El Paisaje Cultural El Cobre y los caminos de la Virgen de la Caridad del Cobre: Monumento Nacional (Parte II)


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En el artículo anterior sobre el Monumento Nacional El Paisaje Cultural El Cobre y los caminos de la Virgen de la Caridad del Cobre se declaraba que atesoraba tres aspectos de connotación especial. En esa primera parte fueron descritos de manera general el espíritu de la religiosidad, la actividad minera y el alma de la rebeldía. Conjuntamente se abordaron consideraciones sobre el concepto de paisaje cultural.

En esta segunda parte, se expondrán más detallados los aspectos relacionados con la Patrona de Cuba, su historia, como mariana mambisa y la significación en la identidad cubana.

Narración sobre la aparición de la Virgen en Cuba

La Virgen y como se describe su aparición.

Según la leyenda, se narra que su descubrimiento y rescate ocurrió entre 1612 y 1613 cuando tres esclavos que trabajaban en las minas de cobre de la región la encontraron a merced de las olas: uno, el joven de 10 años de piel negra llamado Juan Moreno,  y los otros dos, hermanos de pura sangre india, que respondían a los nombres de Juan y Rodrigo de Hoyos.

Los tres Juanes como después se le conocieron, viajaban en una pequeña canoa que surcaban las aguas de la Bahía de Nipe en busca sal, al salir de Cayo Francés, en la propia bahía, vieron flotando un bulto blanquecino entre la espuma de las olas que rompían su cresta rozadas por el viento. A primera vista se les antojó que era un pájaro, y, curiosos, ante el alba que despertaba, remaron a su encuentro, pero, cuál no sería su sorpresa al encontrar que en vez de un ave, flotaba una imagen y, para más asombro, con sus vestiduras secas a pesar de encontrarse sobre una débil tablilla, tenía escrito en grandes letras: Yo soy la Virgen de la Caridad.

El  relato completo que hiciera Juan Moreno bajo juramento eclesiástico setenta y cinco años después de haber visto a la Virgen que se acercaba con el niño Jesús en brazos fue encontrado en el Archivo de Indias de Sevilla, bajo el título Audiencia de Santo Domingo, legajo 363. Un fragmento del mismo se transcribe a continuación:

“En el lugar de la minas de Santiago del Prado, en primero (sic) día del mes de Abril de mil seiscientos ochenta y siete años, el Señor Beneficiado Juan Ortiz Montejo de la Cámara, Cura Rector de la Parroquial de este dicho lugar, Juez Comisario, por el señor Licenciado Don Roque de Castro Machado, Juez Oficial Provisor, y Vicario general de la ciudad de Cuba y su Distrito, por su Señoría muy Venerables Señores Dean y Cabildo de la Santa Iglesia Catedral De dicha Ciudad, a cuyo cargo está el gobierno temporal y espiritual de este Obispado, sede vacante, (signo ilegible) para que conste de la aparición y milagros de la SS.ma Virgen María Madre de Dios y Señora Nuestra de la Caridad y Remedios, hizo parecer el Capitán Juan Moreno, del cual fue recibido juramente por Dios y una cruz, que hizo según forma de derecho, prometió decir la verdad de lo que supiere y le fuere preguntado. Se le preguntó lo siguiente:

Fuéle preguntado cómo se llama, de donde es natural, que edad, estado y oficio tiene. Dijo: que se llama Juan Moreno, negro esclavo, natural de este dicho lugar, y que fue capitán de este dicho lugar, y que es de edad de ochenta y cinco años y casado. Y esto responde.

Preguntado, declare lo que sabe en razón de la aparición de Nuestra Señora de la Caridad y Remedios. Dijo que sabe este declarante que siendo de diez años de edad fue por ranchero a la Bahía de Nipe, que es en la banda del norte de esta isla de Cuba, en compañía de Rodrigo de Hoyos y Juan de Hoyos, que los dos eran hermanos y indios naturales, los cuales iban a coger sal y habiendo ranchado en Cayo Francés que está en medio de dicha Bahía de Nipe para con buen tiempo ir a la salina, estando una mañana la mar en calma salieron de dicho Cayo Francés antes de salir el sol los dichos, Juan y Rodrigo de Hoyos, y este declarante, Embarcados en canoa para la dicha salina y apartados de dicho Cayo Francés, vieron una cosa blanca sobre la espuma del agua que no distinguieron lo que podría ser, y acercándose más les pareció pájaro y ramas secas. Dijeron dichos indios, parece una Niña, y en estos discursos, llegados reconocieron y vieron la imagen de Nuestra Señora de la Virgen Santísima, con un Niño Jesús en los brazos sobre la tablita pequeña, y en dicha tablita una letras grandes las cuales leyó dicho Rodrigo de Hoyos  decían: “Yo soy la Virgen de la Caridad”, y siendo sus vestiduras de ropaje se admiraron que no estaban mojadas. Y en esto llenos de gozo y alegría, cogiendo solo tres tercios de sal se vinieron para el Hato de Bajaragua[…] y mientras llegaba la noticia pusieron en la casa de vivienda de dicho Hato un altar de tablas, y en él a la Virgen Santísima, con luz encendida…

