Con ese poema cantado que es Perla Marina, tema musical autoría de Sindo Garay interpretado por la vocalista Leonor Zayas, se inició Elogio oportuno, espacio literario del Instituto Cubano del Libro, ICL, conducido por el periodista y promotor Fernando Rodríguez Sosa, que en esta ocasión invitó a la poeta, ensayista, traductora e interprete Nancy Morejón, para festejarle allí su onomástico número 80. La velada estuvo presidida por Juan Rodríguez, presidente del ICL.
Nacida en la capital en el año 1944, Nancy, es una de las poetas contemporáneas de Cuba más significativas de nuestras letras y de Latinoamérica. Ha publicado más de un centenar de libros, referentes todos de la literatura cubana y del mundo, entre ellos, Richard trajo su flauta y otros argumentos y, La Quinta de los Molinos. Cumple ahora ocho décadas de vida, al respecto dijo: “, aquí me ven, no me he dado cuenta ni tengo conciencia de eso”.
Ha asumido también responsabilidades administrativas en el sector de la cultura tales como directora del Centro de Estudios del Caribe en Casa de las Américas y, presidenta de la Sección Escritores de la Unión de Escritores y Artistas, Uneac; es Miembro de Número de la Academia Cubana de la Lengua.
Fue descubierta e impulsada a publicar y darse a conocer por su profesora de Español y Literatura en el Instituto de Segunda Enseñanza de La Habana, quien valoró sus primeros poemas, reunidos en el poemario Mutismo, publicados en El Puente, defenestrado e incomprendido sello editorial que reunió una oleada de importantes jóvenes poetas y escritores de particular mirada y poesía coloquial. Tenía 17 años de edad en ese entonces.
En Mutismo, confesó, aparecerían las futuras líneas temáticas de su discurso poético, etapa en donde los poetas, recordó, proyectan una poesía inexperta, funámbula, llamada así por Nicolás Guillén, con el cual tuvo cercanía y buenas migas, además de ser su asistente.
Aclaró a los presentes que no tiene ni cree en un método de creación, “eso es un cuento, para hacer café hay que estar inspirado; mi método es la memoria… hay que estar concentrado; yo tenía conciencia de eso desde joven y nunca lo he dejado de hacer; también me ayudó mucho la traducción”. Abogó por una autenticidad en la creación, a pesar de la inevitable influencia externa.
Ineludible en su quehacer el tema de la mujer negra, ella misma es resultado del golpe sobre la piel derivado de la esclavitud, según opinó, “me puedes inferiorizar como mujer negra, pero, no soy inferior”, dijo, “ha llovido bastante, pero, esos látigos aún se sienten”, agregó.
Del tema de la racialidad salió a la luz el libro Madrigal para un príncipe negro, Fondo Editorial Casa de las Américas, en el que reúne 12 poemas dedicados al hombre negro de los EU, que en video viral fue asfixiado por la rodilla de un policía blanco, “me horrorizó ver cómo un policía puso su pie sobre un negro, ‘no puedo respirar’ fueron sus palabras en gemido agónico”, subrayó.
Elogios sobre la persona y obra de Nancy, fueron dados por la también poeta, narradora y periodista Marilyn Bobes, quien la conoció a través de un poema de Guillén y del estudio de los escritores de la ya mencionada Editorial El Puente, a las cuales calificó, sobre todos, las mujeres, como poetas de un coloquialismo distinto, con fuerza y capacidad poética cautivantes a los creadores de su generación.
La música también es uno de los leitmotiv de Morejón, elemento que le “afloja las piernas”, dijo. Una experiencia traumática de su abuela y madre, impedidas de cantar en sus tiempos de vida por el machismo, le frenó el deseo de ser cantante, según argumentó.
La dirección del ICL, en la persona de Juan Rodríguez, le entregó un ramo de flores. Nancy escribe sus memorias, acto en el que está inmersa actualmente.
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