Un Reconocimiento otorgado en 1991 a Fernando García González, por su aporte a la cultura rural durante 30 años, se incluye entre las piezas donadas por Luisa Mandiarote, viuda del poeta matancero, para integrar los fondos del Museo Nacional de Historia del Movimiento Campesino en Cuba.

Ante la convocatoria de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), Mandiarote accedió a contribuir con la institución, que radicará en Rancho Boyeros, en La Habana, porque confía en que allí custodiarán bien las pertenencias de un consagrado al arte del repentismo.

Una de las voces más reconocidas de la décima improvisada en la Isla, y defensor del patrimonio cultural inmaterial de la nación merece, a criterio de la ANAP en Matanzas, ser representado en el museo campesino, opinó Glairis Frómeta, funcionaria ideológica.

Otros documentos acreditativos de los vínculos entre Fernando y la organización campesina, así como también una prenda de vestir que le perteneció, se incluyen en la donación.

Explicó Frómeta que la familia constituye fuente esencial en el proceso de recaudación de información y objetos trascendentales que puedan incluirse en la institución, donde se evocará la evolución del sector, sus tradiciones y tributo a la obra de la Revolución.

Azadón, guataca, cincel y herradura, se incluyen entre los bienes que el Museo Palacio de Junco identificó ya, para contribuir a que el próximo 17 de mayo, en ocasión del XI Congreso de los trabajadores de la tierra, el nuevo centro pueda exhibir algunas piezas.

Desde hace más de un año se trabaja en la creación del Museo Nacional de Historia del Movimiento Campesino en Cuba, el cual radicará en un inmueble ubicado a escasos metros del recinto ferial donde en el año 1961 se fundó la ANAP.