A finales del siglo XIX, Perfecto y Gumersindo, dos negros libertos, jimaguas, compraron una pequeña finca en un lugar inhóspito de La Habana. A esa propiedad, en su estirpe de hombres desplazados por el color de su piel, le llamaron El Palenque. Pronto se nuclearon en torno a ese pedazo de tierra capitalina una población de origen lucumí, carabalí, que plantaron descendencia en la zona y una larga tradición y cultura que dio, como es sabido, la génesis y nacimiento de la cultura afrocubana.

A El Palenque, hoy un barrio en transformación ubicado en el municipio La Lisa, llegó este 28 de agosto, víspera de la fundación de esa comunidad –29 de septiembre de 1858, tomada también como fundación del municipio— la ya tradicional Expedición Cultural organizada por el Ministerio de Cultura y sus dependencias junto a los consejos populares para acercar, en su más amplio diapasón, su quehacer institucional, el cual tiene, como una de sus premisas, el trabajo en estos asentamientos, así como el rescate de sus tradiciones y  su amplio movimiento artístico.

La actividad se realizó en el marco de la Semana de la Cultura en La Lisa, los festejos por el aniversario de Alturas de La Lisa y el aniversario de la fundación de los Comités de Defensa de la Revolución.

Por eso fue satisfactorio y bien recibido por los pobladores de la localidad, la procesión de los Íremes, comúnmente llamados diablitos, espíritus de la Sociedad Secreta Abakuá, patrimonio inmaterial de Cuba y que en El Palenque asienta a dos de esas potencias o tierras; de esta manera se desmitifica el estigma social que sobre esta religión afrocubana se ha acumulado durante años. Así lo hizo saber al periódico Cubarte Juan Alberto Hidalgo Delgado, Mokongo de Otán Efó, una de las potencias Abakuá  enclavada en el suelo palenqueño.

Igualmente, se ofrecieron detalles de uno de los ingenios del lugar a través de la exhibición de su campana y la historia narrada por la directora del Museo Municipal de La Lisa, Aleph Martínez, quien, además, mostró una maqueta de la estructura monumentaria Azul, de importante valor patrimonial e histórico, creada por el famoso pintor y escultor   Domingo Ravenet,  quien fuera en vida vecino del lugar.  También se mostraron vasijas originales y tejas de cerámica del siglo XIX, realizadas en los tejares de El Cano, pueblo alfarero por excelencia del territorio liseño. 

Notorio en este consejo popular para el desembarco del viaje cultural, la vinculación con otras instituciones de carácter social; es el caso del trabajo y promoción de diversa índole, como fueron la disertación sobre las precauciones para la lucha epidemiológica y la demostración del trabajo deportivo y recreativo del lugar.

En el primer asunto, la Dra. Cs Anabel Hernández, directa del Museo de Medicina Tropical Carlos J. Finlay, adjunto al Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí, realizó un conversatorio sobrela prevención de enfermedades en aras de acercar a la comunidad al museo y la integración del conocimiento científico; comentó acerca del lavado correcto de las manos y la destrucción del Caracol Africano, muestra de algunos parásitos y sus riesgos, entre otros. Consideró valioso este tipo de intercambio propiciado por la expedición.

Mientras, la Master Lis Rodríguez, directora del Combinado Deportivo Roberto Balado, nombre del extinto y destacado boxeador fallecido en fatal accidente automovilístico y habitante del territorio, conversó con varios niños sobre la historia de la institución y su incidencia en el deporte nacional y local; este último incluye aportes en atletas a juegos nacionales y la Copa Yerandi Fuentes, también local, homenaje al destacado y joven deportista de 16 años, fallecido por una malformación congénita y habitante de La Lisa.

El Consejo Nacional de Artes Plásticas, exhibió la muestra itinerante Dale Like, de humor gráfico y organizada por el humorista gráfico Adán Iglesias; reúne 19 obras de humor gráfico aparecidas en las redes de los caricaturistas cubanos Ares, Zardoyas, Moro, Abela, Lacoste, Laz, Osvald y el propio Adán Iglesias.

Llegaron también al lugar variedades escénicas, actividades infantiles con payasos, tradicionales juegos, talleres, música, presentaciones de libros y trovadores, lecturas de poesía, presentación de proyectos comunitarios del lugar y más, en amplia convocatoria a los habitantes de la barriada, tornando dinámicas las experiencias, ricas en conocimiento y del aprovechamiento del ocio.

El grupo de titiriteros Adalet, trajo una puesta infantil en la que destacó la importancia de los valores. El grupo de teatro Girasol, realizó narraciones orales y juegos. El niño Alain Daniel, vecino del lugar y con 11 años de edad, quedó deslumbrado por la actuación de ese grupo y se acercó a una de sus actrices para indagar sobre este arte; en un futuro desea incursionar en el arte dramático, “me gustó la actividad, me emocioné, quiero ser artista; me gustaría que este tipo de actividades sucediera más a menudo”, nos comentó.

La Orquesta de Guitarra Clave de Sol, Premio Nacional de Proyecto Comunitario y autóctona de La Lisa, también estuvo presente. Igualmente, los proyectos comunitarios de danza Cuba conquistando sueños y Variedades Fénix, así como también el Circo Nacional de Cuba.

El Centro Provincial de Cine, adjunto a la Dirección Provincial de Cultura de La Habana y al ICAIC, proyectó las Aventuras de María Fernanda y Elpidio Valdés, recepcionados con placer por los infantes de la zona.

El Instituto Cubano del Libro organizó la presentación del Libro La Edad de Oro, de José Martí, realizada por la editora y escritora de literatura infantil Olga Marta Pérez. La también Premio Nacional de Edición, departió con niños y adolescentes del lugar sobre los valores de este trascendental libro. También se realizó una lectura de poesía con los poetas Waldo Leyva, Marilyn Bobes y Basilia Papastamatiú, acompañados de los trovadores Ariel Díaz y Miguel Ángel López.

La velada terminó con la actuación de la orquesta Ron con Cola que puso a bailar a los presentes desde su espectro musical comprendido entre la música fusión y la cubana.

Otras dependencias como la EGREM, también asistieron con sus productos culturales a la expedición.

Fotos: Juan Carlos Borjas@2024