrategias se modifican ante tal problema; no obstante los avances, aunque lentos aun, son analizados del 2011 a la fecha. En relación con el componente Género, Enmanuel George, integrante de la Red iberoamericana-africana de Masculinidades, puntualizó:  

“Estamos trabajando en este tema de investigación muy profundamente y siempre pensando en nuestros aportes a las futuras generaciones. Hacer del componente género parte de nuestra educación y de nuestra decisión de hacer lo mejor y lo más correcto al tratar de eliminar la discriminación desde todo punto de vista. Incidir en roles y estereotipos que pueden ser desmontables para el logro de una sociedad sin desigualdades”.

Por otra parte se abordó la importancia de la problemática y debate referido a la violencia contra la mujer, “este se afirma como proyecto de trabajo a todo lo largo y ancho del país en diversas esferas de la economía: agricultura, energía renovable, el medio ambiente (…) Ya existen actores —tanto hombres como mujeres de diversas comunidades, en especial de las zonas montañosas—, capacitados metodológicamente a través de la Educación popular. Actores que se han ido multiplicando gracias al análisis integral que se lleva a cabo”.

Para el profesor universitario Julio César González Pagés, “la Campaña contra la Violencia que se implementa en Cuba está hoy más fortalecida gracias a instituciones a las cuales se puede acudir con mayor visibilidad pero, la sociedad cubana también cambió teniendo actualmente otras problemáticas y experiencias que no tenía hasta hace años atrás y, quizás hoy sean hasta más complicadas al tener que ver “según algunos” con la educación, la cultura (…) En definitiva tienen que ver con otros problemas —como es, entre otros, el machismo–, resistentes a los cambios. Un problema que habría que fortalecer es el referido a Masculinidad-Hombre, sacarlo del recinto universitario y trasladarlo hacia las comunidades y tener, al respecto, una política más macro-positiva como país. Tiene que existir un cambio de mentalidad en la forma de dirigirnos, además de tener muy en cuenta que la sociedad global actual es bastante violenta”.

Por su parte Norma Vasallo, presidenta de la Cátedra de la Mujer de la Universidad de La Habana, resaltó que “la cultura patriarcal está en la subjetividad individual y social, en algunas tradiciones y costumbres —las que, en ocasiones, aparentan ser naturales, normales—, en nuestra espiritualidad ancestral (…) Algo que se transmite generacionalmente. Todo esto se observa en algunos de los maestros y profesores cubanos, en especial, del nivel primario. Tenemos muchos desafíos, muchos retos; incluso, sería magnífico incluir esta problemática como tema, como curriculum de estudio e investigación en nuestras universidades. Indiscutiblemente, los cambios continúan siendo lentos, mas no podemos ni debemos detenernos. Nos proponemos articular la academia con todo el trabajo de atención y transformación que se está brindando a las comunidades como sujetos protagónicos. Aspiramos a lograr un ciudadano, a partir de edad temprana, que llegue a ser un paradigma de ciudadano digno y respetuoso de su comunidad y, en específico, de los atributos y cualidades de la mujer”.

 

Publicado: 25 de noviembre de 2017.


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