Durante la apertura del Primer Festival Internacional de la Timba, Samuel Formell, actual director de Los Van Van, aseguraba que este evento estaría dedicado enteramente a su padre Juan, quien abandonó físicamente a todos los cubanos hace 5 años. Precisamente, en honor al eterno director del “tren de la música cubana”, fue develada en la capital una tarja, cita en 23 y P, donde  Los Van Van dieron su primer concierto.

En este lugar inició la leyenda de la música cubana de todos los tiempos, por eso, llegaron hasta allí el ministro de Cultura Alpidio Alonso, familiares de Formell, fundadores de la orquesta como el baterista y timbalero José Luis Quintana “Changuito”, el flautista Orlando Canto y el trombonista Edmundo Pina “Mundele” y muchos vanvaneros que admiran y reconocen los aportes de Juan Formell a la cultura cubana.

Las palabras centrales estuvieron a cargo de Guille Vilar, destacado periodista, promotor cultural, guionista y crítico musical, quien disertó sobre la obra de Formell y en este sentido aseguró: “solo alguien con su talento y probada capacidad creativa, es capaz de otorgar a la afamada orquesta un prestigio tan elevado como para convertirla en uno de los fundamentos cotidianos que enriquece nuestra identidad”.

“Hemos sido convocados en este lugar para develar una pequeña tarja que, por sus dimensiones, para nada significa que se trate de algo sin aparente relevancia. Decir Juan Formell encierra tantas cosas para los cubanos, que ya no creemos que la tarja realmente sea pequeña porque ahora mismo vemos cómo esta crece ante nuestros ojos”.

Recordó esa frase que asevera que Los Van Van son los Beatles cubanos. “Incluso, si les digo que ´Los Beatles son los Van Van ingleses´, tampoco nadie cuestionaría semejante afirmación porque tanto uno como el otro, cada cual en su entorno, rompieron esquemas a través de impactantes innovaciones para la época. Tanto uno como el otro hacían discos que eran esperados con la mayor interrogante de por dónde vendría el próximo”.

Asimismo, destacó como este proyecto musical tiene la categoría de leyenda musical, no solo por la cantidad de millones de discos vendidos, sino por los millones de cubanos que se han apropiado del hechizo de esta obra.

Por su parte, Samuel Formell agradeció este sentido homenaje a su padre, a la vez que reiteró el compromiso de Los Van Van con la música y la cultura cubana.

Juan Formell nació en La Habana el 2 de agosto de 1942. Realizó sus primeros estudios musicales con su padre Francisco Formell, y los continuó después de manera autodidacta. En su formación como compositor e instrumentista de guitarra bajo pudo contar con la orientación de prestigiosos músicos cubanos como Félix Guerrero, Rafael Somavilla, Armando Romeu, Antonio Taño y Orestes Urfé.

En su carrera profesional trabajó en diversas agrupaciones musicales, entre ellas la de Pedro Jústiz (Peruchín), la de Guillermo Rubalcaba y la orquesta de Carlos Faxas, donde se inició como orquestador y compositor con títulos como Y ya lo sé, De mis recuerdos, Lo material y Yo soy tu luz, que interpretara la cantante cubana Elena Burke.

Fue muy importante en su desarrollo artístico su incorporación a la Orquesta Revé en 1967, donde realizó valiosos aportes estilísticos y estructurales a las orquestas charangueras cubanas, como fue la incorporación del bajo eléctrico y la organeta (teclado) en sustitución del contrabajo y el piano acústico, el tratamiento rítmico y amplificación acústica en los violines, el empleo de la flauta de sistema y la batería que sustituyeron a la flauta de cinco llaves y las pailas, el trabajo vocal a tres voces en lugar del unísono, entre otros.

Creaciones como El martes, Yuya Martínez, Qué bolá, qué bolón, La flaca, Te lo gastaste todo y El jueves, son algunas de las más representativas de esta etapa. Por estos años mantuvo su trabajo con Elena Burke y retomó la práctica de interpretar sus obras solo con la guitarra, como había hecho en sus primeras presentaciones artísticas cuando aún era trovador aficionado.

Fue a finales de 1969 que creó Los Van Van, con los cuales continuó y amplió su labor creativa, apoyándose ahora, fundamentalmente, en el aprovechamiento máximo de los recursos expresivos del Son. De esta orientación surgió el Songo, denominación que él y José Luis Quintana (Changuito) dieron a un nuevo ritmo, que ha resultado determinante en su creación posterior. En 1981 incluyó los trombones en su charanga para reforzar el registro central de su orquesta.

De esta etapa con Los Van Van que se extiende hasta nuestros días encontramos muchas de sus más famosas creaciones como Te traigo, Chirrínchirrán, Llegué, llegué, El baile del buey cansao, La Habana no aguanta más, Anda ven y muévete, La titilaría, El negro no tiene ná, entre otras muchas.

Además, realizó innumerables presentaciones como autor e intérprete en eventos nacionales promovidos por instituciones culturales y giras internacionales por todo el mundo. Sus creaciones y resultados artísticos con su orquesta devinieron modelos para otras agrupaciones musicales en Cuba y el extranjero.

Formell y su orquesta grabaron numerosos discos con Egrem y otras discográficas y obtuvieron en 1999 el Premio Grammy con su CD Llegó… Van Van (Van Vanishere).

En marzo de 2010 recibió el Doctorado Honoris Causa del Instituto Superior de Arte, en reconocimiento a sus contribuciones a la cultura cubana y en particular por la labor desplegada al frente de la orquesta líder de la música popular bailable de la Isla.

Además, en 2013 la Academia Latina de Grabación decidió reconocerlo con el Premio Especial a la Excelencia Musical, lauro que enaltece “a artistas que han realizado contribuciones creativas de importancia en sus carreras”.

Formell murió a los 72 años de edad, el 2 de mayo del 2014, dejando a Cuba un legado que será recordado durante todos los tiempos.