EL ÚLTIMO COMBATE


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En los últimos años es frecuente encontrar obras testimoniales sobre las acciones desarrolladas tanto individualmente ─de jefes, oficiales y soldados─, como de las Columnas y los Frentes durante la guerra de liberación nacional desarrollada en el período de 1956 a 1958. Por sus contenidos y ser escritas por los propios protagonistas a partir de sus diarios, notas de las acciones o memorias de los hechos, adquieren mayor valor.

Enriquecen, además, la historiografía militar cubana de estos años, trabajos teóricos presentados en eventos científicos tanto organizados por las instituciones armadas como por otros centros de investigación histórica.

A ello se agregan las indagaciones conducentes a grados científicos y títulos académicos, todos los cuales, en conjunto, ofrecen una visión más amplia del modo en que tuvo lugar la contienda bélica, del desarrollo progresivo del pensamiento militar de los principales jefes guerrilleros, formado autodidactamente en el decursar de las acciones, y la grandeza, valentía y heroísmo desplegados masivamente frente a un adversario numéricamente superior, mejor preparado, dotado con armamento moderno para la época y aseguramiento logístico permanente, además de contar con el apoyo de la aviación, la artillería, medios blindados y de comunicación para el mando y la dirección de las tropas.

Una muestra fehaciente de esas obras testimoniales es El último combate, de Guillermo García Frías; primer campesino incorporado al Ejército Rebelde a la llegada de los expedicionarios del Granma, jefe de uno de los pelotones y segundo de Almeida en el Tercer Frente Mario Muñoz al este de la Sierra Maestra, participante en más de ciento cincuenta combates durante la Guerra de Liberación Nacional, en el curso de los cuales fue ascendido progresivamente hasta el grado de comandante y designado al frente de una columna.

En este, su nuevo libro, nos narra sus recuerdos de diez meses de continuos combates y dura vida guerrillera en las inmediaciones de Santiago de Cuba como parte del plan estratégico del Comandante en Jefe Fidel Castro en esta etapa de la lucha para estrechar el cerco al enemigo, impedirle el libre movimiento, brindar apoyo a las unidades atacadas, derrotarlo por parte y alcanzar la victoria con el menor costo de vidas humanas. Esta es también, parte de la historia del Primer Frente bajo el mando de Fidel, del Segundo y Tercer Frentes, de la columna que fundó y mandó Guillermo y de su propia vida.

Es también parte de la historia de la Revolución y de la de muchos hombres que lucharon por alcanzar la victoria, aun cuando algunos no llegaron a verla y que encuentran vida en esta reveladora obra testimonial.

Refiriéndose al momento fundacional de la columna el 18 de agosto de 1958, nos dice el autor ─Comandante de la Revolución y Héroe de la República de Cuba, director de la Empresa Nacional para la Protección de la Flora y la Fauna─, En cuanto a mí, acababa de recibir una nueva responsabilidad: Fidel me asignó una tropa integrada por mi pelotón y los combatientes de las columnas 1 y 4 que lucharon conmigo en el rechazo a la ofensiva…

Él en persona me indicó las misiones principales: operar en el territorio comprendido entre Contramaestre y Palma Soriano; hostigar al enemigo e impedir su movimiento por las carreteras y otras vías de comunicaciones, en especial la Central; capturar cuantos efectivos fuera posible; desplazar al ejército de la precordillera, por donde habitualmente se ubica o incursiona, y evitar el arribo de tropas desde Bayamo, Maffo, Contramaestre y del propio Santiago de Cuba.

En interés de darle cumplimiento a la misión del Comandante en Jefe el comandante Guillermo García Frías despliega su inteligencia natural y el conocimiento de lo aprendido en los meses anteriores de lucha guerrillera y, en particular, en las acciones de rechazo a la ofensiva de verano bajo el mando directo de Fidel.

En tal sentido, deja para la posteridad y, sobre todo, para quienes en circunstancias parecidas deban tomar decisiones, el modo en que concibió el desarrollo de las acciones para en tan complejas situaciones, conducir la lucha armada, imponer su voluntad a la del enemigo y cumplir la misión planteada por Fidel. En la medida en que reflexiona sobre su columna a lo largo de su participación en innumerables acciones combativas, nos va describiendo el teatro de operaciones militares en la provincia de Oriente, la conducción de la guerra por Fidel y el apoyo de los campesinos y población en general hacia el Ejército Rebelde; el comportamiento de las tropas del enemigo, el pensamiento militar de sus jefes, las indecisiones de Batista y su distanciamiento de las zonas de combate, entre otros aspectos de inestimable valor.

La organización civil abarca un amplio abanico de aspectos de interés histórico con sus enseñanzas y experiencias al tratar aspectos medulares para el mantenimiento y control  del mando y la dirección en la zona de operaciones militares. Así, nos acerca a la creación y funcionamiento de los órganos de auditoría, el cobro de impuestos y contribuciones, los suministros, comunicaciones, el transporte y los viales; a ello añade la educación y la sanidad con sus fuertes componentes de legitimidad y aceptación.

Las notas al pie, la cronología y los diez anexos que acompañan a la obra, así como la bibliografía y fuentes documentales consultadas, complementan la información al lector.

El Comandante de la Revolución Guillermo García en su obra nos aproxima a una de las acciones más gloriosas de nuestra historia: la guerra de liberación nacional. En ella no solo expresa su pensamiento de modo ordenado, sino que además interesa al lector, lo motiva, lo conmueve y lo convence sobre la grandeza del pensamiento de Fidel y del heroísmo de quienes le siguieron hasta alcanzar la victoria, en ese, su Último Combate.

Ese es el libro que la Editora Historia en la red de librerías del país pone al disfrute del lector.  


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