Desde 2009 los amantes de la literatura fantástica y de ciencia ficción tienen un espacio regular de encuentros en el Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso, en Miramar. Los domingos cada 15 días, escritores nóveles y consagrados, principiantes y curiosos, se dan cita allí para compartir relatos y recibir charlas sobre el género —y sobre narrativa en general— en el Espacio abierto, como le llaman, con la intención de lograr una convocatoria incluyente para todas aquellas personas a quienes les interese el tema.
Pero el espacio no se limita a estos encuentros, pues desde su surgimiento realizan también, con frecuencia anual, un evento teórico con el mismo nombre en los que se escuchan conferencias y paneles, participan en discusiones y se presentan materiales digitales y audiovisuales que permiten la actualización de sus más fieles seguidores.
El Séptimo Evento Teórico de los Géneros Fantástico y Ciencia Ficción Espacio Abierto fue organizado por ellos mismos, con el apoyo de la Asociación de Escritores, el 24 y 25 de abril pasado en la sala Rubén Martínez Villena de la UNEAC y el domingo 26, como para no perder la costumbre, en su habitual sede del Centro Onelio.
Al inaugurar el evento, la joven y reconocida escritora del género Elaine Vilar Madruga le dio la bienvenida a quienes denominó como “la familia” de cultivadores y apasionados de la literatura fantástica. A partir de ese momento, y durante los tres días del encuentro, se conoció sobre la invasión del género en blogs y redes sociales, se actualizó sobre la labor de e-zines con los realizadores de Qubit, Korad, Metatron y DVD, se recordó a Oscar Hurtado, Rafael Acevedo, Pedro Cabiya y Franz Kafka y se profundizó en el desarrollo del género en varios países latinoamericanos.
También se debatió sobre el uso de los medios digitales como vía de difusión de sus materiales, la incapacidad del ser humano de creer en la ocurrencia de cambios que han sido avizorados en la ciencia ficción y más tarde se han convertido en realidad, en la influencia de esta literatura en la política internacional y viceversa, o sea, el reflejo de la política en ella y su vínculo con la realidad social del país, la presencia del pasado soviético en los nuevos escritores de literatura fantástica en Cuba, las políticas del cuerpo y del discurso erótico en este género literario, el poder entre la realidad y el arte, entre muchos otros apasionantes temas.
Además de los tradicionales escritores que hablaron, como Yoss, Raúl Aguiar, Carlos Duarte y muchos de los tantos con que ya cuenta este género literario en Cuba, en esta ocasión se compartió con la presencia de dos escritoras puertorriqueñas, Marissel Herández y Melanie Pérez —catedráticas de la Universidad de Ríopiedras— quienes aportaron su visión sobre esta manifestación literaria en diversos lugares de América Latina y el Caribe y tuvieron la oportunidad de participar en el intercambio con los del patio.
El evento también fue la oportunidad de entregar los premios del Concurso Oscar Hurtado, que auspicia el Taller, y se entregaron los lauros en las categorías de cuento de ciencia ficción, cuento de fantasía, poesía y artículo teórico sobre temas afines. En esta convocatoria de 2015 los premios fueron otorgados a:
En la categoría de artículo teórico el premio lo recibió José Alejandro Álvarez Moret, de La Habana, con Los misterios de Ámbar; se otorgó mención a Claudia Villanueva, también de La Habana, por La maravillosa vida de Oscar Hurtado y su abuelo Valencia el Mudo.
En Poesía Fantástica el premio fue a manos de Eliseo Francisco Abreu Hernández, de Matanzas, por su obra Zecharia Sitchin habla con un desconocido; se le otorgó menciones a Elizabeth Reinosa Aliaga, de Granma, por Cacería; a Alexander Ramón Jiménez del Toro, de Las Tunas, por Un puñado de lluvia; y a Annalis Castillo Seguí, de Camagüey, por El enemigo.
En la categoría de Cuento Fantástico el premio se le otorgó a Ángel Omelio George Varela, de Cienfuegos, por su texto Ingeniosa Mente; además se entregaron menciones a Albino Hernández Pentón, de La Habana y Perú, por El huevo; a Abel Guelmes Roblejo, de La Habana, por Desde la pared; y a Luis Alfonso Lofforte Columbié, de Holguín, por Usted no está en el listado.
En Ciencia Ficción se le entregó el premio a Raúl Piad, de Matanzas, por Recordante; y se le otorgaron menciones a Carlos Manuel Domínguez Pérez, de Santiago de Cuba, por Invasión; a Junior Fernández Guerra, de Las Tunas, por Único; y a Luís Enrique Mirambert del Valle, de Matanzas, por Dueño del hambre.
No cabe duda que la literatura fantástica y de ciencia ficción está viviendo en Cuba, desde Oriente a Occidente, momentos interesantes por estos tiempos. Después de su resurgimiento, tras la crisis de los 90, y su salida de los medios digitales para convertirse en demanda sistemática de las editoriales, los encuentros, talleres y eventos teóricos que promueven sus principales cultivadores le auguran una buena salud para el futuro cercano. La presencia de tantos jóvenes en este evento así lo atestigua.
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