Ilustrar acerca de las diferentes poéticas que pueden desarrollarse dentro de la pintura figurativa de ascendente narrativo y, más aún, a lo interior del propio quehacer de cualquiera de sus cultores es el propósito de la exposición colectiva El silencio que precede la tormenta, recién inaugurada en la Casa del Benemérito de las Américas Benito Juárez, en La Habana Vieja.

Cuatro jóvenes amigos egresados del Instituto Superior de Arte entre 2006 y 2009: Niels Reyes, Darwin Estacio, Nelson Jalil y Léster Álvarez son los autores de la docena de obras de mediano y gran formato que el público podrá apreciar en la también llamada Casa de México a lo largo del presente mes.

Una cita de Luc Tuymans referida a la intensidad que debe tener la pintura da título a la muestra de estos  continuadores caribeños de la tendencia defendida por el artista belga en la década de los años 90 del pasado siglo y que, como suele suceder, llegó con dos décadas de retraso a  nuestras costas.

Lo inquietante que habita lo cotidiano, en el caso de Niels Reyes; la suma de insinuaciones que conforma los cuadros de Darwin Estacio, el gusto confeso por la composición en Nelson Jalil y la amplitud de los temas abiertos al pincel de Léster Álvarez definen en gran medida esta propuesta.

El silencio que precede la tormenta defiende un lenguaje contemporáneo dentro de lo figurativo narrativo en el que más allá del regusto por el hecho pictórico se hacen sentir las experiencias personales y la herencia cultural de estos artistas.