Casi 60 piezas de creadores de diversas naciones, que se han propuesto sostener un diálogo constante con el espectador, se exhiben en el Malecón habanero, uno de los escenarios preferidos por moradores y visitantes de otros países.

Se trata de intervenciones como parte de la XII Bienal de La Habana, que ha conquistado numerosos espacios de la capital cubana con el enfoque artístico “Entre la idea y la experiencia”. Las piezas duplican el número de proyectos presentes en la cita anterior y proceden de autores de todos los continentes.

Una de las propuestas que ha despertado el interés entre niños y jóvenes es la Pista de patinaje sobre hielo, del norteamericano Duke Riley, situada en Malecón y Belascoaín. Con una dimensión de 8.5 metros por 25, dispone de  láminas de un material que tiene las mismas características del hielo, pero no se derrite con el calor.

Organizadores del encuentro afirman que cerca de 300 personas acuden a la instalación cada día, y se puede permanecer 20 minutos dentro de la pista; se cuenta con 250 pares de patines.

La obra de Riley siempre está vinculada a la historia; él realizó una investigación previa sobre las pistas de hielo en Cuba, que le llevó a conocer acerca de la existencia de un equipo cubano de hockey nombrado Los Tropicales, que compitió en una liga en Miami.

Duke Riley, calificado como uno de los mejores colombófilos de Brooklyn, ha expresado que piensa realizar, además, unos espectáculos con palomas y luces, que nunca antes ha ejecutado porque resulta muy difícil entrenar esas aves para que vuelen de noche.

Los más de 200 artistas —120 individuales y 101 de siete proyectos colectivos—, participantes en la XII Bienal de La Habana, proponen a los espectadores muestras expositivas, performances en diversos espacios de la ciudad, conferencias magistrales, incidencia en los barrios y comunidades, y otras acciones culturales en conjunto con las artes escénicas y la música.