Una vez sucedido esto y casi inmediatamente, la Virgen fue ubicada en un santuario improvisado que se construyó de hojas de guano y tablas, hasta que pasado un tiempo se llevó a su santuario definitivo, cerca de su establecimiento inicial, en la cima de una loma en el área donde antiguamente se construyeron minas para la extracción del cobre. Aun cuando se camina por sus inmediaciones pueden encontrarse pequeñas piedras donde se observan trazas de ese mineral.

Existe otra historia asociada al origen de la Virgen, algunos estudiosos exponen que se conoce de documentos antiguos que hacen referencia a la venida de la Virgen de la Caridad a las serranías del Cobre en Cuba. Según estos escritos, que se encuentran en el Archivo General de Indias, se dice que Francisco Sánchez de Moya, capitán de artillería, recibió el 3 de mayo de 1597, una mandato del Rey Felipe II para que se fuera a las minas de la Sierra del Cobre a defender aquellas costas de los ataques de piratas ingleses. A su vez se hizo el encargo de erigir una pequeña iglesia, lugar donde los soldados y mineros pudieran acudir a encomendarse y pedir sus súplicas a la tan adorada imagen de la Virgen de la Caridad. Este Capitán mandó tallar en Toledo antes de su partida hacia ese nuevo mundo, una réplica de la Virgen de la Caridad y de esta manera poder seguir sintiendo cerca la protección de su Virgen amada.

Hasta qué punto el relato de Juan Moreno es veraz o no, expuesto 75 años  después del suceso, queda de momento en la especulación y en la necesidad de continuar las importantes investigaciones sobre las evidencias históricas. Realidad o imaginación, lo cierto es que existe una Virgen a la que muchos adoran, y que es el año 1612 el que se ha tomado como el del encuentro con la misma.

Ese fervor a Nuestra Señora de la Caridad del Cobre que surgió, se fue extendiendo desde su Santuario en el Cobre, a Santiago de Cuba y a toda la región Oriental. Se dice tener noticias de que ya en el año 1648 la Parroquial Mayor de Bayamo tenía un altar dedicado a la Virgen de la Caridad.

Algunos consideran que su devoción fue igualmente acogida por los santiagueros debido a la fuerte relación que existía entre ambas localidades y porque varios sacerdotes ejercieron su ministerio en Santiago de Cuba y en El Cobre, ya fuera como párrocos o como capellanes de la Virgen.

¿Conoce usted amigo lector qué significa la caridad según la religión católica? ¿Quién es en sí la Virgen de la Caridad y la del Cobre en particular? ¿Con quién sincretiza en Cuba? ¿Ha oído hablar de La Mambisa?

Misa del Papa Francisco en la Basílica Santuario Nacional de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre en Santiago de Cuba

De acuerdo con el catecismo de la iglesia católica  “la caridad es una de las virtudes teologales, a la que también se integran la esperanza y la fe. En el caso de la caridad (caritas) es la virtud teologal del amor, ella es en sí misma el amor, el amor a lo bueno, al bien, al bien puro que es Dios. El amor por la cual se ama a Dios por sobre todas las cosas, por él mismo y a nuestro prójimo como a nosotros mismos por amor de Dios”. La caridad se considera la virtud teologal más importante y superior a cualquier otra virtud.

La finalidad  de todas nuestras obras es el amor. Ese es el fin… dijera San Agustín.

Un portador excepcional de ese Amor es la Virgen María, de quien la Virgen de la Caridad es una advocación.

