La Unión de Escritores y artistas de Cuba (Uneac) asumió hoy en sesión plenaria de su IX Congreso el compromiso de proteger la enseñanza artística como única garantía de continuidad del arte y la literatura nacionales, porque la formación debe ser la expresión más genuina de la identidad, tradición y valores culturales.
Si deseamos Patria en la que triunfe la fórmula martiana y si queremos salvar nuestra cultura, debemos devolverle a nuestra pedagogía el lustre que la caracteriza por tradición, destacó la actriz Corina Mestre, presidenta de la comisión 4. Coincidieron los delegados en la necesidad urgente de dignificar a los profesores, mejorar sus condiciones de trabajo y la remuneración. Los miembros de la Uneac establecieron como proyecciones de trabajo elevar la calidad de los claustros e ir a un reordenamiento de la red de escuelas, así como también lograr una verdadera articulación de los planes de estudio de la enseñanza media y superior.
Refirieron además el mal estado constructivo de las escuelas de arte, y se pronunciaron por actualizar los fondos bibliográficos y las publicaciones de las academias.
En la Uneac urge comprometer a las figuras emblemáticas de nuestra cultura para que se acerquen a la enseñanza artística como maestros y tutores, dijo Corina Mestre.
Señaló que es preciso fomentar y desarrollar el aprendizaje de la música cubana y el canto popular, el uso de las tecnologías digitales, la teoría musical contemporánea, así como de materiales afines a los estudiantes de música. Los jóvenes tienen que convertirse en una de nuestras prioridades, resaltó, y no solo a nivel social sino en la Uneac, donde han comenzado a establecerse alianzas con la Asociación Hermanos Saíz para emprender acciones comunes, señaló.
Las reflexiones, debates y recomendaciones de las comisiones de trabajo del IX Congreso estuvieron encaminados a lograr un eficaz trabajo en el sistema institucional de la cultura, teniendo como referente el discurso pronunciado por Fidel Castro el 30 de junio de 1961 y que ha pasado a la historia como "Palabras a los intelectuales".
Por Maitè Rizo Cedeño
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