Intelectuales de todo el mundo, patentizan su solidaridad con la Revolución Bolivariana y el pueblo revolucionario de Venezuela ante los actos de agresión e injerencia de que es objeto por parte del gobierno de Estados Unidos y su “ministerio de colonias”, la rancia y decadente OEA.
Un clamor unánime se levanta desde el seno de lo mejor de los pueblos del mundo: ¡NO PASARÁN! Porque toda persona digna y sensible sabe que, si el fascismo triunfara en Venezuela, se repetiría la trágica historia de la República española, hace ya ochenta años, y su larga secuela de ignominia.
A partir de hoy comenzamos a publicar los pronunciamientos enviados a la Oficina de la Red en Defensa de la Humanidad en Cuba. Son nuestra señal y compromiso con el destino de la patria de Chávez y Bolívar.
La Habana, 10 de abril de 2017.
Hugo Moldiz, intelectual boliviano:
RESPALDO A VENEZUELA
Hoy, más que nunca, nuestro deber como latinoamericanos es brindar toda nuestra solidaridad militante, desde la trinchera que nos asigne la historia, con la República Bolivariana de Venezuela.
En primer lugar, por nuestro más profundo respeto a la decisión de la inmensa mayoría de los venezolanos y venezolanas que desde 1998 y en 18 elecciones de distinta naturaleza han decidido construir con sus propias manos, sin ninguna intromisión, su propio destino. Es decir, la igualdad jurídica entre los estados, reconocida por las Naciones Unidas, también se debe traducir en la igualdad política de sus miembros, en el respeto a la autodeterminación de los pueblos y a su Constitución Política del Estado que, sin mayor escrúpulo, es actualmente pisoteada por el imperialismo y la derecha venezolana.
En segundo lugar, la solidaridad militante con Venezuela es también una expresión de nuestro internacionalismo y de nuestro latinoamericanismo. Nunca como hasta ahora los pueblos han avanzado mucho en conquistar mayor autonomía frente al imperialismo norteamericano, cuyos poderosos tentáculos atentan contra el logro de nuestra independencia económica y nuestra soberanía política.
Por eso, nuestro compromiso latinoamericano con Venezuela y nuestra condena al renegado secretario general de la OEA, cuya calidad moral lo hace ya impresentable.
¡Viva Venezuela!
¡Viva América Latina!
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