María es el nombre que se emplea en los evangelios para referirse a la madre de Jesús de Nazaret. Para los cristianos, principalmente católicos, son más comunes las expresiones “Santísima Virgen María”, “Virgen María”, Madre del Señor y “Madre de Dios”. El Islam también reconoce a Maríay usa el nombre árabe de Maryam.

María es asimismo conocida como “Estrella de los Mares y a ella se refieren también como “muy favorecida”, “bendita entre todas las mujeres” o “madre del señor”

Se menciona que es María de quien el profeta Isaías habló al decir: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo a quien pondrán el nombre de Emanuel, que traducido significa “Dios con nosotros”.

La Virgen de la Caridad es uno de los cultos y nombres que recibe la Virgen María. Bajo esta advocación es la patrona, además de Cuba de las ciudades españolas de Illescas (Toledo), Cartagena, Villarrobledo, Sanlúcar de Barrameda, Navalvillar de Pela y La Garrovilla.

El gran fervor y admiración sentido hacia la Virgen de la Caridad llevó a la realización de diversas réplicas de su imagen, llevadas a distintos lugares de España como Calatayud, Requena, Sanlúcar de Barrameda, entre otros y países del continente americano como México y Cuba.

¿Con quién se sincretiza la Virgen de la Caridad del Cobre?

Se conoce que a los esclavos africanos se les prohibía adorar a sus deidades, por lo que en muchas ocasiones estos empleaban a las imágenes religiosas de los colonizadores para rendir cultos a las suyas. No obstante, un sincretismo religioso y cultural fue forjándose en este proceso de fusión y asimilación. En el caso que nos ocupa, el hecho de que la fiesta de la Virgen de la Caridad se celebre en Cuba el 8 de septiembre, el mismo día que los cultos religiosos de origen africanos celebran la fiesta de su orisha o diosa Oshún, identificada como la deidad del amor y la belleza, hacen que muchos piensen que el culto de la Virgen de la Caridad del Cobre sea un fenómeno de sincretismo, algo bastante común en Cuba, en el que los santos católicos se confunden o tienen su avatar en orishas con similares características del panteón de estas religiones de origen africano.

Si bien existen coincidencias entre los santos de uno y otro culto, sus orígenes son independientes y sus representaciones distintas. Lo que pudo suceder es que los esclavos africanos se aprovecharan de estas similitudes, para a través de las mismas adorar a sus propias deidades bajo la mirada engañada de sus amos.

Existe una Virgen de la Caridad llamada La Mambisa, y es la que se halla expuesta al culto en la Iglesia de santo Tomás Apóstol. Entre los escritos leídos que tratan sobre el tema no se ha encontrado alguno que explique el origen del sobrenombre de La Mambisa que se suele dar a esta imagen La tradición oral es muy variada, y todas coinciden en el mismo punto: la certeza popular de que la Virgen María, bajo la advocación de la Caridad, acompañaba y protegía a los cubanos en la búsqueda de su independencia.

Se dice que muchos mambises insurrectos llevaban esa imagen a la manigua. Era una práctica frecuente hacerse acompañar por imágenes de la Virgen de la Caridad.

Tengamos entonces confianza, confiemos en el milagro del espíritu, que en ocasiones mueve obstáculos que son como montañas. Entonces confiemos con devoción unos, con cariño otros, con respeto todos porque Cachita, la de Oshún, la de la Virgen de la Caridad del Cobre o de la propia Virgen María. Todas ellas son parte de nuestras Mambisas, las que continúan defendiendo los verdaderos valores de la Patria, de la libertad, independencia y soberanía  de Cuba. Ellas son las que prefieren un vaso de dulce guarapo o nuestro vino amargo, pero nuestro, ante las engañosas dádivas de los que las evidencias históricas indican que siempre nos han despreciado y desprecian. Todas ellas y Ella, son parte de nuestra identidad.

La tercera y última parte de este artículo finaliza con una breve reseña de los otros excepcionales valores de este Monumento a la cubanía. Es el símbolo de El Cobre como poblado contribuyente a la formación de la nacionalidad desde sus ejemplares orígenes rebeldes, y del cobre como mineral extraído bajo el látigo en las entonces reales minas de este importante metal codiciado por los chupadores de sangre de siempre.

Esclavos indios y esclavos africanos se unieron en sufrimiento y rebeldía ante los brutales ejemplos de explotación que se ejemplifican en esta zona oriental  de la Isla, lugar donde se fraguaron las primeras sublevaciones africanas en Cuba y que provocaron el comienzo del cimarronaje.


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