La organización no gubernamental del Reino Unido para las relaciones culturales y educacionales, British Council, reconoció esta semana el trabajo desarrollado durante los meses de confinamiento por los integrantes de los proyectos culturales comunitario de Cámara Chica en Cuba.

De los once existentes en el país los más destacados en el desarrollo de productos audiovisuales en el período de aislamiento social fueron Voces del Audiovisual, de Gibara, Holguín; Rodando Fantasías, de Villa Clara; y Kikirito, de la provincia Artemisa, expresó Minerva Rodríguez, directora de British Council en Cuba quien hizo entrega del Premio a la Resiliencia en tiempos de Covid-19 a Bárbara López Hernández, Cesar Irigollen Milian y Nilma Ravelo Cabrera, mentores de estos proyectos.

“No han sido los únicos grupos que han trabajado, pero si los que contribuyeron más a estimular la creatividad en las comunidades y ayudar a los niños desde la creación audiovisual a entender, incluso, qué es el coronavirus y por qué es importante quedarse en casa”, afirmó Rodríguez durante el homenaje ofrecido en la sede del Consejo Nacional de Casas de Cultura. “Ellos, con los materiales que iban creando, generaron sensibilidad  sobre la situación existente e involucraron a la familia en un mismo objetivo”, dijo.

Los mentores de Voces del audiovisual, Rodando fantasías y Kikirito agradecieron en nombre de los niños que integran los proyectos y ofrecieron detalles de las estrategias empleadas para desde la distancia mantener la comunicación y crear los materiales.

El Consejo Nacional de Casas de Cultura entregó también diplomas de reconocimiento a estos tres proyectos. Desde 1934 British Council apoya el desarrollo del arte y la educación en más de 100 países. En Cuba trabaja desde hace 20 años en estrecha colaboración con los Ministerios de Cultura, Educación, Educación Superior y el ICRT.

La Red Nacional Cámara Chica está presente en nueve provincias cubanas y atesora un archivo de materiales fílmicos que son un reflejo de la realidad cubana, desde la mirada del público infantil. Cámara chica nació en 2013 como resultado de la colaboración existente entre el Ministerio de Cultura de Cuba y el British Council, con el propósito de motivar a niños y jóvenes a emplear las nuevas tecnologías para crear y compartir historias sobre sus vidas y reflejar mediante el audiovisual lo que sucede en sus comunidades.