Justo  en el día en el que Juan Formell Cortina, fundador de Los Van Van, cumpliese 80 años, fue develada una máscara mortuoria del emblemático bajista, que formará parte de la colección del Museo de la Música, una vez que abra sus puertas al público. 

En la ceremonia—que contó con la presencia de Alpidio Alonso Grau, ministro de Cultura, Indira Fajardo, presidenta del Instituto Cubano de la Música y familiares de Formell— Osmany Ibarra Ortiz, jefe del departamento de Museología de la institución cultural, destacó el legado que dejó a la cultura de la mayor de las Antillas el timonel del buque insignia de la música popular.

La pieza, al igual que la de Alicia Alonso, fue realizada por el doctor Alfredo Álvarez Rivero, especialista de prótesis estomatológica del CIMEQ.

Una máscara mortuoria es una copia fiel del rostro de una persona recientemente fallecida. La técnica que se usa en este arte milenario es el vaciado en yeso para obtener la imagen primaria y reproducirla en este u otros materiales más perdurables como el bronce, la cerámica y las resinas. 

En el Museo Nacional de la Música se atesoran además de la mascarilla mortuoria de Formell, las de Hubert de Blanck Valet, Joaquín Nin Castellanos y Sindo Garay García. 

Juan Formell fue un músico, bajista, compositor  y arreglista cubano. Consolidó la música popular bailable e introdujo la instrumentación electrónica en la forma musical cubana. Junto a Los Van Van inmortalizó icónicos temas como “El baile del Buey Cansado”, “Este amor que se muere”, “Anda ven y quiéreme”, “Permiso que llegó Van Van”, “El negro está cocinando” y “Vanvaneo”. Murió en La Habana el 1 de mayo de 2014.